Redes sociales: ¿Ayudan o empeoran la salud mental de los jóvenes?

Vida
/ 15 agosto 2018

Las personas encuestadas, con edades de 14 a 22 años, dijeron que “cuidan” su uso de los medios sociales siguiendo a personas que las motivan, ciertamente pueden conectarse con amigos y formar o una comunidad online.

En medio del debate sobre el impacto negativo que tienen los dispositivos online y los medios sociales en los jóvenes, una nueva encuesta constata que muchos adolescentes y adultos jóvenes usan internet y las redes de pares para recolectar información relativa a la salud, encontrar una comunidad y conectarse con proveedores de salud.

Y esto se da sobre todo entre quienes tienen síntomas depresivos significativos, en comparación con quienes no los tienen.

El informe, "Prácticas digitales en materia de salud, el uso de los medios sociales y el bienestar mental de adolescentes y adultos jóvenes", pinta un panorama matizado respecto de lo bueno y lo malo que pueden vivir los jóvenes online. Lo publicaron Hopelab y Well Being Trust.

Las personas encuestadas, con edades de 14 a 22 años, dijeron que “cuidan” su uso de los medios sociales siguiendo a personas que las motivan, ciertamente pueden conectarse con amigos y formar o encontrar una comunidad online, dijo la coautora Susannah Fox, investigadora independiente que fue directora de tecnología en el departamento de Salud y Servicios Humanos y ex directora de la cartera de salud y tecnología del Pew Research Center. Redactó la encuesta y analizó los resultados con la investigadora Victoria Rideout, directora del Programa para el Estudio de los Medios y la Salud de la Kaiser Family Foundation.

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La encuesta también analiza las diferencias entre cómo usan internet y los medios sociales las personas deprimidas y aquellas que no lo están; si estar online afecta la depresión, la ansiedad y el estrés, y la influencia de factores como la edad, el género, la raza y la orientación sexual.

Los jóvenes encuestados también escribieron sobre sus experiencias online y con los medios sociales. El informe dice que la mayor parte del debate sobre los jóvenes y la tecnología se ha centrado en los riesgos para la salud, pero no en cómo la promocionan.

“La conversación ha sido sobre ellos, pero no por ellos. Queríamos, por ende, sumar sus voces al debate”, dijo Fox. “Lo que surge es un panorama francamente mucho más complejo respecto de la relación entre los medios sociales y el bienestar emocional que el que hemos visto discutir anteriormente. Los medios sociales pueden ser un salvavidas si una persona se siente sola; pueden ser una fuente de consuelo cuando se siente bajoneada -y esto sucede entre adolescentes que comparten los síntomas depresivos de moderados a severos que están experimentando, al igual que entre adolescentes que no presentan síntomas depresivos”.

Fox considera que ayudar a los jóvenes a pilotar su mundo online significa reconocer esa complejidad. “No podemos decir ´deja el teléfono y te sentirás mejor´. Eso no es cierto para algunas personas”, dijo.

En febrero y marzo, usando el Patient Health Questionnaire Depression Scale (Cuestionario sobre la salud del paciente) que constituye una medición respetada de la depresión, los investigadores evaluaron síntomas depresivos de un muestreo representativo de 1.337 adolescentes y adultos jóvenes. La encuesta preguntaba sobre los síntomas que podían estar experimentando al momento en que respondían al cuestionario.

El informe aborda dos temas principales: primero, cómo describen los encuestados su uso de la información online y las herramientas digitales del área de la salud, y segundo “las asociaciones entre el uso de medios sociales informado por cada uno y el bienestar de los adolescentes y adultos jóvenes”.

Además, los jóvenes respondieron preguntas abiertas que les permitieron referirse a sí mismos. Cada pregunta tuvo aproximadamente entre 400 y 600 respuestas personales.

