Lo que una infección de covid puede causar a largo plazo

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Según algunas estimaciones, 400 millones de personas en todo el mundo han sido diagnosticadas con alguna forma de covid persistente.
Por: Dani Blum, Nina Agrawal and Alice Callahan
Cinco años —y cientos de millones de casos— después de que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia de COVID-19, los científicos están obteniendo una imagen más clara de cómo el virus puede afectar al organismo mucho después de que la infección parezca haber pasado.
Algunos de los efectos de la covid se hicieron evidentes poco después de que el virus empezara a propagarse. Enseguida comprendimos lo mortal que podía ser una infección, sobre todo para quienes padecían enfermedades subyacentes como diabetes y cardiopatías. Pero han hecho falta años de investigación para empezar a comprender cómo un ataque de covid puede provocar cambios duraderos, a veces invisibles, en distintas partes del cuerpo.
Algunos de estos efectos, como la fatiga crónica y la niebla cerebral, se consideran covid persistente, definido como los síntomas de una infección que persisten durante al menos tres meses. Según algunas estimaciones, 400 millones de personas en todo el mundo han sido diagnosticadas con alguna forma de covid persistente. Pero una infección también puede provocar otros problemas, como daños pulmonares y cardiacos y cambios en el microbioma intestinal, que no siempre se reconocen como covid persistente, pero que pueden tener un efecto duradero en nuestra salud.
Ahora tenemos una idea más clara de lo que puede haber detrás de esos cambios, incluido el papel de la inflamación generalizada que puede causar la covid. Para la mayoría de las personas, la inflamación remitirá cuando desaparezca el virus. Sin embargo, en algunos casos, si la inflamación es demasiado intensa o persiste como una “quemadura lenta” durante demasiado tiempo, puede causar estragos en el organismo, dijo Braden Kuo, neurogastroenterólogo del Hospital General de Massachusetts.
He aquí lo que los científicos han aprendido hasta ahora sobre la inflamación y los demás factores que provocan estos efectos.
Los pulmones
La covid irrita los pulmones y puede causar problemas a largo plazo, como dificultad respiratoria y tos persistentes. En casos raros, la covid puede hacer que los pacientes desarrollen neumonía y dejar cicatrices y pequeñas masas de tejido, llamadas nódulos, por todo el pulmón. Esas cicatrices pueden dificultar la respiración. Estudios a pequeña escala han parecido indicar que más del 10 por ciento de las personas hospitalizadas por una infección de covid presentaban cicatrices pulmonares y otros problemas dos años después.
La causa: El virus invade las células de las vías respiratorias, lo que provoca una inflamación que puede atacar y a veces destruir el tejido pulmonar sano. Esto puede afectar a la capacidad de los pulmones para transportar oxígeno a todo el cuerpo, dijo Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico sénior de la Universidad de Washington en Saint Louis.
Cuando los pulmones intentan recuperarse y repararse, forman cicatrices. Pero el propio tejido cicatricial puede endurecer los pulmones y reducir su capacidad, provocando síntomas duraderos como tos y dificultad para respirar.
El intestino
La covid puede causar síntomas a corto plazo, como náuseas, vómitos y diarrea.
Pero en algunas personas, la covid puede provocar problemas gastrointestinales crónicos, como reflujo, estreñimiento, diarrea y dolor abdominal. Estos problemas pueden durar meses o incluso años. En un estudio de 2024, los investigadores calcularon que los episodios de covid habían dejado hasta un 10 por ciento de personas con dolor abdominal duradero y un 13 por ciento con problemas gastrointestinales un año después.
La causa: Los científicos no saben exactamente por qué la covid puede alterar tanto el funcionamiento normal del tracto intestinal, pero cada vez entienden mejor lo que puede estar en juego. Por ejemplo, ahora está claro que el virus puede alterar el microbioma intestinal, reduciendo los microbios beneficiosos y aumentando el número de los perjudiciales. Los microbios “buenos” pueden ayudar a reducir la inflamación, mientras que los “malos” pueden aumentarla.
La inflamación provocada por la propia infección, así como por la alteración de los microbios intestinales, puede dañar el revestimiento del intestino. Esto puede permitir que las toxinas y los componentes separados de los alimentos escapen del intestino a otros tejidos del organismo. A continuación, las células inmunitarias pueden generar una respuesta similar a la alergia a determinados alimentos, lo que provoca intolerancias alimentarias.
