¿Qué es el turismo de vacunas? ¿Es legal? Esto es todo lo que debes saber…

Han pasado más de 72 horas desde que el Gobierno de México lanzó la página Mi Vacuna, un portal que permite registrar a adultos mayores de 60 años para que en los próximos meses reciban la vacuna contra el COVID-19, pero hasta el momento ha sido imposible registrar a mi papá, un hombre de 63 años que actualmente reside en Playa del Carmen, Quintana Roo, y que espera con ansias recibir la vacuna para salir del encierro que lo ha mantenido en casa más de 10 meses. Su caso no es el único, miles de mexicanos no han podido concluir su registro debido a que la página presenta graves fallas... parece que este será tan solo el primero de los muchos obstáculos que tendremos que enfrentar en México para algún día estar protegidos.

Al mismo tiempo, en Miami, Florida, el popular periodista de espectáculos mexicano, Juan José Origel de 73 años, presumió en redes sociales el momento en que fue vacunado, la fotografía la acompañó con el mensaje: ¡Ya vacunado! Gracias #USA que tristeza que mi país no me brindó esa seguridad. La polémica no se hizo esperar, ¿cómo había logrado vacunarse en un país que no era el suyo? ¿Era legal? ¿Le quitó la oportunidad a alguien más?, era lo que se preguntaban todos. Así, ‘Pepillo’ Origel inició un debate, el del ‘turismo de vacunas’, una tendencia que ha aumentado en las últimas semanas, sobre todo en Estados Unidos.

El 'turismo médico' es una práctica muy común en todo el mundo, mucha gente viaja a otros países o regiones para recibir tratamientos médicos, desde fecundación in vitro (FIV) hasta liposucciones. Pero el ‘turismo de vacunas’ es un concepto completamente nuevo que surgió con la pandemia de COVID-19, ahora la gente opta por viajar para obtener una vacuna que no está disponible en casa, como en el caso de México, en donde solo cierto personal médico ya la recibió, y el proceso para los adultos mayores apenas está comenzando.

EL TURISMO POSTPANDEMIA

En Estados Unidos y otros países que tienen la vacuna, algunas poblaciones tienen prioridad, como los mayores de 65 años y el personal médico. Pero, según los informes, algunas personas que no pertenecen a estos grupos han estado ‘saltándose la línea’ y viajando a otros lugares para recibir las dosis. La acción es todo un debate entre la moral y la supervivencia, y al ser tan nueva esta tendencia, deja muchos vacíos legales que varias empresas ya están aprovechando para generar ingresos.

En diciembre, una agencia de viajes en la India (que afirma haber creado la frase de ‘turismo de vacunas’), le dijo al periódico ThePrint que “ya estaban aceptando registros de ciudadanos con visa estadounidense de turista" para adquirir paquetes de vacuna contra el COVID-19. ¿En qué consiste? Un viaje de cuatro días desde Mumbai hasta Nueva York, con una vacuna contra el coronavirus incluida. ¿El costo? Alrededor de 2 mil dólares (aproximadamente 40 mil pesos). Otras agencias confirmaron que este tipo de turismo se está haciendo popular, y no solo a Estados Unidos, también al Reino Unido y Rusia, países en los que la distribución de vacunas ha sido más ágil.

Emiratos Árabes Unidos es otro de los destinos que se ha convertido en el favorito para los ‘turistas de vacunas’, el fundador del prestigioso club Knightsbridge Circle en Reino Unido, Stuart McNeill, presentó un ‘servicio especial’ para los miembros, el paquete ofrece un viaje de 7 estrellas con destino a Dubai que incluye, además de vuelos en primera clase -o jet privado- y tres semanas en el hermoso destino, la vacuna contra el COVID-19 una vez llegando a los Emiratos Árabes Unidos, y una segunda dosis 21 días después, antes de volver a casa con un certificado que garantiza la inmunización. ¿El costo? Aproximadamente 1 millón de pesos.

ENTRE LO ILEGAL Y LA MORAL

¿Es ilegal? No exactamente. Hasta ahora, no existen acuerdos oficiales con las autoridades extranjeras para garantizar que estos ‘turistas de vacunas’ obtengan la experiencia que se les prometió. Igualmente de polémico es la ética de las personas con dinero o conexiones que visitan otro estado o país para recibir una vacuna contra el COVID-19, mientras que otras esperan su turno según las pautas establecidas por su país o estado, lo que nos llevaría a otro debate, el de las desigualdades sociales en el sector salud.

Tras el aumento en este tipo de casos, algunos países están previniendo el ‘turismo de vacunas’. En el Reino Unido, por ejemplo, solo puedes recibir la vacuna cuando te la ofrece tu médico y debes confirmar tus datos personales, incluida la dirección y el status migratorio. Además, la vacuna es gratuita para todos a través del Servicio Nacional de Salud (NHS) del país, por lo que no se puede pagar para obtenerla de forma privada (y ‘saltarse la línea’).

