Termina luchando por su vida tras una infección, ¡por morderse las uñas!
Steven fue llevado de urgencia al hospital, donde se descubrió que tenía un caso extremo de paroniquia, una infección de la piel de la uña
Un hombre terminó luchando por su vida por culpa de una infección grave provocada por el hábito de morderse las uñas toda la vida.
Steven MacDonald, de 48 años, fue llevado de urgencia al hospital unos días después de notar que su dedo índice de la mano izquierda se le había infectado.
Este ex cartero, que se mordió las uñas toda la vida, utilizó sulfato de magnesio siguiendo la recomendación de un farmacéutico, en un intento de curarlo.
Pero el dedo siguió hinchándose y comenzó a supurar un pus verde.
Cuatro días más tarde, su novia, Karen Peat, de 47 años, vio que se le había extendido una erupción cutánea del dedo al antebrazo.
Steven fue llevado de urgencia al Hospital de la Universidad Monklands, North Lanarkshire (Escocia), donde se descubrió que tenía un caso extremo de paroniquia, una infección de la piel de la uña.
A los médicos les preocupaba que la infección se extendiera, por lo que lo mandaron al hospital Glasgow Royal, donde lo operaron de urgencia para salvarle la vida.
Al recordar la gravedad de la situación, Karen, madre de dos hijos que trabaja de cuidadora en Coatbridge, un pueblo cerca de Glasgow (Escocia), dijo: “Al principio no estábamos tan preocupados porque había tenido pequeñas hinchazones por morderse las uñas antes, pero cada vez se puso peor y luego me mostró la erupción. Ahí empecé a entrar en pánico”.
“Sabía que era bastante grave, así que lo llevé corriendo a nuestro hospital local. El médico lo revisó y rápidamente le hicieron pasar de largo la cola de urgencias”.
“Tras darle una fuerte inyección de antibióticos, nos dijeron que tendríamos que ir directamente al hospital Glasgow Royal para que se sometiera a una operación de urgencia”.
“Nos dijeron que si lo hubiéramos dejado pasar unas pocas horas más, podría haber muerto”.
“Estaba muy asustada”.
Al principio la pareja no se preocupó cuando el dedo empezó a enrojecerse y a picarle, pero al ver que se ponía verde y se hinchaba, Karen insistió en que lo revisaran en la farmacia local.
El farmacéutico tampoco pareció preocuparse y le recomendó sulfato de magnesio, que se usa para sacar astillas, pus o zonas de piel infectadas.
Dado que el dedo siguió hinchándose, Steven visitó a otro farmacéutico, quien, “preocupado”, le reservó una cita en un consultorio médico sin turno previo.
Steven recuerda que el doctor no estaba tan preocupado, pero le recomendó que fuera al hospital para que le hicieran una punción y se lo limpiaran correctamente.
Al enterarse de que tendría que esperar ocho o nueve horas, la pareja decidió dejarlo hasta primera hora del día siguiente.
“Pero cuando me levanté al día siguiente tenía una erupción en todo el brazo que venía desde el dedo, un poco como una quemadura de sol”, recuerda Steven.
“No pensé mucho en ello, pero Karen parecía bastante preocupada, así que fuimos a urgencias”.
Allí, a Steven le suministraron antibióticos y lo mandaron directo al hospital Glasgow Royal para una cirugía.
Tras una operación de dos horas para retirar la carne infectada, el 6 de enero de este año, Steven fue puesto en observación cuatro días más, antes de ser enviado a casa para recuperarse.
Después de su terrible experiencia, Steven ha dejado su hábito de morderse las uñas.
“He tenido la tentación de mordérmelas varias veces, ya que es un hábito que he tenido durante mucho tiempo, pero me he dicho a mí mismo que no”.
“Ahora es raro no morderlas, veo que me crecen muy rápido”.
“¡Me la paso haciendo bromas con que voy a necesitar hacerme una manicura!”.
“Pero en serio, realmente no puedo agradecer lo suficiente al Servicio Nacional de Salud, reaccionaron muy rápido, fue increíble”.
Más allá de la posibilidad de que la uña no le vuelva a crecer, Steven, padre de un niño, sigue siendo positivo.
Ha elegido compartir su experiencia para advertir a otras personas con ese hábito de los peligros.
“Esta prueba me ha enseñado una gran lección, a cualquiera que se muerda las uñas, por favor, ¡aléjate los dedos de los dientes!”, dijo.
“Nunca antes tuve un problema como este, pero me ha dejado pensando seriamente en la vida y la muerte”.
“Hacía bastantes bromas con ello hasta que salí de la operación y me di cuenta de lo cerca que había estado”.
¿Qué la paroniquia?
De acuerdo a Patient.info, la paroniquia es una infección común de la piel que hay al lado de las uñas. El pliegue ungueal se ve hinchado, inflamado y a veces también blando.
El tratamiento suele incluir antibióticos para infecciones por gérmenes (bacterianos), pero en ocasiones se necesita una intervención quirúrgica para drenar el pus acumulado.
Morderse las uñas puede volvernos más propenso a infecciones como la paroniquia porque causa lesiones cutáneas, lo que permite que entren los gérmenes presentes en la piel.