Nuevamente 'aparece' una versión de 'La mesa herida' de Frida Kahlo
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No presentar la obra es contrario a los procesos “transparentes” de compra-venta de arte; por lo menos resulta sospechoso
ESPAÑA.- Parece un asunto del don de la ubicuidad. Ahora es en Galicia, como lo fue en Michoacán hace una década o como en Morelos hace un año. Volvió a hacer su aparición “La mesa herida”, una pintura perdida de Frida Kahlo. En todas las ocasiones, ninguno de los que ha asegurado tenerla la ha presentado al público. Seguimos viendo la misma fotografía antigua desenfocada de tantas veces que se ha reproducido.
El diario “La voz de Galicia” publicó el sábado una información según la cual la pintura había aparecido y sería vendida. El medio asegura de forma textual que “La mesa herida”, “la obra principal de la pintora mexicana Frida Kahlo y el máximo exponente del surrealismo”, ha sido puesta en venta por un marchante de arte, gallego, de Rianxo, Cristian López Márquez, quien representa los intereses del propietario, un mexicano asentado en Europa.
López Márquez no da el nombre del dueño y no presenta la obra al público. No presentar la obra es contrario a los procesos “transparentes” de compra-venta de arte; por lo menos resulta sospechoso. En cambio, espera que la obra sea adquirida por una suma de entre 40 a 50 millones de euros: «El propietario busca un comprador dentro de los círculos del arte europeos, en los que grandes coleccionistas de obras se hacen con cuadros de este estilo», afirmó Cristian López, al diario español.
En otra parte del texto, se informa que con otros dos socios mexicanos, él es propietario de la empresa The Billion Art, dedicada a la compra-venta de obras de arte, y que durante las seis décadas y media sin saberse nada de la pintura ésta pasó por dos importantes colecciones privadas antes de llegar a manos de la actual propiedad.
“La mesa herida”, hoy desaparecida, ha sido considerada una de las pinturas más importantes de la artista; se dice que mide 1.2 metros de alto por 2.4 metros de largo, y que la última vez que se supo de ella fue en 1955, después de que Diego Rivera la solicitó para una exhibición en Polonia.
Hace una década, en Michoacán, un coleccionista llamado José Antonio Castelazo aseguró que poseía esa pintura.
Las críticas de arte Teresa del Conde y Raquel Tibol (hoy fallecidas) cuestionaron la autenticidad de esa versión.