Las cosas son un poco más complicadas en Estados Unidos, de acuerdo con el New York Times, algunos departamentos de salud pública locales tienen portales que las personas pueden usar para programar citas de vacunación, mientras que otros organizan eventos de vacunación masivos que trabajan por orden de llegada. Por ello, lo que realizó Juan José Origel no fue ilegal en su momento, pues cada estado en Estados Unidos se encargó de crear su propio protocolo de vacunación, y en la normatividad de Florida, no estaba establecido que quienes recibieran la vacuna tenían que contar con algún tipo de status migratorio. Como resultado, muchas personas volaron a Miami desde otros estados e incluso desde otros países, como Argentina, Brasil y Canadá.

¿Es malo? De acuerdo con el portal Bloomberg, expertos aseguran que esto podría no ser tan bueno porque la vacuna sigue siendo escasa. “Todo lo que podamos hacer para vacunar a más personas disminuirá la propagación del COVID-19”, dijo Marissa J. Levine, profesora de salud pública de la Universidad del Sur de Florida. "Pero estamos en una situación en la que la demanda supera la oferta de manera significativa, por lo que la gente se pone nerviosa si perciben que otros están recibiendo antes la vacuna, incluso si en realidad todos estamos contemplados".

EN SU OPINIÓN: Juan Pablo García-Naranjo es originario de San Diego, California, es médico y actualmente trabaja en una clínica de investigación. Él, como muchos otros servidores de la salud en Estados Unidos, ya fue vacunado, y aunque está feliz porque poco a poco gran parte de la población está recibiendo la vacuna, sabe que en México la situación es mucho más complicada. En entrevista con VANGUARDIA, nos habló sobre su experiencia recibiendo la vacuna, así como su opinión sobre el llamado ‘turismo de vacunas’.

-¿A partir de cuándo y cuáles son las vacunas contra el COVID-19 que se distribuyen actualmente en Estados Unidos?-

“En cuanto al número de vacunas en realidad no sé cuántas se distribuyeron, desde luego sé que todo esto se ha logrado gracias a la inversión por parte de los gobiernos y a las compañías farmacéuticas. Hasta ahora están aprobadas dos vacunas para su uso en Estados Unidos, la de Pfizer que trabaja en conjunto con BioNTech, y la de Moderna, a mí en particular me tocó esa, realmente no es una situación en la que puedas escoger”.

-Además del personal médico, ¿a quiénes se les está aplicando actualmente la vacuna y cuáles son los requisitos?-

“Aquí en Estados Unidos la logística funcionó de la misma forma que se quiere hacer en otros países, se le dio prioridad a las personas que trabajan en el área de salud y que están en contacto con los pacientes, después siguieron con las personas mayores de 75 años, y luego se bajó a los mayores de 70 años, que son grupos vulnerables y que si se contagian pueden correr riesgos. Poco a poco se han estado ampliando estos grupos de edad, lo que se busca es que gran parte de la población pueda estar protegida”.

-¿Es nuevo o ya existía este término de ‘turismo de vacunas’?-

“El ‘turismo de vacunas’ es un término nuevo, pero sin duda el turismo médico es muy común, de hecho la industria médica y dental de Tijuana se beneficia mucho de esta actividad, en cuestión de las vacunas realmente es algo que surgió con la pandemia de COVID-19. Me llamó mucho la atención que ya haya agencias que organizan este tipo de viajes, porque hasta cierto punto le dan juego a este tipo de gente que se queja de que los extranjeros que vienen a aprovecharse de los beneficios de los que sí pagan impuestos, supongo será una tendencia que irá creciendo y no considero que sea correcto, no sabría decirte si es ilegal o no, porque cada día los estados van actualizando los requisitos y las modalidades. Sobre todo hay que reflexionarlo porque no hay un exceso de vacunas, claro que esta práctica va a generar mucha polémica si no se regula, se convertirá en un tema de si tienes o no para viajar y pagarlo, algo que sería calificado hasta como elitista”.

-Por último, con la entrada de Joe Biden a Estados Unidos, ya es necesario tener una prueba negativa de COVID-19 para entrar al país, ¿crees que más adelante lo que nos pidan para ingresar sea un certificado de vacunación?-

“En muchos países es necesario tener ciertas vacunas para enfermedades regionales, desde luego creo que en futuro será un requerimiento contar con la vacuna contra el COVID-19, a medida que vaya avanzando la vacunación en el mundo, y es una excelente idea para que poco a poco todo se vaya normalizando. Creo cien por ciento que todos debemos vacunarnos, la súper recomiendo, me dedico a la investigación para probar medicamentos y eso es lo importante, motivar a la gente a que se vacune y que sepan que no es un invento de la noche a la mañana, es el resulto de la ciencia y desde luego es importantísimo transmitir ese mensaje”.