¿Qué tan ubicuos son los microplásticos? Los delfines los exhalan

Vida
/ 18 octubre 2024

Cada año, casi 2 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos del mundo.

Por: Hiroko Tabuchi

Los científicos han encontrado contaminación por plásticos en casi todas partes. En las nubes. En el Everest. En la nieve del Ártico.

Ahora, por primera vez, se han detectado diminutas partículas de plástico en el aliento de los delfines.

Los hallazgos, publicados el miércoles en la revista arbitrada PLOS One, apuntan a la ubicuidad de los residuos plásticos en el medioambiente. Cada año, casi 2 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos del mundo.

El plástico también flota en el aire, y el nuevo estudio sugiere que la inhalación podría ser una forma importante en que los delfines y otros mamíferos marinos están expuestos a diminutas partículas de plástico, llamadas microplásticos. Estas partículas, que se forman cuando el plástico se descompone, se han relacionado con efectos como inflamación y daño celular, y pueden contener sustancias químicas nocivas.

“Esto pone de manifiesto lo contaminante que es el plástico”, afirmó Leslie B. Hart, codirectora del Centro de Salud Costera Ambiental y Humana del College of Charleston, en Carolina del Sur, que dirigió la investigación. “Tenemos plástico por todas partes. Realmente no hay ningún lugar seguro en el que podamos estar libres de él”.

Se sabe que otros animales respiran plásticos, aunque las investigaciones siguen siendo escasas. El año pasado, un grupo de científicos japoneses detectó microplásticos en los pulmones de aves salvajes. Además, varios investigadores han calculado que las personas pueden inhalar o ingerir más de 100.000 partículas de microplásticos al año a través de los alimentos y el agua que consumen, así como el aire que respiran.

Pero los delfines se han convertido en un tema habitual de la investigación sobre la contaminación porque se encuentran en todo el mundo, incluso en zonas costeras muy pobladas. Por eso son buenos indicadores de la exposición a la contaminación y otros riesgos ambientales.

Para el estudio más reciente, Hart y Miranda K. Dziobak, bioquímica del College of Charleston, recogieron muestras del aliento exhalado de 11 delfines mulares en la bahía de Sarasota, Florida, y en la bahía de Barataria, Luisiana. Colaboraron con el programa de investigación de delfines del zoológico Brookfield de Chicago, que realiza estudios sobre la salud de los delfines capturados y liberados. Para recolectar las muestras de aire, sostuvieron una placa de Petri justo encima del espiráculo de cada delfín mientras el animal exhalaba.

Los investigadores intentaban resolver un misterio. En estudios anteriores, detectaron en delfines de la bahía de Sarasota niveles de ftalatos (sustancias químicas utilizadas en el plástico que interfieren con el sistema endocrino y pueden dañar la salud humana) considerablemente superiores a los encontrados en los seres humanos. La contaminación por plásticos era una posible fuente.

Su análisis detectó partículas microplásticas en el aliento de todos los delfines que analizaron. Las partículas incluían varios tipos de polímeros plásticos, como el tereftalato de polietileno, conocido como PET, y el poliéster, uno de los polímeros más usados en la ropa.

“Cuando se lava la ropa, esta desprende millones de fibras de plástico diminutas”, explicó Dziobak. “Y el problema es que son tan pequeñas y tan ligeras que pueden viajar con mucha facilidad en el agua, en el aire”.

Los delfines quedan expuestos a esas fibras de plástico. “Los delfines respiran en la superficie. Respiran los plásticos transportados por el aire”, explicó Hart. Los investigadores también creen que las partículas de plástico que viajan en el agua se dispersan en el aire por las olas, añadió.

Shannon Gowans, profesora de Ciencias Marinas del Eckerd College en San Petersburgo, Florida, y directora del Proyecto Delfín, quien no participó en el estudio, calificó los resultados de preocupantes. Comentó que esto sucede, sobre todo, después de tormentas extremas como los huracanes que acaban de devastar Florida, los cuales desbordaron las plantas de tratamiento de aguas residuales y vertieron al mar aguas sin tratar.

“El doble revés de la tormenta fue la gran cantidad de desechos que arrastró la marejada ciclónica o que fueron a parar a los desagües. Ahora todo eso está en las vías navegables. Vamos a ver un pico de microplásticos en la zona”, explicó.

Las investigadoras del College of Charleston señalaron que centrarían su próximo proyecto de investigación en los daños específicos que los microplásticos podrían estar causando en los delfines.

Los delfines aguantan la respiración para perseguir a sus presas bajo el agua y tienen una gran capacidad pulmonar, comentó Hart. “Por ello, creemos que tal vez absorben dosis más elevadas de los microplásticos transportados por el aire que un ser humano, por ejemplo”.

¿Qué puede hacer el ciudadano promedio para ayudar? Reducir la cantidad de plástico que usamos y desechamos es un buen primer paso, indicó Dziobak. También es buena idea ponerse la ropa una vez más antes de lavarla, o usar un ciclo frío, porque las fibras de plástico tienden a desprenderse más fácilmente en agua caliente.

“Incluso algo sencillo puede marcar la diferencia”, aseguró Dziobak.

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