Emilio Lozoya presionó y amenazó al consejo de Pemex para comprar empresa quebrada, según Univisión
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Documentos y testimonios obtenidos en exclusiva por Univisión revelan cómo Pemex aprobó la compra de una compañía de fertilizantes en quiebra pese a las objeciones de consejeros de la empresa
Por Peniley Ramírez Fernández/Univision
Ciudad de México.– El ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, está defendiéndose de una orden de aprehensión por una acusación de que la petrolera que dirigía pagó un sobrecosto de 193 millones de dólares por la compra de una compañía de fertilizantes en quiebra.
La compra de Grupo Fertinal fue justificada citando un informe de la firma PricewaterhouseCoopers (PWC) que contenía información alejada de la realidad en cuanto al valor de la empresa y que fue elaborado a la medida de quienes presionaban por la aprobación del contrato, según documentos y testimonios obtenidos en exclusiva por Univisión.
El informe de PWC sí advierte que en los últimos años Fertinal había operado con pérdidas, que su valor era mucho menor a otras compañías de tamaño similar y que tenía deudas millonarias.
En una denuncia presentada por Pemex a la fiscalía mexicana en marzo de este año Pemex aseguró que según el criterio de expertos consultados, Fertinal, comprada en diciembre de 2015, “se encontraba técnicamente en quiebra desde su adquisición”.
El proceso de aprobación del polémico contrato estuvo además rodeado de presiones e incluso amenazas, según una persona del consejo de Administración de Pemex que se oponía a la compra de la empresa.
“Lo peor que me ha sucedido en la vida ha sido formar parte del Consejo de Administración de Pemex. Hubo un acoso constante a los consejeros. Recibíamos mensajes, nos tenían intervenidos los teléfonos, nos investigaron a todos”, dijo la persona que integró el Consejo mientras Lozoya era el director general.
Univisión Investiga obtuvo en exclusiva 87 páginas de correos electrónicos internos entre directivos de la petrolera y miembros de su Consejo de Administración, enviados durante el proceso de negociación para la compra de Fertinal.
Los correos y testimonios obtenidos por Univisión reflejan que aunque las decisiones se tomaban colectivamente en el Consejo de Administración, Lozoya no ocultaba su afán porque se aprobara el contrato.
Uno de los miembros del Consejo, que pidió no ser identificado, relató que, en una ocasión, un subalterno dirigía la junta en reemplazo de Lozoya que estaba en Londres. Los consejeros debatían que era innecesario invertir en compras, cuando la petrolera tenía otros asuntos prioritarios, como la exploración de nuevos campos ante la caída del precio del petróleo.
“Cuando vio que estaba perdiendo el debate, esta persona le llamó por teléfono a Lozoya, lo puso en altavoz y él personalmente trató de convencernos de que aprobáramos la continuación del proyecto”, dijo esta fuente.
Javier Coello, abogado de Lozoya respondió que todo pasaba por el Consejo de Administración.
“Él (Lozoya) podía recibir millones de correos. El punto es que en Pemex no se mueve nada si no pasa por el Consejo de Administración y no se mueve la hoja de un árbol sin que venga de más arriba”, dijo Coello.
El 5 de marzo de 2019, la apoderada legal de Petróleos Mexicanos (Pemex), Martha Rodríguez, denunció ante la Fiscalía General de México la compra de la compañía Fertinal como un daño al patrimonio del país.
La compra se realizó en diciembre de 2015. La empresa Fertinal tenía entre sus principales activos una mina de roca fosfórica en Baja California Sur y una planta de fertilizantes en Michoacán. Según este documento de la denuncia, que Univisión revisó, Pemex pudo haber negociado el valor neto de la compañía en 15 millones de dólares, más sus deudas, por 426 millones de dólares.
En lugar de esto, Pemex terminó pagando 635 millones de dólares.
“Fertinal tenía la práctica de revaluar sus activos, lo que implicó una sobreevaluación de la empresa, que no estaba soportada en la realidad”, establece la denuncia.
Varios consejeros aceptaron hablar para este reportaje sobre la aprobación del proyecto y los correos. Coincidieron en que la compra sucedió gracias a dos factores clave: una auditoría previa, hecha por la firma de consultoría PWC, que presentó una información irreal sobre el estado de la empresa y la presión directa sobre el Consejo de Administración que ejerció el propio Lozoya y varios colaboradores cercanos.
La firma PWC no respondió a repetidas solicitudes de entrevista para este reportaje. Javier Coello, abogado de Lozoya, dijo que “la Fiscalía deberá probar que Emilio (Lozoya) empujó” el proceso de compra de la empresa y su financiamiento, por 635 millones de dólares.
PRESIONES AL CONSEJO... Lee la nota completa en Sinembargo