Cómo cambia tu cerebro con el embarazo
No es sólo la forma de una mujer la que cambia durante el embarazo. Tener un bebé también afecta el cerebro de una nueva madre, y los cambios persisten hasta que el bebé es un niño pequeño, según un nuevo informe
No es sólo la forma de una mujer la que cambia durante el embarazo. Tener un bebé también afecta el cerebro de una nueva madre, y los cambios persisten por lo menos hasta que el bebé es un niño pequeño, según un nuevo informe.
Los cambios ocurren en lo que se conoce como "materia gris", que constituye el 40 por ciento del cerebro, y alberga las estructuras celulares de las neuronas. Porciones de materia gris se contraen notablemente después de que una mujer da a luz por primera vez, dijeron los investigadores en la edición del 19 de diciembre de la revista 'Nature Neuroscience'.
Las legiones de mujeres que sufren episodios de olvidos después del parto puede decirse que eso lo explica mucho.
Pero las partes del cerebro afectadas son las que gobiernan lo que se conoce como "cognición social" o "teoría de la mente". Estas son las áreas que nos permiten empatizar con los demás y entender cómo su pensamiento difiere del nuestro.
En lugar de hacer que las nuevas madres sean menos empáticas con sus bebés, la contracción puede afinar el cerebro a través de un proceso llamado "poda", especulan los investigadores, señalando que un proceso similar ocurre en la adolescencia.
"La poda sináptica en la adolescencia es generalmente considerada como un proceso esencial de afinar las conexiones en redes funcionales, y se cree que representa un refinamiento y especialización de los circuitos cerebrales, que es fundamental para el desarrollo cognitivo, emocional, y social saludable", escribieron los autores.
Mientras que el daño o la pérdida de materia gris se ha asociado con el deterioro cognitivo en la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple, los investigadores creen que los cambios en las nuevas madres trabajan para hacerlas más eficaces en su nueva función.
"De hecho, los cerebros posteriores al embarazo pueden considerarse obras de arte evolutivas, perfectamente esculpidas para responder mejor a sus bebés", escribió Laura Sanders para Sciencenews.org.
El equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona realizó escaneos cerebrales de 25 mujeres y 19 de sus parejas antes de concebir, y luego realizó un seguimiento de los escáneres dos años después de que sus bebés nacieron.
Encontraron que la materia gris en el cerebro de las madres había disminuido sensiblemente en comparación con la de sus parejas y con un grupo control de mujeres que no habían estado embarazadas. El cambio fue tan fuerte que las imágenes solo revelaron que las mujeres eran madres, informó 'The New York Times'.
Mientras que muchas mujeres se quejan del pensamiento difuso después del embarazo, los investigadores dijeron que una disminución de la materia gris no necesariamente se traduce en una caída en la función cerebral. De hecho, las mujeres del estudio, que vivieron en España, no mostraron ningún cambio en la memoria o las habilidades verbales, informó Pam Belluck, del Times.
Las áreas del cerebro que mostraron cambios fueron las que gobiernan la cognición social. Uno de los autores dijo que los cambios podrían significar que estas regiones del cerebro estaban trabajando más eficientemente después del parto.
"La pérdida de volumen no necesariamente se traduce en la pérdida de función", dijo a Susan Scutti, de CNN, Elsehine Hoekzema, científica del cerebro en la Universidad de Leiden en los Países Bajos.
Y David Van Essen, investigador principal del Proyecto 'Connectome' Humano de los Institutos Nacionales de Salud, dijo en el informe de CNN que otros factores podrían hacer que parezca que la materia gris había disminuido, como un aumento en la mielina, un revestimiento que protege las neuronas.
Otra posible explicación es que los cambios son temporales y causados por factores externos, como el estrés post-embarazo, la dieta y la falta de sueño, dijo el neurocientífico Paul Thompson en 'The New York Times'.
Cualquiera que fuera la causa, los cambios persistieron incluso cuando los bebés de las madres aprendieron a caminar y a hablar. El estudio finalizó cuando los niños tenían 2 años, por lo que no se sabe qué pasó después de eso, y qué cambios, si los hubo, ocurrieron en posteriores embarazos. Estudios similares de ratones, sin embargo, han encontrado que los cambios cerebrales maternos pueden durar toda la vida.
