Acusan Amnistía y Oxfam a la UE de ser cómplice de violencia contra migrantes
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La mayoría de los refugiados que son rescatados del Mediterráneo llegan a Italia. Desde hace meses, el Gobierno en Roma intenta reducir la avalancha en cooperación con Trípoli.
Italia y la Unión Europea son cómplices de la tortura y los malos tratos que viven miles de migrantes en Libia, consideran las organizaciones Amnistía Internacional y Oxfam.
En dos comunicados independientes, ambas organizaciones se refieren este jueves (local) a un acuerdo entre Italia y Libia para apoyar a la guardia costera libia y proteger la frontera en la lucha contra la inmigración ilegal, que fue firmado hace un año y apoyado por la UE.
Debido a ese "acuerdo dudoso", las personas están expuestas a torturas, detenciones arbitrarias, extorsiones y "condiciones inimaginables en campos de prisioneros", señaló Iverna McGowan, de Amnistía Internacional.
Oxfam, a su vez, reclamó a Italia que cancele el acuerdo. "El acuerdo migratorio con Libia es básicamente defectuoso y las personas están sufriendo en condiciones horribles", dijo Roberto Barbieri, presidente de Oxfam.
Italia apoya a la guardia costera del país sumido en una guerra civil con entrenamiento y equipamiento, entre otras cosas. Según AI, a unas 20,000 personas se les impidió huir y fueron llevadas de regreso a Libia.
Allí, son detenidas en campamentos que parecen de prisioneros, donde las mujeres son violadas sistemáticamente y los hombres empleados en trabajos forzados, aseguró Oxfam.
La mayoría de los refugiados que son rescatados del Mediterráneo llegan a Italia. Desde hace meses, el Gobierno en Roma intenta reducir la avalancha en cooperación con Trípoli.
Organizaciones de ayuda y de derechos humanos consideran esta cooperación con el gobierno de unidad libio una estrategia equivocada para detener la migración desde África. La situación en Libia es grave. Se estima que cientos de miles de migrantes esperan para cruzar hacia Europa en las peores condiciones.
El año pasado, 119,369 personas fueron rescatadas en el Mediterráneo y llevadas a Italia. En el intento de realizar esta peligrosa travesía murieron en 2017 más de 3,100 personas. Este año ya fallecieron 210.