¿Qué ocurre cuando un Papa muere? Rituales y protocolos

La muerte de un Papa marca el inicio de un proceso solemne, profundo y cargado de rituales, que no solo celebra la vida del pontífice fallecido, sino que también asegura la continuidad y estabilidad de la Iglesia Católica. En el caso del papa Francisco, actualmente en estado crítico debido a complicaciones de salud, es importante comprender cómo se lleva a cabo este proceso cargado de historia y de profundo simbolismo. A continuación, exploraremos los pasos y rituales que siguen a la muerte de un Papa, los cuales han sido refinados y perfeccionados durante siglos.

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1. La confirmación de la muerte

La muerte de un Papa es confirmada de inmediato por el cardenal camarlengo, quien es el administrador de facto del Vaticano durante este periodo. Junto con el jefe del departamento de salud del Vaticano, el camarlengo asegura la veracidad del fallecimiento. El proceso comienza con la preparación del cuerpo del Papa, que es vestido con la tradicional sotana blanca y colocado en la capilla privada del pontífice.

2. El cuerpo y los primeros actos

El cuerpo del Papa es llevado a la capilla, donde se realiza una ceremonia privada. Este primer paso es una oportunidad para rendirle homenaje en un entorno cercano y personal. A diferencia de papas anteriores, Francisco decidió reducir los aspectos más pomposos de la ceremonia funeraria, favoreciendo la humildad en cada paso del proceso.

El camarlengo también se encarga de la destrucción del anillo del pescador, utilizado por el Papa para sellar documentos, con el fin de evitar falsificaciones. Este es un acto simbólico y práctico que marca el fin del papado del pontífice fallecido.

3. La presentación de respeto

Uno de los cambios significativos que introdujo Francisco fue la eliminación de la tradicional exposición pública de su cuerpo, una práctica que databa del siglo XIII. En su lugar, el cuerpo será expuesto en un ataúd, sin ser colocado en un pedestal elevado, en la Basílica de San Pedro, permitiendo que miles de fieles puedan rendirle homenaje de manera sencilla pero significativa.

4. El funeral

El funeral de un Papa se lleva a cabo entre cuatro y seis días después de su muerte. Francisco, con su enfoque simplificador, optó por una ceremonia más íntima en comparación con las de papas anteriores. En lugar de ser enterrado en tres ataúdes, Francisco será colocado en uno solo, de madera y forrado de zinc. Antes de que el ataúd sea cerrado, se lee un “rogito”, un breve escrito que resume la vida y el papado del pontífice.

Su deseo fue ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en vez de la tradicional Basílica de San Pedro, un lugar que tenía un significado personal para él debido a sus visitas frecuentes para rezar ante la Virgen María.

5. El cónclave y la elección del nuevo papa

Una de las etapas más importantes tras la muerte de un Papa es la elección del nuevo pontífice, un proceso que se lleva a cabo en lo que se conoce como el “Cónclave”. Este se convoca entre 15 y 20 días después de la muerte del Papa. Solo los cardenales menores de 80 años pueden participar en la elección, y deben votar en secreto.

El cónclave tiene lugar en la Capilla Sixtina, donde los cardenales se aíslan del mundo exterior para garantizar que el proceso sea libre de influencias externas. El nombre “Cónclave”, que significa “con llave”, hace referencia al aislamiento total al que se someten los cardenales durante la deliberación.

6. El humo blanco y la proclamación del nuevo papa

Después de cada ronda de votaciones, se emite humo desde una chimenea en el techo de la Capilla Sixtina. Si el humo es blanco, significa que se ha elegido un nuevo Papa. El momento culminante ocurre cuando el nuevo pontífice es proclamado desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. El cardenal más alto en rango proclama en latín las palabras “Habemus Papam”, anunciando la elección del nuevo Papa.

7. La transición y el futuro de la iglesia

Tras la elección de un nuevo Papa, el mundo católico entra en un periodo de transición que es acompañado por una sensación de esperanza y renovación. Los nuevos papas a menudo traen consigo un cambio de enfoque o un giro en las políticas de la Iglesia, aunque todos los papas continúan con la misión tradicional de guiar a la comunidad católica en su fe.

Este proceso de sucesión asegura que la Iglesia Católica mantenga su unidad, a pesar de la muerte de su líder, y que los fieles continúen confiando en la estabilidad y la continuidad de su institución. Aunque la muerte de un Papa es un evento solemne, la Iglesia tiene protocolos establecidos que permiten que la transición se realice de manera ordenada y respetuosa, siguiendo las tradiciones que se han transmitido durante siglos.

La muerte de un Papa es un evento trascendental para la Iglesia Católica y para los millones de fieles alrededor del mundo. Los rituales y ceremonias que siguen aseguran que la transición se lleve a cabo con respeto, orden y dignidad. Aunque los detalles específicos pueden variar según el Papa, los principios fundamentales de estos ritos han perdurado a lo largo del tiempo, proporcionando un marco de estabilidad en momentos de incertidumbre.

Con información de The New York Times.