Amalia Hernández, ícono de la danza mexicana, a 100 años de su nacimiento

Vida
/ 19 septiembre 2017

Amalia llegó a convertirse en un símbolo de mexicanidad a través de su obra más importante: el Ballet Folklórico de México

Hoy hace un siglo nació en la Ciudad de México, Amalia Hernández, bailarina y coreógrafa mexicana. Fundó en 1952 el Ballet Folklórico de México que lleva su nombre y que es emblemático del arte dancístico folclórico de nuestro país, al expresar las diversas manifestaciones de los bailes populares de todas las épocas y de todas las regiones de México. 

Amalia Hernández llegó a convertirse en un símbolo de mexicanidad a través de su obra más importante: el Ballet Folklórico de México, conocido mundialmente y utilizado como imagen del país, dentro y fuera de éste, expone la investigadora Margarita Tortajada Quiroz en su ensayo “Amalia Hernández: audacia y fuerza creativa”.

Relatan sus biógrafos que en un primer momento su padre consintió que tomara clases privadas, pero sólo podía bailar en su casa y exhibirse frente a familiares.

En 1934 ingresó a la Escuela Nacional de Danza, dirigida por Nellie Campobello, sin embargo salió de esta escuela por conflictos con la directora. Recurrió a la maestra Estrella Morales, a cuya escuela llegó en 1939 Waldeen von Falkenstein, la pionera de la danza moderna mexicana, en busca de bailarinas para conformar el Ballet de Bellas Artes. 

Aunque Hernández fue una de las seleccionadas, su familia la retiró del grupo, no permitiéndole participar en la experiencia, para después contraer matrimonio, lo que por un tiempo la separaría de la danza.

En 1947, en el interior del INBA se creó la Academia de la Danza Mexicana, cuyos lineamientos consideraban que el arte popular era la “fuente viva de conocimiento y de carácter de lo mexicano”. Amalia Hernández se integró a dicha Academia en 1948 y colaboró en la fundación del Ballet Nacional de México.

En 1959, Amalia Hernández recibió el apoyo de Adolfo López Mateos para crear uno de los mejores ballets del mundo para México. 

Desde entonces, el grupo de Amalia Hernández logró ser programado semanalmente para presentar su espectáculo en el Palacio de Bellas Artes, que comenzó a ofrecer funciones dominicales, lo que se sigue realizando hasta la fecha.

Amalia Hernández mostró gran interés por otras manifestaciones y las apoyó; contribuyó de manera generosa a la formación de muchos bailarines.

Actualmente el BFM sigue siendo la cumbre de la danza tradicional escénica en México.
(Con información de agencias) 

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