Chemtrails... ¿estelas de condensación o en realidad son químicos que dañan la salud y cambian el clima?

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/ 26 noviembre 2018

Las llamadas estelas químicas o quimioestelas (chemtrails) son un supuesto fenómeno que consiste, según los convencidos de su existencia, en que algunas estelas de condensación dejadas por aviones no son tales, sino que en realidad están compuestas por productos químicos

Si fueras un supervillano y tuvieras la taimada intención de exterminar la raza humana, ¿qué método escogerías? Ahí va un consejo: si tu intención es gastarte un dineral, tienes muchísimo tiempo y quieres desvelar tus planes a la primera de cambio, una opción muy razonable sería contratar una gigantesca flota de aviones para lanzar sustancias químicas desde las alturas con la intención de envenenar a los humanos en la tierra.

¿Suena descabellado? Puede ser, pero no olvides que eres un supervillano, con toda la pléyade de patologías y recursos ilimitados que ello implica.

La denuncia contra los llamados chemtrails (‘rastros químicos’, en inglés) ha pasado de ser una confabulación minoritaria y excéntrica a convertirse en el principio de un brote de clamor popular

Las llamadas estelas químicas o quimioestelas son un supuesto fenómeno que consiste, según los convencidos de su existencia, en que algunas estelas de condensación dejadas por aviones no son tales, sino que en realidad están compuestas por productos químicos.

La existencia de dichas estelas químicas ha sido refutada por la comunidad científica, si bien casi todas las hipótesis de esta teoría de conspiración coinciden en que su objetivo sería causar algún tipo de daño a la población. 

Se trataría de una práctica conocida por unos pocos, quedando fuera de este término la dispersión de sustancias químicas para fines reconocidos (fumigación, sembrado de nubes, exhibiciones aéreas, etc.)

Los gobiernos no reconocen la existencia de los chemtrails, ni reconocen que sean una amenaza, pero su existencia sale ocasionalmente en los medios de comunicación. La estación de televisión KNBC de Los Angeles, California, fue anfitrión de "Los Cielos Tóxicos" con Paul Moyer y de un reporte de las enfermedades en los niños y de las cantidades récord de bario y aluminio en el suministro de agua inmediatamente después que las estelas químicas fueron vistas encima de San Bernardino, California. 

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Hipótesis sobre su propósito Los objetivos de esta práctica serían uno o varios de los siguientes:

Control del clima y del tiempo atmosférico

Según algunos, se utilizaría tanto para provocar el cambio climático de manera perjudicial, mientras que otros sostienen que su objetivo sería mitigar sus efectos:

Causar sequías

Provocar lluvias, especialmente, lluvias torrenciales.

Hacer bajar la temperatura.

Control de la población.

Detener y revertir la sobrepoblación humana.

Propagación de enfermedades.

Esterilización de la población.

Objetivos sobre la biosfera Perjudicar o destruir los ecosistemas.

Objetivos estratégicos Guerra biológica o química encubiertas.

Comunicaciones.

Creación de pantallas para radar.

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Existencia del fenómeno antes de los años 90 La existencia de las estelas de condensación es conocida desde, al menos, 1918, fecha de la primera descripción conocida. Dicha descripción la dio el capitán Ward S. Wells durante la ofensiva de Meuse-Argonne en la Primera Guerra Mundial.

El primer informe de una estela de condensación persistente data de 1921 y apareció en el Monthly Weather Review. Además, existen abundantes fotos de la Segunda Guerra Mundial, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tiene constancia de su presencia desde 1953 y se mencionan en el Atlas de Nubes de 1975.

La comunidad científica se muestra escéptica respecto a la existencia de las quimioestelas y considera que se trata bien de estelas de condensación, o bien de cirrus.

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