El cerebro es el que se enamora, no el corazón

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/ 28 febrero 2017

Neurobiólogo aseguró que el enamoramiento ocurre a un nivel biológico, muy básico, y el amor implica un proceso más complicado, es una decisión.

El cerebro es el órgano que se enamora y no el corazón, señaló Eduardo Calixto González, investigador del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”.

“Nos enamoramos con 29 áreas cerebrales que dependen de 10 sustancias neuroquímicas”, aseguró el doctor en la UAM unidad Xochimilco en la conferencia que dictó sobre “El proceso de enamoramiento y el amor en el cerebro: La neurobiología del amor”.

Aseguró que el enamoramiento ocurre a un nivel biológico, muy básico, y el amor implica un proceso más complicado, es una decisión.

“No podemos decir que en ciencias hay determinismos o reduccionismos, sabemos hasta ahora poco y las investigaciones irán modificando estos resultados”, explicó.

El miembro del Sistema Nacional de Investigadores señaló que en el proceso de enamoramiento se produce dopamina, adrenalina y endorfina, sustancias que activan las áreas cerebrales relacionadas con el placer, la recompensa y la adicción.

En cambio, en el amor, el cerebro se vuelve más receptivo ya que genera oxitocina, vinculada al apego; vasopresina, que incrementa la preferencia por la pareja, y serotonina, un proceso ubicado en la corteza prefrontal, que combinadas con dopamina dan paso a una fase más tolerante de la relación amorosa.

“Estamos destinados a enamorarnos siete veces en la vida, pues biológicamente no somos una especie monógama y tenemos un cerebro preparado para amar a dos o tres personas al mismo tiempo”, enfatizó en un comunicado de prensa de la UAM.

Resaltó que los varones son más propensos a tener más parejas, debido a sus niveles de testosterona.

Esta sustancia, explicó, “disminuye la actividad dendrítica, por lo que hay más testosterona y el árbol dendrítico se hace más pequeño, lo cual provoca que el cuerpo calloso e hipocampo sea distinto al de la mujer, pero que la amígdala cerebral –cuya función es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales- sea más grande”.

En tanto, las mujeres poseen un hipocampo mayor y un giro de cíngulo mejor conectado por sus estrógenos, el cual está encargado de interpretar las emociones y se desarrolla entre los 8 y 12 años de edad; con mayor número de estrógenos, más espinas dendríticas.

“Dichas estructuras cerebrales dan paso a conductas distintas y el amor no escapa a eso”, acotó.

Los contrastes entre hombres y mujeres se manifiestan en las 25 mil a 32 mil palabras que ellas expresan al día frente a la 15 mil de ellos.

“La mujer tiene un mejor cerebro que el hombre, aunque es complementario al de él. Si trabajan en asociación las relaciones personales pueden funcionar muy bien”, matizó.

Calixto González recomendó mantener una buena salud mental, puesto que con “100 mil millones de neuronas, después de los 35 años mueren entre 5 mil y 15 mil de ellas todos los días, un dato que aumenta cuando el individuo duerme mal, se desvela y/o consume alcohol, pues la cifra aumenta a 90 mil neuronas menos cada día”.

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