Papás de antes vs. papás de ahora: ¿cómo ha cambiado la paternidad en México?
COMPARTIR
Reconocer esta transformación es clave para construir una sociedad más justa.
La paternidad ha evolucionado de manera significativa en las últimas décadas. Hoy en día, la figura del padre ya no se limita únicamente al rol de proveedor económico, como solía ser en generaciones pasadas. La transformación cultural, los cambios en la estructura familiar y el acceso a la información han modificado la forma en que los hombres viven y ejercen su papel como padres en México.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Prepara tu regalo del Día del Padre! Descubre las fechas de la Venta Nocturna de Liverpool en junio 2025
Papás de antes: autoridad y distancia emocional
Durante gran parte del siglo XX, la imagen del padre en muchas familias mexicanas estaba asociada con la figura de autoridad. Era común que los papás trabajaran fuera de casa, mientras que la crianza y las tareas del hogar eran asumidas casi exclusivamente por las madres. Los padres eran vistos como disciplinarios, poco involucrados emocionalmente con sus hijos y ajenos a los detalles cotidianos de su desarrollo.
Expresar afecto o involucrarse en actividades escolares y emocionales se consideraba, en muchos casos, una debilidad o una función ajena a su rol. Esta distancia afectiva dejó una huella en muchas generaciones que crecieron con figuras paternas ausentes o inaccesibles emocionalmente.
Papás de ahora: cercanía, corresponsabilidad y afecto
En contraste, los papás contemporáneos están redefiniendo su papel dentro del núcleo familiar. Cada vez más hombres se involucran en la crianza, el cuidado emocional, la educación y las labores domésticas. Muchos padres actuales buscan crear vínculos sólidos con sus hijos, fomentar la comunicación abierta y ser una figura presente en su vida diaria.
Además, el discurso de la paternidad responsable y corresponsable ha ganado fuerza. Existen más permisos de paternidad, mayor conciencia sobre el desarrollo emocional infantil y una creciente participación en consultas médicas, actividades escolares y momentos clave del crecimiento de los hijos.
Un cambio que sigue en construcción
Aunque la transición hacia una paternidad más equitativa avanza, aún enfrenta retos. Persisten estereotipos de género, desigualdades laborales y culturales que dificultan que todos los hombres puedan ejercer una paternidad activa. Sin embargo, el cambio ya está en marcha y cada vez son más los padres que buscan un modelo diferente al que vivieron.
Reconocer esta transformación es clave para construir una sociedad más justa, donde la crianza no sea una responsabilidad exclusiva de las madres, sino una labor compartida desde el amor, la empatía y el compromiso diario.