La resaca después de los XV años de Rubí
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La resaca de la fiesta fueron las enormes cantidades de basura que se registraron en el lugar donde tocaron Grupo Capaz (antes K-Paz de la Sierra), Banda Jeréz y los Indomables de Cedral
Charcas, San Luis Potosí.- Con un aproximado de 30 mil asistentes terminó la quinceañera más esperada del año. Los invitados llegaron directamente de países como Polonia, Estados Unidos, Argentina, y de todos los rincones más escondidos de México.
Miles poblaron las regiones aledañas a La Joya en hoteles de paso, posadas y hostales que se rumora fueron abarrotados desde las primeras horas de ayer.
Sin embargo, para muchos no hubo suerte, o decidieron terminar la aventura acampando a los lados de la carretera que comunica al municipio de Villa de Guadalupe, con La Joya y Laguna Seca (donde se llevó a cabo el baile de los XV años).
La resaca de la fiesta fueron las enormes cantidades de basura que se registraron en el lugar donde tocaron Grupo Capaz (antes K-Paz de la Sierra), Banda Jeréz y los Indomables de Cedral.
Este fue motivo suficiente para que los asistentes ocuparan la mayor parte de la carretera que lleva a Laguna Seca, saturada hasta altas horas de la madrugada por jóvenes y familias en búsqueda de la fiesta prometida donde beberían enormes cantidades de cerveza, Buchanan’s, tequila Don Julio y el Mezcal La Joya de la región.
Nunca antes se había visto a una quinceañera bailar el vals de “La muñeca” encima de un enorme escenario, el cual compartió con los políticos y famosos que cumplieron su promesa de asistir a la fiesta que don Crescencio Ibarra ofreció en honor a su hija Rubí; sin olvidar, claro, a los cientos de fotógrafos que acompañaron en todo momento a la joven, en busca del mejor ángulo.
Otro personaje que acudió al evento de la familia Ibarra para acompañar a la festejada, fue Lady Wuu, cuya fama surgió también a raíz de un video que se viralizó en redes sociales, casi a la par que la “invitación masiva” que lanzó el padre de la quinceañera a través de internet.
El saldo que dejó la concurrida quinceañera, fue un enorme tapiz de basura con todo tipo de desechos, entre ellos la comida que vendieron los pobladores de San Luis Potosí; restos de mazorcas de elotes, huesos de carne asada, envases de refresco, pañales para bebé, fue lo que los miles de asistentes dejaron en el llano de 25 hectáreas que sirvió para que decenas de parejas marcaran sus mejores pasos.
Hasta el momento, ni autoridades de servicios primarios, ni ecología del municipio de Charcas o Villa de Guadalupe han hecho acto de presencia, mucho menos se ha determinado la cantidad de basura que dejó a su paso el evento más esperado en las últimas semanas.
Desde el día de ayer, Jorge Farfán, director de Protección Civil de San Luis Potosí, comentó que la fiesta que organizó la familia Ibarra García todavía prevalecía en carácter de privada, aunque hayan abierto las puertas al público en general, por lo que aún no se determina si será la familia Ibarra García quienes tengan que reunir esfuerzos entre amigos, familiares y pobladores para limpiar el predio que albergó la fiesta que acabó poco después de las cuatro de la mañana.