Regina Orozco mostró el talento de sus alumnos entre diablos, ángeles y pastores
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Antes de que la cantante subiera al escenario se presentaron algunos números musicales de la producción que se estrenará próximamente y cuyo elenco la maestra asesoró los días previos
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La Pastorela de Coahuila
8, 9 y 10 de enero
Teatro de la Ciudad Fernando Soler
Hora por anunciar
Entrada Libre
Un espectáculo de grandes voces se vivió el pasado miércoles 19 de diciembre en el Museo de las Aves de México, donde integrantes de la Pastorela de Coahuila, acompañados por la soprano Regina Orozco y su hija Sol Bañuelos interpretaron algunos temas de esta obra y otros tantos del repertorio popular mexicano.
Orozco estuvo en Saltillo tres días asesorando y puliendo las habilidades vocales y actorales de los miembros de esta puesta, basada en textos de los cuadernos de pastorelas ejidales recopilados por Miguel Sabido, quienes abrieron la velada con varios números musicales de lo que veremos el próximo enero en su temporada.
Esta producción, que cuenta con la dirección general de César Alonso Valdés, la musical de Armando Martínez y la coreográfica de Nemesio López, da cuenta del talento local y narra la tradicional historia de los pastores en su camino a conocer al mesías recién nacido en Belén y los conflictos entre ángeles y demonios que enfrentarán para llegar a su meta.
En el evento estuvo presente la actriz Isaura Espinoza, quien fungirá como madrina de la Pastorela y tuvo la oportunidad de disfrutar antes que muchos y a la par de todos los presentes una probadita de lo que se verá en enero.
Entre las piezas que cantaron destacó “Échale un quinto al piano” del compositor saltillense Felipe Valdés Leal, entre otras de su autoría y todas del gusto del público, salpicadas de humor y referencias contemporáneas.
A pesar de que el concierto se anunció como uno estelarizado por Regina Orozco, ella no apareció en escena hasta casi 45 minutos empezado el evento, luego de 10 números musicales de la pastorela, cuando se integró a sus pupilos en la canción “La Espinita”.
La cantante fue recibida entre aplausos y luego de despedir y agradecer a los miembros del elenco, sin dejar de recalcar el talento que en ellos observó los días previos y sin abandonar nunca tras bastidores su particular y ácido humor.
“¡Qué talentos!”, expresó, “las voces, de verdad, es muy bonito que pudiéramos escuchar estas voces en vez de tanta porquería que hay en el radio. De verdad, perdón Maluma, pero es que ¿qué es eso?”.
“Estuvimos haciendo ejercicios vocales, del corazón, a veces les decía cosas medio fuertes”, agregó, “yo estuve muy feliz y espero que sigamos haciendo cosas juntos. Yo me los quiero llevar a mi casa”.
A continuación invitó a subir al escenario a su hija Sol, también cantante y colaboradora del taller “¿Dónde está mi voz?”, el cual llevan cerca de 5 años impartiendo por toda la República Mexicana.
La joven interpretó dos canciones “La Borrachita” y “Alfonsina y el Mar”, aunque en la segunda los nervios “le ganaron” y tuvo que detener su acto por unos instantes, culminó con gracia su participación antes de que su madre se reincorporara con ella.
Ambas jugaron con el público en las siguientes piezas y luego de despedir a su hija, Orozco también engalanó con su voz “Échale un quinto al piano” de Valdés Leal entre otras canciones con las que cerró el espectáculo.