Rioja, calidad y filosofía en los vinos
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La política de calidad constituye uno de los principales ejes estratégicos del modelo de caldos Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja.
Viticultores y bodegas, bajo el amparo del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, convienen en que la calidad que ofrecen a los consumidores no solo es cuestión de filosofía, sino de una práctica, que va desde las tareas culturales en la viña, seguidas con mimo de generación en generación, hasta la elaboración en bodega, donde los enólogos ponen todo su esmero para conseguir los excelentes caldos de esta Denominación, que comparten La Rioja, País Vasco y Navarra.
En la cúspide del triángulo de Rioja, que conforman viticultores y bodegas, está el Consejo Regulador, el órgano rector de toda la Denominación, cuyas actuaciones de control son claves dentro del sistema de garantías de calidad y origen que Rioja ofrece, según explica a Efe su presidente, José María Daroca.
Y es que Rioja vive por y para el vino, para ofrecer lo mejor de sus caldos y para hacer de esta tierra una fuente de negocio e ingresos sobre la marca "rioja", que ampara una de las cinco denominaciones de origen con mayor notoriedad entre las zonas vinícolas más prestigiosas del mundo.
Esta apuesta por la calidad y la excelencia de los vinos de Rioja también explica la apariencia que presenta el paraje de la Denominación, salpicado de 63.542 hectáreas de viñedos, convertidos en auténticos jardines, junto a bodegas, algunas esculpidas como templos y "catedrales del vino", en las que se alberga un parque de cerca del millón de barricas.
COSECHA 2015: PRESAGIO DE UNA GRAN AÑADA
Un claro exponente de todo este buen hacer de viticultores y bodegas llega con la vendimia, que este año y al amparo del buen tiempo, presagia una añada de "gran calidad", debido al "excelente" estado sanitario que presenta el viñedo.
La previsión es que Rioja, teñida de ocre durante estas semanas del inicio del otoño, supere este año los 434 millones de kilos de uva recogidos en 2014, conforme a los rendimientos autorizados por el Consejo Regulador, que limitan la producción en aras a la calidad.
Los primeros descubes en bodega también confirman unas buenas expectativas de cosecha, aunque la labor de los enólogos es fundamental para controlar las fermentaciones.
Esta tradicional vocación de excelencia hacia los vinos de Rioja también ha hecho que viticultores y bodegas se hayan dado cuenta, "hace mucho tiempo", que "producir en cantidad no es rentable, que el camino adecuado es la calidad y que, además, reporta beneficios son rentables", razona Daroca.
Nacido en 1956 en la localidad riojana de Entrena, donde reside, José María Daroca es viticultor desde su juventud y, como reconoce, un hombre de campo que, como el resto de agricultores, es conscientes de que, "para tener unas uvas de calidad, hay que hacer una gran labor cultural en la viña", que pasa por cumplir unas normas en la poda, la escarda, el desniete y el aclareo de los racimos, establecidas en el Reglamento de la Denominación.
Su caso es el denominador común de la viticultura en Rioja, forjada de una tradición milenaria, que va pasando de generación en generación y que no cambia porque lo que tiene claro el sector es la necesaria apuesta por una calidad, que, además, viene refrendada con una limitación de rendimientos establecida por el Consejo Regulador.
NORMAS DE CAMPAÑA. CONSENSO SOBRE LA POLÍTICA DE CALIDAD
Este año, de acuerdo con las buenas expectativas de cosecha y la evolución positiva de la comercialización, el Consejo Regulador ha elevado en un 2 % el rendimiento máximo de producción amparable respecto al pasado año, que ha pasado a ser de 6,955 kilos por hectárea para uvas tintas y de 9,360 para blancas.
El vino que entra en bodega proveniente de cooperativas también tiene que cumplir unos controles.
Al igual lo hacen las tarjetas mecánicas que controlan el pesaje de todas las uvas que entran en bodega, donde se plantean exigencias de calidad en parámetros como la graduación alcohólica, la intensidad colorante o el índice de polifenoles, entre otros, para obtener la mejor calidad, sostiene Daroca.
A estas actuaciones de control, el Consejo destina importantes recursos humanos y económicos, consecuentes con la estrategia de elevar el nivel de excelencia de todos los vinos elaborados.
Y es que el sector en Rioja es consciente de que todo lo que supere el tope máximo amparable supone perder calidad, por lo que las actuaciones de control de este organismo durante toda la vendimia son claves dentro del sistema de garantías de calidad que Rioja ofrece a los consumidores.
PRECIOS DIGNOS, RENTABLES PARA VITICULTORES Y BODEGAS
Viticultores y bodegas de la Denominación también son conscientes de que no quieren volver a los "dientes de sierra" vividos en años precedentes y apuestan por precios dignos que les sean rentables.
Algunas operaciones conocidas de grandes bodegas sitúan este año en 85 céntimos el kilo de uva tinta, que pueden variar en función de calidades, pero que se alejan de la horquilla situada entre los 47 y 50 céntimos de años anteriores a 2014.
Y es que esta tradicional vocación de excelencia de los vinos de Rioja y el celo por el cuidado por la calidad es la que ha permitido a los caldos de esta Denominación consolidar su imagen de prestigio entre los consumidores y convertirla en la referencia de la calidad en la vitivinicultura española, tanto con sus vinos de estilo más clásico, cuyas cualidades únicas para el envejecimiento son admiradas por los consumidores de todo el mundo, como con una nueva generación de vinos innovadores.
Es un principio que el sector tiene claro y por el que pone todo su empeño, también con un fuerte apoyo a la promoción para seguir haciendo de Rioja una de las grandes denominaciones del mundo, que el pasado año comercializó 281 millones de litros.
Dentro de ese prestigio, esta denominación forma parte de la Red de Capitales de Grandes Viñedos, formada por las zonas de Bilbao-Rioja, Burdeos, Ciudad del Cabo, Florencia, Melbourne, San Francisco, Santiago de Chile y Oporto, entre sus fines figura favorecer el desarrollo económico, universitario y cultural de cada una de estas regiones.
DESTACADOS:
++ La comunidad española de La Rioja vive por y para el vino, para ofrecer lo mejor de sus caldos y para hacer de esta tierra una fuente de negocio e ingresos sobre la marca "rioja", que ampara una de las cinco denominaciones de origen con mayor notoriedad entre las zonas vinícolas más prestigiosas del mundo.
++ Son 63.542 hectáreas de viñedos, convertidos en auténticos jardines, junto a bodegas, algunas esculpidas como templos y "catedrales del vino", en las que se alberga un parque de cerca del millón de barricas.
++ La previsión es que Rioja, teñida de ocre durante el inicio del otoño, supere este año los 434 millones de kilos de uva recogidos en 2014, conforme a los rendimientos autorizados por el Consejo Regulador, que limitan la producción en aras a la calidad.
Por Pilar Mazo/EFE-Reportajes