La pregunta no dicha que plantea el estudio es cuál sería la mejor manera de crear políticas y programas que favorezcan los aspectos sociales de los medios sociales y de estar online, dijo el director de estrategia de Well Being Trust, Ben Miller, a Deseret News.

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En modo crisis

En 2015, 12,5 por ciento de los jóvenes de 12 a 17 años habían tenido al menos un episodio depresivo importante durante los últimos 12 meses –“un porcentaje considerablemente más alto que en años anteriores”, dijo Miller. Casi 1 de cada 4 chicas de esa edad experimentó una depresión, y 1 de cada 3 mencionó tristeza o impotencia y 1 de cada 5 había considerado seriamente suicidarse. Entre 2005 y 2015, las tasas de suicidio para las chicas en edades de 15 a 19 años se duplicaron, en tanto crecieron 30 por ciento en los varones de esa edad.

Miller enumera los datos para explicar la importancia de entender cómo experimentan los jóvenes la salud mental y cómo abordar los desafíos. Los investigadores comprobaron que los jóvenes quieren oír y aprender de otros las experiencias relacionadas con la salud, y usan la tecnología para hacerlo.

“Esta podría ser la generación que revolucione la experiencia de la salud entre pares. La tecnología les ha brindado las herramientas para buscar personas que pueden estar en la otra punta del mundo y que enfrentan problemas de salud similares, conectarse e intercambiar información con ellas, escuchar sus experiencias personales y compartir las propias”, dijo el informe.

Estudios anteriores han mostrado que las personas buscan información online de muchas maneras, por ejemplo, “se preparan como para ir a una cita con el médico y poder recuperarse luego”, dijo Fox. “Los adolescentes encuestados dijeron que se conectan online para obtener información que puedan discutir con sus padres.

“Los adolescentes quieren sobre todo hablar con sus padres cuando se trata de información sobre salud”, dijo Fox. “Es algo que a los padres los conmoverá”.

Ayuda o daño

Miller dijo que la relación que tiene cada uno con los medios sociales depende de cómo se siente, las redes en las que participa y las experiencias personales mientras participa.

“Puedes encontrar una gran solidaridad, inspiración, personas que quieren hacerte sentir que (la depresión) es algo que se puede mejorar, que se puede superar, que se puede llevar una vida saludable”, dijo.

A la inversa, “En algunos casos, te sientes marginado o marginada; puedes ver a los amigos de lejos y como tal vez experimentas una depresión, no puedes identificarte con eso o no entiendes por qué todos son tan felices y tú no. Si es eso lo que rescatas de tus interacciones en los medios sociales, probablemente no te ayudará”.

Pero la encuesta constató que los jóvenes con síntomas depresivos de moderados a severos son los que pueden beneficiarse especialmente. El 90 por ciento dijo que usaba internet para investigar sobre problemas de salud mental, en tanto las tres cuartas partes dijeron que buscaban artículos de salud en blogs, videos y podcasts. Casi 4 de cada 10 han usado aplicaciones móviles centradas en el bienestar y apenas menos de un tercio se ha conectado con proveedores de salud usando herramientas como la mensajería de texto y el videochat.

“Ese grupo tiene más probabilidades que quienes no experimentan síntomas de depresión de decir que han buscado temas de salud mental online, que accedieron a las historias sobre la salud de otras personas online”, dijo Fox. “Son más proclives a usar aplicaciones relacionadas con el bienestar. Esto me fascina porque demuestra que sienten curiosidad; quieren averiguar qué les está pasando. Para mí, eso es una señal de esperanza”.

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Otros puntos destacados:

Entre los jóvenes, 87 por ciento dijeron que habían buscado información sobre salud online -la mayoría de las veces sobre fitness, nutrición, estrés, ansiedad y depresión.

Cerca de dos tercios han usado aplicaciones móviles relacionadas con la salud, en fitness, meditación, sueño y recordatorios de medicación.

Un tercio descubrió lo que la encuesta llama “pares de salud” online, y 91 por ciento dijeron que eso los ayudó.

