Obra de Augusto Roa Bastos continúa en la memoria colectiva paraguaya

Vida
/ 26 abril 2017

En 1930 estrenó su pieza teatral “La carcajada”, posteriormente escribió “La residenta”, “El niño del rocío” y “El ruiseñor de la aurora y otros poemas”. Junto a Campos Cervera (1905-1953), inició la renovación poética paraguaya de la década de 1940.

A 12 años de su muerte, la obra del paraguayo Augusto Roa Bastos (1917-2005) está más viva que nunca, así lo evidencia el que hace unos días fuera presentado un libro que recoge sus textos políticos y que en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo se le rinda homenaje en ocasión de que Paraguay es el país invitado.

El libro es obra de la historiadora Milda Ribarola, quien ha dicho que quería recuperar la faceta semiolvidada del combatiente democrático que fue Roa Bastos. “El buscó entender qué tipo de dictadura era la que se vivía y la combatió a nivel mundial con centenares de escritos, destacó en días pasados al diario ABC.

Respecto al homenaje en la FIL de Santo Domingo, el diario digital “Hoy” de Santo Domingo, recoge una entrevista con Mirta Roa, una de las hijas del autor de “Hijo de hombre”, quien agradece el que se recuerde a su padre en el año de su centenario de nacimiento, que se cumple el 13 junio próximo.

Recordó que está en marcha una campaña “Camino al centenario”, con diversas actividades, con la cual lograron que se promulgara una ley que determinó al 2017 como el “Año del Centenario de Augusto Roa Bastos” y la existencia de una Comisión Nacional que organice los actos.

“Desde la Fundación aspiramos a que estos homenajes sean masivos y populares, para que llegue de verdad al conocimiento de la mayoría y que la gente se apropie de él como la bandera de la educación y la justicia, y de la superación”, asegura en la entrevista.

A 12 años de su muerte, la obra del paraguayo Augusto Roa Bastos (1917-2005) está más viva que nunca, así lo evidencia el que hace unos días fuera presentado un libro que recoge sus textos políticos y que en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo se le rinda homenaje en ocasión de que Paraguay es el país invitado.

El libro es obra de la historiadora Milda Ribarola, quien ha dicho que quería recuperar la faceta semiolvidada del combatiente democrático que fue Roa Bastos. “El buscó entender qué tipo de dictadura era la que se vivía y la combatió a nivel mundial con centenares de escritos, destacó en días pasados al diario ABC.

Respecto al homenaje en la FIL de Santo Domingo, el diario digital “Hoy” de Santo Domingo, recoge una entrevista con Mirta Roa, una de las hijas del autor de “Hijo de hombre”, quien agradece el que se recuerde a su padre en el año de su centenario de nacimiento, que se cumple el 13 junio próximo.

Recordó que está en marcha una campaña “Camino al centenario”, con diversas actividades, con la cual lograron que se promulgara una ley que determinó al 2017 como el “Año del Centenario de Augusto Roa Bastos” y la existencia de una Comisión Nacional que organice los actos.

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“Desde la Fundación aspiramos a que estos homenajes sean masivos y populares, para que llegue de verdad al conocimiento de la mayoría y que la gente se apropie de él como la bandera de la educación y la justicia, y de la superación”, asegura en la entrevista.

Augusto Roa Bastos nació el 13 de junio de 1917 en Asunción, Paraguay, pero pasó toda su infancia en Iturbe, un pequeño pueblo de la región del Guairá, escenario de sus primeros relatos.

De acuerdo con un perfil biográfico publicado por el sitio “escritores.org”, Roa Bastos fue testigo de la revolución, trabajó como voluntario en el servicio de enfermería durante la etapa final de la guerra del Chaco (1932-1935) en contra de Bolivia, y sin afiliarse a ningún partido, se colocó al lado de las clases oprimidas de su país.

A los 13 años de edad escribió su primera obra teatral, y un año más tarde realizó el cuento “Lucha hasta el alba”. En 1933 abandonó sus estudios para trabajar como administrativo en la banca y colaborar en el diario “El País”.

En 1930 estrenó su pieza teatral “La carcajada”, posteriormente escribió “La residenta”, “El niño del rocío” y “El ruiseñor de la aurora y otros poemas”. Junto a Campos Cervera (1905-1953), inició la renovación poética paraguaya de la década de 1940.

En esa época viajó a Gran Bretaña para trabajar como corresponsal para su periódico y también en la BBC de Londres, donde fue el primer locutor paraguayo.

Trabajó como guionista cinematográfico, profesión a la cual calificó como “de supervivencia” y que influyó en su estilo descriptivo tras haber estructurado una secuencia de películas, según el portal “biografiasyvidas.com”.

En 1953 publicó su colección de cuentos “El trueno entre las hojas”, le siguió la novela “Hijo de hombre” (1960), que dio inicio a su trilogía sobre el monoteísmo del poder y que incluyó los títulos “Yo, el Supremo”, su obra maestra y una de sus cumbres de la literatura castellana contemporánea.

Roa Bastos también fue profesor de Literatura Hispanoamericana, además de crear del curso de Lengua y Cultura Guaraní y el Taller de Creación y Práctica Literaria.

Fue miembro de honor de distintas universidades hispanoamericanas, europeas y estadounidenses. Se integró al plantel de profesores de la Universidad de Toulouse, Francia, en 1976, donde enseñó literatura y guaraní hasta 1984, un año más en adelante, fue opositor activo al gobierno de Stroessner y tomó el papel como embajador no oficial del Acuerdo Nacional en Europa.

En 1983 adquirió la nacionalidad española, después del exilio de su país, y en 1989 recibió el Premio Cervantes. Fue hasta 1996 cuando regresó a su país natal, donde fijó su residencia, y un años más tarde, recibió la Orden de la Legión de Honor de Francia. Para la trama de sus obras, Roa se inspiró en los abusos de poder del dictador, a quien en sus obras llamaba “Tiranosaurio”.

De acuerdo con el sitio “cervantes.es”, entre sus obras se encuentran “El pollito de fuego” (1974), “Lucha hasta el alba” (1979), “La vigilia del almirante” (1992), “El fiscal” (1993), “Contravida” (1995), “Madame Sui” (1995) y “El trueno entre las hojas” (1953). Augusto Roa Bastos, cuyas obras están inspiradas en los abusos de poder del dictador, a quien llamaba “Tiranosaurio”, murió el 26 de abril de 2005 en su ciudad natal a sus 87 años de edad.

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