Elección FIFA: Una victoria para Sudamérica, una derrota para Blatter

Fútbol Internacional
/ 27 febrero 2016

Era como marcar un gol en el último segundo, un gran alivio para una los sudamericanos y, especialmente, para los "charrúas", que fueron quienes lideraron la rebelión anti-Blatter en 2015.

Hace nueve meses, Sudamérica rompió con Joseph Blatter en los turbulentos días que siguieron al estallido del "FIFAGate" en Zúrich. Hoy, su apuesta por Gianni Infantino en las elecciones de la FIFA la devolvió al bando ganador.

El abrazo pasional del secretario general de la UEFA con los delegados de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) fue el reflejo de una victoria que la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) sintió como propia.

Era como marcar un gol en el último segundo, un gran alivio para una los sudamericanos y, especialmente, para los "charrúas", que fueron quienes lideraron la rebelión anti-Blatter en 2015 y quienes más firmemente apostaron por Infantino en 2016.

"Estamos contentos", admitió el presidente de la AUF, Wilmar Valdez. "Tenemos diferencias con la UEFA. Hay intereses contrapuestos por la lógica del mercado europeo, donde juegan todas las estrellas sudamericanas. Pero eso no quiere decir que no se puedan solucionar".

Inmersa en su propia crisis particular, la Conmebol está viviendo también un periodo de transición. El brasileño Fernando Sarney fue claro en la reunión del jueves: era momento de estar en el lado del ganador, y en ese momento el jeque bahreiní Salman bin Ibrahim al Jalifa era el favorito.

Después de discutirlo durante horas, las diez asociaciones sudamericanas ratificaron su apoyo a Infantino, como habían hecho en enero, cuando el suizo fue a visitarlos a su propio congreso electoral en Asunción.

"Nos lo pidió entonces porque era el momento de dar un empujón. Y nos lo agradeció mucho", contó hoy Eduardo Ache, presidente de Nacional y miembro de la delegación uruguaya.

De ahí la alegría sudamericana: no sólo se pudieron despegar de Blatter, sino que lo hicieron justo a tiempo para quedar aliados, al menos de momento, con el bando vencedor. Claro que ese bando es el mismo al que durante casi 20 años, cuando el argentino Julio Grondona mandaba con puño de hierro, calificaban de arrogante y al que acusaban de querer perjudicar al fútbol de la región.

Aunque el ex futbolista Gary Lineker tenga la sensación de que bajo la máscara de Infantino se esconde Blatter, la verdad es que la victoria del candidato europeo es la derrota del ex presidente.

Cuatro de los cinco candidatos pasaron a verlo en su retiro por suspensión. Numerosas federaciones le pidieron consejo. El presidente del fútbol inglés, Greg Dyke, dijo que pensaba que si se presentara ganaría de nuevo. Su influencia sigue presente, sin duda, pero el resultado demuestra que para todos quedó claro que Blatter es pasado. No volverá.

Por edad, sin un sucesor directo, con una suspensión de seis años por cumplir y con la victoria de sus enemigos íntimos, su figura ya no tiene el peso que supo tener, por más que Blatter califique al nuevo jefe como "un digno sucesor" y afirme que "Infantino tiene todas las cualidades" para continuar su trabajo.

El suizo de 79 años estaba peleado a muerte con la UEFA, a la que acusaba de arrogancia y criticaba a través de su discurso de universalización. Infantino intentará llevar ahora a la FIFA el estilo UEFA, tal vez una de las cuestiones que Blatter más lamente.

COMENTARIOS

Selección de los editores