‘Huachicolero’ confiesa: “Robar a Pemex es más redituable que ser zeta”

Nacional
/ 13 enero 2019

“Mientras siga pasando gasolina por los tubos, va a seguir este negocio”, sentencia un sujeto dedicado al robo de combustible, quien además relata a detalle la forma en que surgieron y operan estas bandas

Un antiguo miembro de Los Zetas del norte de México se convirtió en los últimos seis años en huachicolero del centro del país. De ser soldado del narcotráfico pasó a ser un obrero especializado en una actividad ilegal que requiere tantas habilidades mafiosas como de ingeniería y donde el término huachicol  forma parte de una jerga más amplia, con palabras igual de clave como La Niña, La Diabla, Los Halcones y Las Palomas.

Entrevisté hace tiempo a este pionero del boyante negocio del huachicol para un documental en el que se relatan los detalles de una problemática combatida como nunca antes por el nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para seguir dándome su testimonio, el huachicolero pidió preservar su anonimato, aunque aceptó que se mencione su edad (30 años) y su región de origen (el noreste del país).

“Yo trabajé con los zetas en el norte. Cuando me fui pal centro [cuando dice centro siempre se refiere a Puebla, Estado de México,Veracruz, Hidalgo, Querétaro y Guanajuato] empecé a conocer lo de la ordeña. Hubo un amigo que me invitó a trabajar con él y ahí empezó a explicarme lo que pasaba. Empecé a comparar las cosas: andar con la delincuencia o andar robándole a Pemex, y se me hizo más seguro agarrar dinero de donde estaban los ductos, ya que era mejor pagado y tenías más tiempo de andar libre en la calle”.

-¿Cuál fue tu primera experiencia? 

-Como decía, por ahí de 2012 o 2013 vino una persona del centro al norte a reclutar gente para poder trabajar en la ordeña de gasolina, como se conoce. Nos dijo cuánto nos iban a pagar por pipa que sacaramos. Por cada pipa nos pagaban cuatro mil pesos, según los que fuéramos. Aparte nos daban para el hotel y pa’ comida y nos hacían una fiesta cada quince días.

En el centro había otro grupo de personas que eran los que estaban especializados en la línea del ducto. Cuando llegamos con estas personas nos explicaron cada paso y cada procedimiento: la función de cada persona, qué teníamos que hacer, así como también el halconeo que había que hacer para cuando se arrimaran las autoridades de gobierno. 

-¿Qué era lo primero que hacían?

-Lo primero era buscar un lugar seguro, que estuviera escondido y por donde pasara el tubo. Algo como el rancho de alguien, una propiedad privada. Íbamos con esa persona y le dábamos dinero también, a cambio de que nos dejara trabajar en su propiedad. De día nos dormíamos, de noche era cuando más se puede trabajar porque así no hay tanta circulación de autos, no había tanta gente, tanta movilización. 

-¿Y cómo vendían la gasolina robada?

-Al principio, cuando no teníamos tantos clientes era cuando nos cambiábamos de ciudad o empezábamos a trabajar en otra parte, donde no estaba muy conocido lo de los ductos de Pemex. Ahí empezábamos a encontrar personas que, por medio de conocidos, ya nos decían: “no, guíate con este, maneja con este” y sacabamos una pipa de veinte mil litros y nos decían: “no, es que no tengo quien te compre tanto” y nos empezaban a decir: “este quiere cinco, el otro quiere diez, este quiere otros cinco” y así ya nos íbamos deshaciendo poco a poco de la gasolina.

A veces nos parábamos en un solo lugar, en un rancho y escondíamos ahí mismo la pipa e iban los clientes por su pedido que querían. Teníamos una camioneta con unos tanques y ya con esos tanques los hacíamos llegar a las personas que querían.

-¿Qué tipo de instrumentos usan para la ordeña?

-Para trabajar necesitábamos unos cuantos fierros y sobre todo a La niña.

VÁLVULAS, VARILLAS Y LA NIÑA

-¿Qué es La Niña?

