Arquidiócesis de México exige poner alto a las desapariciones

Nacional
/ 1 abril 2019

Señaló que es responsabilidad elemental del Estado garantizar la integridad de los ciudadanos

La Arquidiócesis de México, que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes, demandó un alto a las desapariciones en el país y urgió a que se establezca un plan de trabajo firme, así como políticas públicas serias, que den resultados inmediatos para erradicar este mal.

Señaló que es responsabilidad elemental del Estado garantizar la integridad de los ciudadanos.

En meses recientes, añadió, algunos gobiernos han pedido perdón por la inacción en el tema de la desaparición forzada, y han surgido algunas iniciativas de combate a esta práctica. Qué bueno que este tema tenga presencia en la agenda legislativa y de gobierno, pero es urgente que se establezca un plan de trabajo firme y políticas públicas serias, con resultados inmediatos para erradicar este mal.

En el editorial que publicó ayer en el semanario Desde la Fe, la arquidiócesis expuso que no podemos permitir que se sigan fracturando vidas, familias, comunidades, borrando del mapa a personas, sin que nadie haga nada, o se agranden listas que no sirven más que para tener un registro.

La Iglesia católica en Ciudad de México expuso que las listas de desaparecidos pueden parecer escandalosas, pero para los medios de comunicación son atractivas, pues es más fácil recordar un número; sin embargo, cada una está conformada por historias de personas, por integrantes de familias que quedaron en la desolación ante su pérdida, y también está integrada por historias de impunidad, de corrupción y de actos de omisión de las autoridades.

Añadió que miles de familias se aferran a una esperanza para encontrar a sus seres queridos. Son ellos, con su lucha, los que han logrado los mayores avances.

En mensaje aparte, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, destacó el abandono que viven las mujeres en los penales.

He visto cómo en el penal para varones siempre están ahí las mamás, la esposa, los hijos, especialmente las hijas. Pero cuando se trata de la mujer, como que no hay reciprocidad, dijo. Ellas, agregó, llevan la peor parte.

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