Godzilla II: El Rey de los Monstruos
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Corría el año de 1954 cuando, en lo que maestros japoneses como Akira Kurosawa y Yasujiro Ozu daban a Japón un lugar preponderante en el Séptimo Arte, surgió otro compatriota suyo que también hizo historia.
Nos referimos a Ishiro Honda, considerado como “el padre de Godzilla” puesto que con la colaboración de los guionistas Takeo Murata y Shigeru Kayama escribió el guion de “Gojira” (“Godzilla”, en japonés), la versión original de 1954 que Honda dirigió el cual mezclando los géneros del drama, el terror, el thriller y la ciencia ficción era de alguna forma un manifiesto ecologista y anti-bélico a casi una década de la destrucción que la bomba atómica hizo de ciudades como Hiroshima y Nagasaki al contar la historia de un monstruo parecido a un dinosaurio que era “despertado” de su hibernación por pruebas nucleares y de alguna forma venía a cobrar venganza contra la humanidad ajena a la ambición de unos cuantos sobre todo involucrados en el negocio de la guerra.
La cinta se convirtió en un clásico instantáneo que propició varias secuelas en su país de origen, siendo la primera la de “Godzilla: Rey de los Monstruos”, de 1956, a las que siguieron “King Kong contra Godzilla”, de 1962; “Godzilla contra Mothra”, de 1964 y “Godzilla: Todos los Monstruos Atacan”, de 1969. Tras la muerte de Honda en 1993 Hollywood finalmente pudo acceder a hacer sus respectivas versiones en un completamente intrascendente remake de 1998 dirigido por el alemán Roland Emmerich (“El Día de la Independencia”) y un reboot del 2014 más alentador bajo la mano del inglés Gareth Edwards (“Rogue One”) que respetó algo más la esencia de la original empezando por incluir en la historia un científico japonés llamado Ishiro y de apellido Serisawa como el personaje original.
Estos antecedentes los mencionamos en ocasión de que el pasado fin de semana se estrenó a nivel mundial “Godzilla II: El Rey de los Monstruos”, bajo la dirección de Michael Dougherty (“Krampus”) pero que a diferencia de la secuela de 1956 está más ligada hasta en la línea narrativa a la versión 2014 con la única continuidad en la historia del personaje de Serisawa (Ken Watanabe), presente en una reunión con una delegación de científicos con miembros del gobierno norteamericano puesto que ahora no es tanto Godzilla la supuesta amenaza para la humanidad sino varios de los monstruos de las demás secuelas japonesas que han sido desatados por una agencia cryo-zoológica de nombre Monarca.
Lo más triste de “Godzilla II: Rey de los Monstruos” es que a diferencia de la Godzilla del 2014 donde sí le dieron más importancia a Sally Hawkins (“La Forma del Agua) como una de las científicas de la historia en lugar de mantener su estatus clase “A” del homenaje que hizo del Toro al mencionado cine clásico de clase B en su lugar inflan hasta de más a Vera Fermiga (“El Conjuro”) y Millie Bobby Brown (“Stranger Things”) en una mala capirotada de casi todos los monstruos de la saga japonesa a excepción de King Kong, a quien dejan en veremos en los créditos finales puesto que en el 2020 viene “Godzilla vs. Kong”.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo