La moda supera el COVID-19 y es optimista para el próximo verano
Texturas ligeras, patrones de los años cincuenta, cortes atrevidos, patrones geométricos y una gran referencia a la naturaleza son las propuestas de la semana de la moda para el próximo 2021
La naturaleza ha inspirado algunas de las prendas del próximo verano. Sobre las pasarelas de Madrid y Milán, se han visto como colores y siluetas de la naturaleza se incorporan de lleno en accesorios y detalles de las prendas sin ningún tipo de atadura. Las apuestas de los diseñadores reflexionan por el consumo más amable y respetuoso con el medio ambiente, es el caso de las propuestas de Andrés Sarda, Agatha Ruiz de la Prada o Marta Casal.
Las firmas Maison Mesa, Pertegaz, Juan Carlos Pajares o Angel Schlesser defienden siluetas ligeras, atemporales y sostenible en texturas ligeras como la muselina de seda y el crepé en prendas como vestidos y pantalones fluidos. Otros diseñadores como Custo Barcelona, Dominnico o Fátima Miñana han dirigido sus creaciones hacia espacios y tiempos futuros de películas de ciencia ficción que se sienten hoy menos ficticias que nunca.
Con un enfoque único e innovador, este año los diseñadores presentaron propuestas para que puedas viajar con mucho estilo. A través de videos, sesiones fotográficas y alguna que otra pasarela presencial con las medidas de seguridad necesarias, las casas de moda mostraron sus prendas y, seguramente, no podrás esperar más para tenerlas en tu armario.
ESCOTES Y LENCERÍA
La anacrónica presencia de personajes cinematográficos de historias retrofuturistas se fusionan con elementos de cultura pop y manga.
Los tejidos tecnológicos y siluetas cargadas de sensualidad empoderan a una mujer que pertenece en realidad ya más al presente que al futuro.
La estética de los años 50 habita en las colecciones de Hannibal Laguna, Isabel Sanchís y Pertegaz, en las que caderas y bustos se pronuncian, dando lugar a la silueta reloj de arena.
Escotes en forma de corazón, hombros descubiertos, faldas de talle alto y vestidos que marcan cintura con amplios vuelos son algunas de las prendas que se han visto también en la moda de la capital de España.
El top es la prenda del futuro. Lencería como prenda exterior sin miedo al presente. Siempre en tejidos “glossy” o metálicos y tiras que dibujan la piel y ofrecen sujeción extra.
La manga globo recogida sobre importantes puños y aplicada en blusas de popelín, vestidos largos de noche o “babydolls” son otras de las propuestas que han ofrecidos los creadores españoles, que la mayoría de ellos apuestan por una moda sostenible y responsable.
Suntuosas líneas curvas visten los brazos durante el día y la noche creando una silueta de importante volumen en el ecuador del cuerpo, como se ha visto en las colecciones de Marcos Luengo y Paloma Suárez.
EL 3D Y TAMAÑO XL
Los diseñadores investigan sobre el espacio y el aire creando cortes geométricos sobre vestidos midi y tops futuristas. El arriesgado diálogo entre los patrones y la piel queda claramente reflejado en algunas de las prendas de baño de Dolores Cortes y en las piezas urbanas de Fátima Miñana.
La flor en 3D destacan como embellecedor de las prendas. Aparece aplicada sobre hombros, cintura, escote, abotonaduras o como propia prenda tridimensional, a veces en color contraste y otras en monocromo.
La clave es el tamaño XL como se ha visto en Pertegaz o Agatha Ruiz de la Prada.
La seda ha sido uno de los tejidos más vista en la semana de la moda de Madrid, un material que se utiliza en prendas fluidas y siluetas volátiles, de gran ligereza.
El color iridiscente, un tejido para brillar, aparecen prendas más rompedoras y futuristas como las que ha mostrado Robber Rodríguez, un joven diseñador vivaracho, reflexivo y honesto.
Los estampados han sido sustituidos por atractivos colores como el azul, el rojo rubí o el blanco inmaculado.
A pesar de que la COVID-19 ha borrado los días de fiesta, las lentejuelas aparecen en su máximo esplendor, tanto en vestidos de noche como en monos, faldas, shorts e, incluso, en la versión del vestido midi camiseta para ocasiones menos serias. Un mensaje optimista para el próximo verano, sin pandemia, esperemos.
(Con información de EFE)