Quienes padecen síntomas depresivos importantes tuvieron el doble de probabilidades de decir que los medios sociales los ayudaron a conectarse con apoyo y asesoramiento útiles durante momentos de depresión, estrés o ansiedad.

Los comentarios que los adolescentes y adultos jóvenes dicen que reciben “con frecuencia” tienen muchas más probabilidades de ser positivos (32 por ciento) que negativos (3 por ciento)

Casi dos tercios de los jóvenes dijeron que casi nunca o nunca se sintieron marginados en los medios sociales. Pero quienes experimentan síntomas depresivos de moderados a severos tuvieron más probabilidades de mencionar una experiencia negativa en los medios sociales.

No obstante, Miller señaló que no todos los jóvenes son capaces de dejar sus dispositivos o desconectarse de la tecnología cuando no los ayuda.

Voces jóvenes

La encuesta no muestra qué hacen los jóvenes con toda la información que encuentran online, pero lo que escribieron los adolescentes ayuda a llenar esos blancos. Por ejemplo:

Un varón de 14 años buscó online información después de que a un ser querido le diagnosticaron cáncer de piel. “Terminé encontrando un montón de información que me resultó útil y alivió mis temores”.
“Tengo una aplicación que básicamente me motiva cada mañana a ser como soy y amarme. Me ayuda a tomarme tiempo en vez de apurarme a las 06:00 de la mañana estresándome por el día”. (Mujer, 14)
“Soy bulímica y (mi aplicación favorita para la salud) me ayuda a tratar de dejar de recurrir a atracones y purgarme”. (Mujer, 22 años)
“Una amiga siempre estaba durmiendo y triste. Busqué y le dije a la mamá que pensaba que mi amiga estaba deprimida”. (Varón, 17)
“Un registro del humor y diario virtual me ayudó a determinar cuándo mi depresión y mi ansiedad eran lo bastante malas como para pensar en pedirle a mi médico que me cambiara la medicación” (Mujer, 22)
“Puedo subir algo y buscar gente que entienda lo que escribí para identificarse conmigo” (Varón, 14)
“Encuentro personas con situaciones similares que me entristecen y leo cómo las manejan”. (Mujer, 14)
“Conectándome con algunos amigos online que ya conocí, me dan su apoyo. Lo uso para compartir música o memes que nos hacen reír, lo que lentamente aleja el sufrimiento”. (Varón, 21)
“Siento que no valgo lo suficiente en comparación con otras personas. Muchas veces miro las páginas de otros y me comparo”. (Mujer, 19)

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Dos grupos se destacaron en el informe: las chicas adolescentes comparadas con los varones y los jóvenes LGBTQ comparados con los jóvenes heterosexuales tienen más probabilidades de buscar información online sobre salud mental. En ambos casos, sus tasas de depresión fueron más altas y se sentían motivados y activos en la búsqueda de información y herramientas útiles y conexiones online.

“Al leer sus respuestas, me conmovieron”, dijo Fox. “Espero que la gente diga ‘¿Qué podemos hacer por ellos?’”

Los patrocinadores y los investigadores de la encuesta consideran que ésta aportará conocimientos respecto de lo que esperan los jóvenes de la tecnología para aumentar el bienestar. Eso, a su vez, podría conducir a nuevas soluciones. Miller dijo que uno de los objetivos es averiguar qué están descubriendo que pueda resultar útil y dónde hay vacíos para poder proponer soluciones, ya sea en la forma de una política pública, de programas clínicos, más aplicaciones u otros enfoques.

Dijo que con frecuencia las personas que están sufriendo a nivel mental reciben consejos casuales, nocivos. “Nunca le diría a una persona ´Trabaja más y tu hipertensión desaparecerá’. O simplemente “Vamos, sonríe más y bajarás de peso’. Pero es lo que hacemos todo el tiempo cuando se trata de la salud mental”.


Email: lois@deseretnews.com, Twitter: Loisco

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