Por no contar con licencia de construcción, diez años de prisión a culpables del derrumbe en MTY
De acuerdo al Ejército, el origen del colapso se debió a diversas fallas en la estructura
Monterrey, Nuevo León.- Las autoridades de Nuevo León ya tienen ubicados al propietario del predio en donde se realizaba la obra que se derrumbó en Espacio Cumbres y al responsable de la misma por lo que podrían comparecer ante el Ministerio Público, en las próximas horas.
Lo anterior lo dio a conocer el Vicefiscal, Luis Enrique Orozco, quien detalló que los señalados ya se manifestaron vía informal y esperan que puedan comparecer ante las autoridades para presentar toda la documentación relativa a la planeación y ejecución de la obra.
“Ya han sido localizados hasta el momento Gerardo Villarreal y Alberto Flores”, precisó.
Detalló que el predio está a nombre de Gerardo Villarreal Costilla y como copropietaria aparece su esposa Edna Cynthia López Sánchez.
Como encargado de la obra se señala a Gerardo Vargas Cortez, sin embargo el encargado real es Alberto Flores Salas.
El Vicefiscal ofreció entrevista en el sitio en donde se registró el derrumbe que dejó un saldo de 7 personas fallecidas y 15 lesionadas. En el lugar se edificaba una plaza comercial de tres pisos, que según la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología no tenía permiso de construcción.
Hasta el momento, se han entregado los cuerpos de 5 de los fallecidos.
El Vicefiscal manifestó que los delitos para los que resulten responsables de la tragedia son: homicidio, lesiones y daño en propiedad ajena, cometidos a título de culpa.
La sanción sería de 4 a 10 años de prisión y a eso se les sumaría la violación de los sellos de clausura ya que la obra estaba suspendida desde el 29 de noviembre del 2017, en dicho caso el delito alcanza de 1 año a 6 de prisión.
Hasta ahora no se ha determinado si se fincará responsabilidad al ayuntamiento de Monterrey.
“Este es un aspecto que tiene que ver sobre todo con el análisis normativo de las facultades estatales y municipales en materia de Desarrollo Urbano y Protección Civil”, subrayó.
LOS ENVUELVE LA TRAGEDIA.
Detrás de la caída de la obra que se construía en Espacio Cumbres y que iba a ser una plaza comercial de tres pisos se tejió una tragedia que envolvió a la familia Escalona.
Entre el polvo y los escombros, los vecinos de la colonia Revolución Proletaria perdieron a tres de sus seres queridos: Pedro Escalona, su hermano Francisco Javier y el hijo de éste último, Francisco Javier Escalona Rodríguez.
Desde que los Escalona conocieron de la tragedia se trasladaron al sitio para conocer detalles del hecho y fue ya pasadas las 19:00 horas cuando les confirmaron la muerte de sus allegados.
De acuerdo con la propia lista de heridos, fallecidos y desaparecidos que divulgó la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León durante la madrugada del éste viernes, otros 3 integrantes de la familia Escalona se encontraban en la obra al momento del derrumbe.
Juan Manuel Escalona, César Iván Escalona y Kevin Uriel Escalona Pérez corrieron con mejor suerte que sus parientes y están en la lista de lesionados.
La misma tarde del jueves, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de Monterrey confirmó lo que se había trascendido desde temprano que la obra no tenía permiso de construcción. Incluso el derrumbe de una barda perimetral habría ocasionado la suspensión de la edificación desde finales del año pasado.
Durante casi un año, trabajadores y responsables de la obra estuvieron trabajando en los tres predios, sin que las autoridades municipales se dieran cuenta.
Algunos trabajadores que lograron salir por su propio pie del derrumbe y tuvieron la fortuna de salvar su vida aseguraron que algunos muros ya se veían “cuarteados”, es decir, con grietas.
Un vecino que se identificó como Omar Torres precisó que la varilla que colocaron en la construcción no tenía la capacidad para soportar el peso de las losas por eso se colapsó.
“Es el mismo cuento de Antigua, fue la irresponsabilidad de los encargados de verificar la obra lo que ocasionó tantas muertes”, puntualizó.