-La Niña es el aparato principal que sirve para perforar el ducto de Pemex. El ducto de Pemex es grueso y cada uno viene con unos números para identificar cuando es de gasolina o es de diesel. Unos especialistas nos pasan esos números y ya podemos checar que número se debe ordeñar.

La Niña son dos varillas -que parecen chonguitos- en medio de las que va un tubo grueso donde ponemos un fierro. En medio del fierro va como una broca grande que se solda con un tubo que mide más o menos un metro y medio. Ya cuando la ponemos en el tubo soldamos dos varillas de cada lado y en medio va la broca. Entonces, ya con la broca empezamos a darle vuelo y se va perforando según el tubo.

Ya cuando se perfora a mero abajo va un tubo, que va como una válvula soldada. Con esa válvula soldada, empiezas a perforar. Sacas la varilla y empiezas a cerrar la válvula. Para hacer una perforación, necesitas entre veinte y cuarenta minutos, según el tiempo y el equipo que tengas. También tienes que rentar una planta grande de luz para soldar. Al momento de soldar se hace mucho ruido, por eso trabajamos de noche para que no sospeche la gente cuando estamos trabajando.

-¿Qué otro instrumento es importante para la ordeña aparte de La Niña?

-Ahí lo que viene siendo es la válvula. Tenemos que hacerlas nosotros y al momento de ponerlas en el tubo, soldamos alrededor. Una vez ya soldada la válvula en el tubo, ya se mete y al lado se soldan las varillitas y en medio va la broca. La broca abre un orificio y ya cuando salta el diesel sacas la tuerca, cierras la válvula y al momento de cerrar ya queda listo el tubo.

Pal tubo se necesita una varilla especial. Haces una varilla delgadita que mide dos metros. Con esa vas buscando tú en la tierra, la vas metiendo con un mazo por donde van las líneas de Pemex, sobre todo ahí donde están esas señales de “No excavar” porque justo es donde están los tubos. Mucha gente de la zona suele saber donde pasa el tubo, aunque Pemex lo que hace es que lo mete en curvas. Como va curveando, entonces no sabes si los tubos van a dos metros del poste o a dos metros para acá del poste que dice “No excavar”.

Una vez localizado el tubo tienes que llevarte unos costales donde echas la tierra que excavas. Al momento de hacer la válvula, hacer el piquete, tienes que tapar igual con los costales y tienes que echar de vuelta la tierra. Dejar todo normal para que no vean donde se hizo el agujero y puedas hacer la ordeña.

-¿En cuanto tiempo ordeñan lo suficiente para una pipa?

-Depende de qué tamaño sea. Hay pipas de veinte mil litros y hay la de cuarenta y tres mil. Depende también de qué grueso sea la broca y de la cantidad la gente con la que andes trabajando. Si cada quien hace un agujero bien, porque a veces nomás se queda la punta o no llegas a hacer el agujero bien y no sale mucho... Cuando hay problemas tarda hasta dos horas en llenarse una pipa de cuarenta y tres mil litros y cuando haces un trabajo bien hasta cincuenta minutos.

-¿Cuánta gente participa normalmente? 

-Depende, por los halcones [vigilantes de la banda], entre más seguridad mejor. De seguridad tenemos que tener de diez a veinte personas porque las dejamos según los caminos: si son tres caminos donde vamos a trabajar, debemos dejar halcones desde el inicio hasta las orillas.

-¿Y aparte de la seguridad, cuántos forman el equipo -digamos- técnico que hace la ordeña? 

-Como veinte personas en total. Y normalmente lo hacemos de madrugada.

-¿Hay ingenieros trabajando con ustedes?

-Sí, según sea el trabajo. Según sea lo que toque a cada persona hacer. Hay uno que se encarga del piquete, hay uno que se encarga de llenar, hay otro que se encarga de abrir la válvula, hay otro que se encarga de cerrar. Para cargar una pipa se necesita por lo menos una persona que abre, otra que conecta la manguera y la que la afloja. Además del chofer.

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