Bill Viola descubre su alma en el Museo Guggenheim Bilbao
El artista expone su última galería de videos, inspirados en las estaciones del año
Bilbao (España), 29 jun (EFE).- El videoartista estadounidense Bill Viola, uno de los principales referentes de este género, descubre al público su alma en la retrospectiva sobre su obra producida por el Museo Guggenheim Bilbao (norte de España) con motivo de su vigésimo aniversario.
La muestra ofrece al espectador 27 obras realizadas a lo largo de su carrera, desde "Cuatro estaciones", creada en sus inicios en 1976, hasta "Nacimiento invertido", de 2014, que permiten observar la evolución tanto técnica, desde el monocanal al multicanal en alta definición, como artística de su carrera.
La estrecha colaboradora y esposa del artista, la australiana Kira Perov, explicó en la presentación de la muestra a la prensa que Viola "cree que el papel del artista es descubrir el alma" en sus obras y aseveró que el videoartista "lo ha conseguido" en la suya.
Apuntó también que, además de documentar los 40 años de carrera de Viola, quien estuvo presente en la presentación de la muestra pero no participó en rueda de prensa por problemas de salud, la muestra refleja su interés por explorar la esencia del ser humano a través de sus distintas facetas, como el nacimiento, la muerte, la espiritualidad o la pasión.
Perov destacó que, para explorar con detenimiento la esencia del alma humana, el artista ralentiza la acción, lo que hace que sus obras tengan una duración que van de los 10 a los casi 35 minutos aunque algunas de ellas, como "Slowly Turning Narrative", de 1992, se proyecte en bucle continuo, sin principio ni final determinados.
Una obra que ha sido restaurada por el Guggenheim Bilbao para esta exposición y que se compone de una gran pantalla, que en su parte trasera aloja un espejo, gira continuamente sobre un eje vertical fijo, proyectando por un lado imágenes de un hombre recitando "mantras", mientras por el otro el espejo refleja la imagen del espectador.
Otros temas abordados por Viola a lo largo de su carrera y que se muestran en la exposición son la relación entre el hombre y la naturaleza, que se puede ver en la obra titulada "Un retrato de luz y color. Chott El-Djerid" (1979), y la exploración de las pasiones humanas mediante el fuego y el agua, como ocurre en sus obras "La ascensión de Tristan" (2005) y "Mujer de fuego" (2005).
Viola muestra su interés también por la vida humana, reflejado a través del ciclo nacimiento-muerte-renacimiento, en las obras y "Los soñadores" (2013), "Nacimiento invertido" (2014) y "Hombre en busca de la inmortalidad/Mujer en busca de la eternidad", de 2013.
Kira Perov advirtió al espectador que aunque Viola utiliza el vídeo y realiza experimentaciones con la imagen, "la tecnología esta oculta para no distraer la experiencia del espectador" al contemplar la obra.
No obstante, los avances tecnológicos experimentados en este campo, como el vídeo de alta definición, han permitido a Viola crear instalaciones monumentales como la titulada "Avanzando cada día", que es la producción más grande que ha hecho nunca, en la que un panel de 15 metros de largo refleja la acción en la que han participado más de 200 "extras".
Tras advertir de que los trabajos de Viola tienen "una existencia frágil", admitió que "no es accidental que haya elegido un medio tan efímero", como es el vídeo, para expresar sus inquietudes artísticas.
Bill Viola (Nueva York, 1951) comenzó a utilizar el vídeo con finalidades artísticas, junto con otros artistas, a mediados de los años sesenta y consiguió desarrollar el nuevo medio de expresión a principios de los años 70.
Reconocido internacionalmente como un innovador y un clásico, Viola ha sido fundamental en el establecimiento del vídeo como una forma vital del arte contemporáneo.
Esta gran retrospectiva permanecerá abierta al público desde mañana, día 30 de junio, al 9 de noviembre, y se completará con una serie de actividades, como coloquios y conferencias. EFE
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