Ocultaría Salud de Oaxaca fallecidos por coronavirus, señalan Autoridades en el Istmo de Tehuantepec

Nacional
/ 2 agosto 2020

Municipios acusan un subregistro de casi 100 por ciento en los decesos

JUCHITÁN, OAX.- La pandemia de COVID-19 avanzó de manera silenciosa en el Istmo de Tehuantepec. Mientras las cifras de fallecidos y contagios confirmados apenas se movían en los primeros meses de la emergencia, abonando a la incredulidad de la población, las muertes de gente con los síntomas del virus, pero que no se realizó la prueba, se fueron acumulando.

Al menos así lo señalan autoridades de Unión Hidalgo, Salina Cruz y Juchitán, quienes confirman la existencia de un subregistro de casi 100 por ciento en los decesos, respecto a datos oficiales de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).

Según datos de la dependencia, en el Istmo se acumulan 149 fallecidos por COVID-19 en los 48 municipios de la región, desde abril, cuando se presentó el primer caso y la primera muerte en Juchitán; en contraste, en un recuento se encontró que sólo en Unión Hidalgo, Salina Cruz y Juchitán se contabilizan 297 fallecidos con sospecha del virus en los últimos tres meses.

Dicho recuento se construyó a partir de las cifras de los gobiernos municipales, desde sus regidurías de panteones. Y fue el incremento de sepulturas, desde la última semana de junio hasta la primera quincena de julio, lo que obligó a las autoridades a implementar estrategias drásticas, y al Gobierno estatal, a declarar la región en foco rojo para contener los contagios.

Cuando  Juchitán se convirtió en el epicentro de la pandemia en el Istmo, no lo hizo por los datos oficiales de los SSO, que apenas reportan 162 casos positivos y 29 fallecidos.

La emergencia en el reino zapoteca comenzó cuando el subregistro de las muertes, y la necesidad diaria de cavar cada vez más tumbas fue tan escandaloso que no había cómo ocultarlo.

Según las autoridades municipales, al día se llegó a sepultar hasta a nueve personas, cuando no pasaban de cuatro al mes antes de la emergencia. A toda esa muerte se sumaron los brotes en mercados y en el Hospital General Macedonio Benítez Fuentes.

De acuerdo con los datos de la Regiduría de Panteones, del 26 de junio al 30 de julio suman 177 personas sepultadas, de las cuales 130 están relacionadas con el virus; según los SSO, son 31.

En un informe virtual, el edil Emilio Montero dio a conocer que 50 fueron por COVID-19; 12, por sospechas de la enfermedad; 23, por infarto; 14, por deficiencia respiratoria, y siete, por diabetes. Además, 24 personas fueron sepultadas sin datos sobre la causa de muerte, por lo que se consideran inhumaciones clandestinas.

Aun cuando el número bajó la última semana, el 29 y 30 de julio la muerte regresó con furia, pues en dos días fallecieron 16 personas.

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