¿Por qué el Día del Padre pasa desapercibido? Esta es la razón según expertos

Cada año, cuando se acerca junio, los anuncios comerciales, tiendas y redes sociales se llenan de mensajes para celebrar el Día de las Madres. Sin embargo, apenas unas semanas después, el Día del Padre suele pasar mucho más desapercibido. ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué no es tan popular el Día del Padre en comparación con otras celebraciones familiares? A continuación, te lo explicamos.

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1. La maternidad como símbolo cultural: Una de las principales razones por las que el Día del Padre tiene menor visibilidad es el valor cultural profundamente arraigado que se le da a la figura materna. En muchas sociedades, incluida la mexicana, la madre es vista como el pilar del hogar, la figura amorosa, protectora y sacrificada. Esto se refleja en la publicidad, el cine y hasta en la música, donde la figura materna es ensalzada y reverenciada.

En contraste, la figura paterna ha sido representada históricamente de manera más distante o autoritaria. Aunque esta visión ha cambiado con el paso del tiempo, aún se mantiene la percepción de que el rol del padre no es tan afectivo ni emocionalmente presente como el de la madre, lo que influye en el nivel de celebración y reconocimiento que reciben.

2. Menor mercadotecnia y gasto comercial: El Día de las Madres es una de las fechas más importantes para el comercio en México. Las marcas invierten grandes cantidades en campañas publicitarias, promociones especiales y productos dirigidos al festejo de mamá. En cambio, el Día del Padre no recibe el mismo tratamiento. Según datos del INEGI y de cámaras de comercio, el gasto promedio por el Día del Padre es significativamente menor al del Día de las Madres.

Esto crea un círculo vicioso: como no hay tanta promoción, el interés del público es menor y, en consecuencia, las marcas tampoco invierten tanto en celebrarlo. Al final, la fecha pasa sin pena ni gloria para muchos.

3. Estereotipos de género y la paternidad ausente: Otra razón de fondo está relacionada con los estereotipos de género y la persistente realidad de la paternidad ausente. De acuerdo con el INEGI, uno de cada cuatro hogares mexicanos está encabezado por una mujer, muchas veces sin una figura paterna presente. Esta situación afecta la forma en la que la sociedad en general percibe y valora la figura del padre.

Además, durante décadas se promovió la idea de que el padre era principalmente el proveedor económico, dejando de lado su papel emocional y afectivo en la crianza. Esto también ha contribuido a que la figura paterna no tenga un rol tan protagónico en fechas conmemorativas.

Cambios generacionales: una nueva paternidad

A pesar de estas razones, las nuevas generaciones están comenzando a redefinir lo que significa ser padre. Cada vez hay más hombres comprometidos con la crianza activa, emocional y presente de sus hijos. Este cambio podría influir en que, con el tiempo, el Día del Padre reciba más reconocimiento social y emocional.

Celebrar a papá no tiene que ser un acto comercial, pero sí puede ser una oportunidad para fortalecer vínculos, reconocer su esfuerzo y fomentar un modelo de paternidad más cercano y equitativo.

El Día del Padre no es tan popular por una combinación de factores culturales, comerciales y sociales. Sin embargo, esto está empezando a cambiar gracias a una nueva visión de la paternidad. Más allá de regalos o festejos, esta fecha es una invitación a reflexionar sobre el valor real de los padres presentes y comprometidos en la vida familiar.