La inflamación también puede “roer” los nervios que señalan el dolor en el intestino o que controlan las contracciones intestinales que mantienen la comida en movimiento, dijo Kuo. Esto puede causar dolor estomacal o intestinal o hacer que los alimentos se muevan demasiado deprisa o demasiado despacio por el tubo digestivo, provocando síntomas como diarrea o estreñimiento.
El cerebro
En el momento álgido de una infección, los pacientes suelen desarrollar dolores de cabeza y pueden sentirse mareados y confundidos. A veces les cuesta encontrar las palabras adecuadas, tienen dificultades para concentrarse o seguir una conversación, o descubren que tienen lagunas de memoria.
Estos síntomas pueden persistir: los estudios han revelado que aproximadamente entre el 20 y el 30 por ciento de las personas infectadas por covid experimentaron niebla cerebral al menos tres meses después de la infección inicial. Las investigaciones también muestran que la covid puede provocar trastornos como ansiedad o depresión, o agravar problemas de salud mental ya existentes.
La causa: Los científicos siguen trabajando para identificar todos los factores que contribuyen a los problemas neurológicos duraderos tras la covid. Pero un culpable parece claro: la inflamación persistente, que daña las neuronas e inhibe la creación de conexiones clave entre sinapsis. Todo ello puede causar síntomas como los descritos anteriormente. Algunos investigadores también piensan que las zonas del cerebro implicadas en la cognición y la emoción son especialmente vulnerables a la inflamación, lo que ayuda a explicar por qué una infección puede inducir o empeorar problemas de salud mental.
Otra teoría es que el virus altera la barrera que separa la sangre del cerebro, la cual protege el tejido cerebral y es vital para la función cognitiva.
Los fragmentos del virus también pueden permanecer en el cerebro a largo plazo, lo que podría explicar por qué algunos síntomas cognitivos perduran más allá de la infección inicial.
El corazón
Una infección por COVID-19 aumenta el riesgo de problemas cardiacos, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, daños en el músculo cardiaco y latidos irregulares, conocidos como arritmias. Un estudio a gran escala descubrió que tener covid duplicaba el riesgo de sufrir un acontecimiento cardiovascular importante durante un periodo de hasta tres años.
La causa: Cuando tienes una infección aguda por covid, el estrés de la fiebre y la inflamación pueden exigirle demasiado al corazón. En quien ya tiene una acumulación de placa en las arterias o un músculo cardiaco que ha empezado a ponerse rígido, esa exigencia puede provocar un latido irregular o un infarto.
Pero lo más frecuente, piensan los científicos, es que el virus provoque una inflamación que lesione el músculo cardiaco. El virus también puede dañar las células que recubren los vasos sanguíneos, provocando allí una inflamación. Esto puede provocar la formación de un nuevo coágulo o hacer que la placa existente se desprenda y obstruya un vaso sanguíneo. Ese tipo de obstrucción puede causar la muerte súbita por infarto de miocardio o provocar daños posteriores en los músculos del corazón y otros tejidos, lo que puede dar lugar a una insuficiencia cardiaca o una arritmia.
Las personas que han sido hospitalizadas por covid tienen el mayor riesgo de complicaciones cardiacas a corto y largo plazo. Algunas investigaciones sugieren que las personas con un grupo sanguíneo diferente al O —A, B o AB— tienen un riesgo especialmente elevado, quizá porque el grupo sanguíneo puede estar relacionado con la forma en que se coagula la sangre.
El sistema circulatorio
Los estudios de pacientes con covid persistente muestran que sus cuerpos tienen problemas para mover la sangre desde las piernas y el abdomen hasta el corazón. Esto puede reducir la cantidad de sangre que bombea el corazón, provocando fatiga, dificultad para respirar y sensación de malestar tras el ejercicio.
La causa: No está claro por qué se producen estos problemas circulatorios, pero los científicos plantean la hipótesis de que, en algunos pacientes, la inflamación daña determinadas fibras nerviosas fuera del cerebro y la médula espinal que regulan la capacidad de compresión de los vasos sanguíneos. Esto podría provocar una alteración del flujo sanguíneo, dijo David Systrom, médico de cuidados pulmonares y críticos del Hospital Brigham and Women’s de Boston.
En algunos pacientes con covid persistente, también parece que la capacidad de los músculos de extraer oxígeno de la sangre disminuye de lo normal, lo que dificulta su capacidad para seguir el ritmo del ejercicio, dijo Systrom. Además, las mitocondrias —las centrales productoras de energía de las células— pueden no funcionar correctamente o a plena capacidad, lo que supone otro golpe para el tejido muscular.