Linda Blázquez, la saltillense que lleva los sabores de México a Dubái
Saltillense, emprendedora y orgullosa de sus raíces, deleita los paladares en tierra árabe con sus auténticas tortillas, salsas y dulces de nuestro país.
“¡Llegaron las tortillas!”, anunciaba alguien. Rápido, las mexicanas en Omán se mensajeaban y, en un abrir y cerrar de ojos, ya se habían terminado. Las congelaban, pues no tenían idea de cuándo volverían a tener.
Linda Dinorah Blázquez del Valle, como todos en esa época, debía aprovechar cada vuelo para llenar sus maletas de esos productos que deseaba llevarse con ella al extranjero. Eran dos por persona, “mis hijos y yo viajamos con seis belices, totalmente llenos”, recordó.
Así nació la idea de Intermex, una empresa que hoy produce tortillas de maíz y de harina de diferentes tamaños, colores y sabores, totopos, tostadas y tacos shell, y vende dulces, chiles secos y salsas, tanto a restaurantes como a particulares.
UN HOGAR EN MEDIO ORIENTE
Linda dejó Saltillo en diciembre de 1994, al casarse con un hombre árabe. Se mudó a California, Estados Unidos, y vivió seis años en la parte sur del estado y cuatro más en la zona norte. Allí nacieron sus hijos.
Entonces, se mudó a Medio Oriente: primero a Omán durante seis años, debido al trabajo de su exesposo, aunque en un inicio su destino era Qatar. Luego, ella y los niños pasaron cinco años en Jordania, donde estaba la familia de su exmarido, y finalmente se asentaron en Dubái.
A pesar de los choques culturales que hubo -en especial en Jordania, cerca de la familia de su exesposo, pues son musulmanes y tienen tradiciones muy diferentes-, sus hijos han tenido la oportunidad de conocer ambientes multiculturales, gracias a ello aprendieron inglés, español y árabe. “Nosotros nos divorciamos después de 20 años de casados. Al llegar a Dubái es donde empecé con mi negocio, ya con los hijos en la universidad”, contó.
“LES TRAIGO UN PEDACITO DE MÉXICO”
Todo inició así: visitó varios restaurantes mexicanos, conoció sus necesidades. Uno de ellos preparaba tortillas, comenzó a venderlas a otros negocios al tiempo que traía salsas y más productos. Pero cuando dejaron de hacerlas por falta de tiempo, decidió encargarse ella misma y pedir su primera máquina de tortillas de maíz. Actualmente, suman entre sus clientes a restaurantes internacionales. “El apoyo de nuestros chefs mexicanos ha sido muy importante para mi crecimiento”, expresó.
No ha sido fácil. Los contenedores tardan dos meses solo para llegar y mínimo un mes para la consolidación; esperar siempre ha sido el problema. El reto también es la cooperación con las compañías en México y que las órdenes se surtan tal como se solicitaron. Debido a ello debe trabajar de día y de noche, cuando ve los temas de envío. “He aprendido mucho, aún seguimos buscando cambios”, apuntó.
Sin embargo, se sienten contentos con lo relevante que se ha vuelto la gastronomía de nuestro país en el mundo, y para preparar buena comida hacen falta productos auténticos. “Tenemos muy buena calidad en chiles secos y nuestros dulces son incomparables; se han vuelto famosos entre los africanos, les gusta mucho el tamarindo”, señaló.
También se han adaptado a las necesidades de sus clientes; por ejemplo, si requieren tortilla de harina rosa para un evento sobre el cáncer de mama. Por ello, por su calidad y su entrega, son reconocidos en la ciudad y entre los chefs; esa es su mayor satisfacción. Ellos mismos se los han dicho: “están felices, pues les traigo un pedacito de México”.
Permanecerá en Dubái, aunque el futuro no se puede predecir. “Nunca imaginé llegar a estos países y menos tener hijos árabes; pero yo estaré cerca de ellos, visitando mi Saltillo lindo y creciendo el negocio: empezamos con las exportaciones para Arabia Saudí”, finalizó.
Estudios: Contador Público, en el ITESM de Saltillo.
Año en que te fuiste de Saltillo: diciembre de 1994.
Lo que más extrañas de Saltillo: mi familia, mis amigos. Me encanta la caballerosidad de nuestra gente.
Lo que más añoras de comida: me gustan mucho los tacos al pastor -es lo primero que quiero comer-, las tortas de pierna y los burritos de la Posta.
¿Qué le agradeces a Saltillo?
El haber crecido en una comunidad de personas de muy buen corazón, honestas. Hice muy buenos amigos. Cuando crecí en Saltillo, era una ciudad pequeña, muy tranquila; tuve una linda niñez y juventud en un ambiente muy sano.
Anécdota que te hace feliz: estuve en el Valle Arizpe y el Colegio Ignacio Zaragoza, tienen actividades de ayuda muy bonitas, en la casa hogar o en las misiones. Recuerdo que uno dormía en el piso, las personas en las comunidades nos invitaban a comer. No hay necesidad de estar rodeado de lujos para sentir esa felicidad de entrega a la comunidad.
Lo bonito de una ciudad pequeña es que teníamos nuestra ‘vuelta del domingo’ por la de Victoria. Siempre estaba el restaurante de moda, a donde íbamos todos; estaba el Martins, la Vaca Pinta. Y llegaba la tía Teté en su vocho rosa o morado, no recuerdo bien, a entrevistar; o mandaban mensajes en la columna de ella a la chica o chico que te gustaba. La verdad recuerdos divertidos, rodeados de muy buenos amigos.
¿Cómo crees que hubiera sido tu vida si nunca hubieras dejado Saltillo?
Creo que no hubiera experimentado, ni aprendido tanto. Claro que he tenido momentos muy difíciles, pero de todo se aprende.
¿Qué le recomiendas a las nuevas generaciones?
Es muy importante que se preparen, es nuestra arma para salir adelante en donde estemos. No desesperarse cuando las cosas no salen fácilmente, uno aprende tanto con los éxitos como con los errores, nos hacen más fuertes. Nuestro camino está lleno de muchas formas de aprendizaje.
Comida favorita: me gusta mucho el pozole, las enchiladas suizas; de Jordania me gusta el shishbarak, está hecho con yogurt, y el kofta bi tahini.
Bebida favorita: la limonada con agua mineral y el vino rosado.
Lugar turístico: hay muchos lindos, pero si vienen de visita no se pueden perder un paseo al desierto, subirse al camello, el show de bailarinas árabes, el baile turco, ponerse henna y estar en las dunas.
Restaurante: me gustan los restaurantes con ambiente latino, con nuestra música. Por ejemplo, la Tablita. Especialmente cuando tienen su buffet mexicano, mariachi, música de salsa, merengue o música como Juan Gabriel, Selena... Todo lo que nos lleve a México por un momento.
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