No es muy común que una persona piense que los tatuajes afecten su salud. Tres de cada diez personas tiene tatuajes en Estados Unidos según The Harris Poll. Pero un reciente estudio de Medicine and Science in Sports and Exercise, mostró que los deportistas deben prestar atención a los posible riesgos que conllevan.
Investigadores observaron la tasa de sudoración contra la piel no tatuada, y encontraron que los tatuajes bloqueaban la secreción del sudor en un cincuenta por ciento. Sin embargo, la sudoración de tu cuerpo es la forma que éste evita el sobrecalentarse. Es esencial para ser capaz de enfriarse eficientemente, especialmente durante una rutina de ejercicio.
Puesto que la tinta de tatuaje es inyectada directamente bajo la piel alrededor de la misma profundidad que las glándulas sudoríparas, esto interfiere con la producción de sudor, dice el doctor Maurie Luetkemeier, autor del estudio.
La concentración de sodio en el sudor sobre la piel tatuada fue más que la que no tenía tatuajes, lo cual sugiere que la tinta evita que el sodio del sudor natural sea reabsorbido. Es poco claro si esto de hecho puede llevar a una deficiencia nutricional, pero no es imposible.
Lo positivo sobre este estudio, es que si tiene un par de tatuajes pequeños no va a pasar nada, ya que la piel no tatuada puede compensar la pequeña parte de la piel tatuada, dice Luetkemeier. Pero mientras más tinta tiene uno, es mayor el riesgo de sobrecalentarse. Si tienes áreas cubiertas por tatuajes, hay que tener en cuenta el evitar el exhausto por el calor.
El estudio descubrió esto al provocar la sudoración mediante un estímulo químico en una reducida parte de la piel.
“Sin importar los efectos de los tatuajes sobre tus glándulas sudoríparas, al menos tendrán esos fluidos disponibles” dice el doctor Luetkemeier, recomendando siempre mantenerse hidratado antes y después del ejercicio. Para recuperar el nivel de sodio, es recomendable tomar electrolitos.
Con infromación de Shape.com