Donald Trump ve improbable “buena relación” con David Cameron

Internacional
/ 16 mayo 2016

El primer ministro británico calificó como "estúpida, divisiva y equivocada” la propuesta del magnate en cuanto a prohibir el ingreso de musulmanes a EU

El aspirante republicano a la Casa Blanca Donald Trump consideró que es poco probable que llegue a tener una buena relación con el primer ministro británico, David Cameron, quien dijo que su propuesta de prohibir temporalmente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos era "estúpida, divisiva y equivocada".

Cameron criticó a Trump en el Parlamento británico por sus ideas radicales para frenar el extremismo en Estados Unidos y sugirió que el multimillonario de Nueva York, quien prácticamente ha conseguido la nominación republicana a las elecciones presidenciales, sería mal recibido en el Reino Unido.

"Parece que no vamos a tener una muy buena relación ¿Quién sabe?", dijo Trump a la cadena de televisión británica ITV en una entrevista emitida el lunes, al ser consultado sobre cómo serían los lazos bilaterales si ganara los comicios del 8 de noviembre en Estados Unidos.

"Bueno, en primer lugar, no soy estúpido. Les digo ahora mismo que soy todo lo contrario. Y en segundo lugar, en términos de división, no creo que sea una persona divisiva. Soy un unificador, a diferencia de nuestro actual presidente", dijo Trump, en referencia al mandatario demócrata Barack Obama.

El portavoz de Cameron dijo que el primer ministro conservador no se retractaría de sus comentarios.

Estados Unidos es el aliado más estrecho de Gran Bretaña. Las firmas estadounidenses representan las mayores inversiones directas en el Reino Unido y la denominada "relación especial" con Washington ha sido la base de la diplomacia británica desde la Segunda Guerra Mundial.

Los comentarios a menudo controvertidos de Trump, en temas que van desde la integración de las comunidades musulmanas, la inmigración, los asuntos de género y el futuro de las relaciones con la OTAN y Rusia, han generado fuertes críticas de aliados como Berlín o París.

Sin embargo, los líderes de Francia o Alemania no han llegado tan lejos como Cameron en sus críticas al precandidato republicano, quien, en caso de ganar las elecciones en noviembre, asumiría en enero el mando de una de las naciones más poderosas del mundo y la mayor economía global.

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