El Principito: Volver a la infancia
La primera adaptación animada del clásico de Antoine de Saint-Exupéry llega este fin de semana a los cines de México, con la intención de capturar la esencia del libro
Tal vez existe una razón concreta por la que este clásico literario no había llegado al cine de esta forma. A “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry se le recuerda más que nada por su forma literaria, fue a través de las letras y las ilustraciones desde donde pasó conmoviendo generaciones de todas las edades. A diferencia de otros libros clásicos que han tenido innumerables adaptaciones al cine y la televisión, esta historia rara vez ha sido tocada por medios audiovisuales. Existe algo orgánico, casi palpable, en las páginas, que hace que uno de los libros más vendidos en la historia de la humanidad no consiga hablar de la misma forma a través de una pantalla.
Y no es que no lo hayan intentado. La primera película inspirada en el libro se estrenó en 1966, en una producción rusa, mientras que su primer incursión en el idioma inglés fue en una cinta estadounidense de 1974, con las actuaciones de Richard Kiley, Bob Fosse y Gene Wilder.
Aparte de estos trabajos, el libro ha tenido incontable cantidad de versiones en teatro, grabaciones de audio en diversos formatos, cómics, ballet y hasta animación japonesa. Pero nunca, desde su publicación en 1943, había sido adaptada a un largometraje animado. Parecería la traducción obvia, ¿no? Un libro infantil muy querido por todos, ¿cómo no se le había ocurrido a nadie? El legado de Saint-Exupéry era demasiado para tomárselo a la ligera.
ADAPTAR LA ESENCIA
De ahí que la película “El Principito” (“The Little Prince”), que llega este año a los cines bajo la dirección de Mark Osborne, tardara cinco años en llegar a las pantallas. No es un trabajo fácil y cuando Osborne terminó “Kung Fu Panda” (2008), se embarcó en una misión que tenía que ser tan cuidada, respetuosa y delicada, como este clásico lo ameritaba. ¿Cómo hacerle justicia al libro? Si alguien hace una adaptación teatral es fácil olvidarla o verla como un entretenimiento pasajero, pero una gran producción cinematográfica no pasa desapercibida. La ambición era grande, tanto así que desde la versión de los 70 nadie se había atrevido. Pero la respuesta para Osborne llegó en un particular estilo de animación y una idea clara: capturar la esencia más allá de adaptar palabra por palabra.
“No quería hacer simplemente una adaptación de la página uno a la 100”, dijo el director estadounidense en entrevista con la revista Arcadia. “Quería adaptar la experiencia emocional que uno tiene cuando lee el libro. Traté de descubrir cómo era la experiencia común y es que la gente siempre tiene una reacción emocional. La historia te toca en diferentes aspectos de tu vida y yo quería encontrar el equivalente cinematográfico de esa experiencia emocional”. La idea para Osbrone, quien trabajó con un guión de Irena Brignull y Bob Persichetti, fue partir de la infancia, de ver la vida con ojos de niño y no crecer demasiado rápido hacia el mundo adulto.
Así, la historia cuenta sobre una niña que no aparece en el libro. Ella vive una rutina gris y ordenada, al ser criada solamente por su madre, quien se dedica a prepararla tanto como pueda para la vida adulta, tratando de mantenerla alejada de los juegos por medio de disciplina y trabajo. Esto cambia cuando conoce a un excéntrico y extraño anciano que es su vecino. El hombre, conocido como El Aviador, comienza a hacer amistad con la pequeña, mostrándole una forma diferente de ver el mundo, lección que él mismo aprendió por medio de la historia que se volvió famosa desde la pluma de Saint-Exupéry.
ANIMACIÓN Y VOCES
“‘El Principito’ me dio la oportunidad de mirar al interior y encontrar una historia muy personal que también celebrara esta increíble obra literaria. Creo que nunca había pensado en hacer una adaptación y esta es una adaptación increíblemente desafiante. Por eso elegí hacer algo que no fuera tradicional, ni una adaptación fiel, sino algo más como un homenaje y una celebración de este libro”, explicó el cineasta en entrevista con AP. Y para ayudarlo en su misión contó con un gran elenco, quienes prestan sus voces para dar vida a los personajes en la versión en inglés: Jeff Bridges, Rachel McAdams, Paul Rudd, Marion Cotillard, James Franco, Benicio el Toro y Ricky Gervais. Por otro lado, en México la cinta cuenta con las voces de Manuel “El Loco” Valdés y Cecilia Suárez, entre otros.
Pero el trabajo de animación no fue cualquiera, pues la cinta combina un trabajo digital con “stop-motion”. La vida de la niña protagonista y El Aviador, es retratada por medio de animación por computadora, mientras que la historia de El Principito tiene un detallado trabajo cuadro por cuadro, realizado con papel, para darle un toque más orgánico.
“Siempre he usado diferentes medios para representar los estados de ánimo”, explicó el cineasta a Arcadia. “Esa es la magia de la animación. Yo siempre estoy buscando diferentes aspectos de las historias, diferentes maneras de contarlas. Estas técnicas se convirtieron en la manera perfecta para proteger el libro, no podía utilizar solamente animación computarizada que es más para un público adulto. Las cosas hechas a mano están en el corazón de la infancia. Son el antídoto al mundo adulto”.
El dato
> Es la primera adaptación animada que el libro tiene en el cine.
> Fue dirigida por Mark Osborne.
> Cuenta con las voces en inglés de Jeff Bridges, Rachel McAdams, Paul Rudd, Marion Cotillard, James Franco, Benicio el Toro y Ricky Gervais.
> En México prestan sus voces Manuel “El Loco” Valdés y Cecilia Suárez.
> Combina animación digital y “stop-motion”.