Los resultados, que un médico llamó "provocativo", parecen sugerir que los cambios en el cerebro de la madre sirven para aumentar su conexión emocional con su hijo. Cuanto más grande es el cambio en la materia gris, más las mujeres reportaron estar unidas al niño, dijeron los investigadores.
Aunque el nuevo estudio era pequeño y sólo involucraba a mujeres bien educadas, aparentemente fue la primera vez que los investigadores utilizaron imágenes cerebrales para examinar a las mujeres tanto antes de la concepción como después del parto.
Otros médicos e investigadores quedaron intrigados por sus hallazgos. Ronald Dahl, neurocientífico de la Universidad de California en Berkeley, le dijo a Catherine Caruso, escribiendo para 'Scientific American', que tuvo "un momento maravilloso" al leer el estudio.
"Esta es una contribución pionera que no sólo documenta los cambios cerebrales estructurales relacionados con el embarazo, sino que también ofrece pruebas convincentes que sugieren que estos representan cambios adaptativos", dijo Dahl.
La maldición de la 'mamámnesia'
Muchas mujeres que han estado embarazadas no necesitan investigación para confirmar lo que ya han experimentado. Las madres nuevas a menudo informan que la manera de sus cerebros de procesar el mundo a veces parece tan alterada como su circunferencia.
Llámelo olvido gestacional, "cerebro embarazo" o "mamámnesia" (momnesia, en inglés), es una experiencia que comúnmente se comparte en Internet.
Una bloguera de California, Maggie Downs, escribió en 'Babycentral.com' que mientras estaba embarazada fue una vez a trabajar en un domingo, en su día libre.
"¿Cómo es que se tiene dos cerebros en el cuerpo y, sin embargo, sentirse más tonta que nunca?" comentó ella.
Investigaciones anteriores ya habían confirmado que no todo tiene que ver con sus cabezas, aunque cierto es que el fenómeno es real, no imaginado.
Una encuesta de 14 estudios realizados durante 17 años mostró que las mujeres embarazadas estaban "significativamente deterioradas en algunas, pero no en todas, las medidas de la memoria", y los déficit de memoria duraron durante el período postparto. Algunos investigadores creen que la explicación está en las fluctuaciones en las hormonas.
Pero no descarte el poder de la sugerencia, dice otro estudio. Indicó que una expectativa de embarazo puede conducir a fases de olvido en el cerebro, o la percepción de olvidos. En otras palabras, estar embarazada puede hacer que usted tenga más probabilidades de notar despistes ordinarios y culpar de ello al embarazo.
Lo más probable es que el cerebro también cambie de manera que ayude a asegurar la supervivencia del bebé. Como informó Adrienne LaFrance en 'The Atlantic' el año pasado, las áreas que controlan la empatía y la interacción social son más activas después del parto. De hecho, la actividad cerebral después del parto es similar a la de las personas que se están enamorando, escribió LaFrance.
Ver a su bebé sonreír o escuchar su grito ilumina su cerebro de manera que la exposición a un hijo de otra mujer no lo haría. Y estar apasionadamente enamorada de su bebé hace que las comidas de media noche y los cambios de pañales sean no sólo tolerables, sino agradables también.
Puede ser más exacto decir que lo que sucede en el cerebro de una nueva mamá es "remodelación", no se encoge, escribió Laura Sanders en Sciencenews.org.
"El embarazo (y posiblemente el parto) puede hacer estas redes neuronales más brillantes y más fuertes, ayudando a las mamás a sintonizar con sus bebés", escribió. Y Sanders señala que la investigación sobre el fenómeno ha sido "irregular", lo que sugiere que se necesitan más estudios.
Los autores del estudio dijeron que la investigación adicional, sobre los cambios en el cerebro de una nueva madre, también podría ayudar a arrojar luz sobre un problema que afecta a 1 de cada 6 madres: la depresión posparto.
También podría responder a las preguntas que el estudio plantea, incluyendo si el cerebro vuelve a sus proporciones originales, y si se produce una contracción adicional con cada embarazo subsiguiente, que sigue siendo desconocido.