Mesa del TLCAN queda en 'veremos' por tema de industria automotriz
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Washington decidió llamar de regreso a su negociador desde la Ciudad de México, lo que deja en suspenso el futuro del tratado
Ciudad de México.- Uno de los temas más complejos de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o Nafta en inglés), las reglas de origen para automóviles, quedó en suspenso, con la decisión de Washington de llamar de regreso a su negociador desde Ciudad de México.
"No significa que haya habido un rompimiento o un cambio en las señales por parte de Estados Unidos", aseguró la noche del lunes el jefe negociador mexicano Kenneth Smith, al confirmar la partida de Jason Bernstein a pedido de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
La partida de Bernstein, responsable estadounidense para ese tema, ocurrió un día después de iniciada el domingo la séptima ronda de revisión del Nafta entre Estados Unidos, México y Canadá en Ciudad de México.
Se desconoce si regresará. Según se afirma al margen de las negociaciones, su partida fue para hacer consultas con las mayores armadoras estadounidenses -Ford, General Motors y Chrysler-, pero no hubo una confirmación oficial.
"Es una cuestión simplemente de agenda, por eso estamos buscando la posibilidad de reagendar, buscar el regreso del negociador de Estados Unidos. Tenemos una semana y un día de negociaciones todavía para seguir con los trabajos en esta mesa de reglas de origen", dijo Smith a periodistas.
Las negociaciones del Nafta (o TLCAN, por sus siglas en español) continuarán en Ciudad de México hasta el 5 de marzo.
El tema automotriz es uno de los más difíciles de la renegociación, que se puso en marcha en agosto bajo la amenaza del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del pacto que rige desde 1994 las relaciones comerciales trilaterales.
Estados Unidos, que responsabiliza al Nafta de su alto déficit comercial y de la pérdida de empleos estadounidenses, quiere elevar al 85 por ciento -desde el actual 62,5 por ciento- la cantidad de contenido regional de los automóviles para que puedan beneficiarse de la exención de aranceles del Nafta.
Además, pretende que el 50 por ciento del total sea contenido estadounidense. Sin embargo, la industria automotriz mexicana, cuyo motor son principalmente las exportaciones a Estados Unidos, ha rechazado hacer cambios.
Los representantes de la industria en México, donde están asentadas varias armadoras estadounidenses, quieren que las reglas se mantengan como hasta ahora, aunque el ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo, planteó en la antesala de la séptima ronda la necesidad de modernizarlas.
A pesar del "impasse" y de que la renegociación del acuerdo está entrando en los puntos más conflictivos, que pueden trabar el proceso, el jefe negociador mexicano afirmó que "el ánimo es positivo".
"Estamos tratando de avanzar en los capítulos que van a modernizar el tratado en materia de telecomunicaciones, comercio digital, medidas sanitarias y fitosanitarias, así como obstáculos al comercio", señaló.
Guajardo había afirmado previo a la séptima ronda que México esperaba que se pudieran cerrar al menos siete capítulos adicionales a los tres ya finalizados, que son el de anticorrupción, el de pequeñas y medianas empresas (Pymes) y competencia.
Los negociadores pretendían en un inicio concluir toda la revisión antes del cierre de 2017, para evitar que la renegociación se viera afectada por las campañas para las elecciones presidenciales del 1 de julio en México y de las elecciones intermedias de Estados Unidos en noviembre.