Usará ASF nuevas tecnologías
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No dejará un peso sin revisar del gasto federal, ejercido por aproximadamente 7 mil instituciones públicas
CDMX.- La Auditoría Superior de la Federación (ASF) se prepara para echar mano de las nuevas tecnologías y del conocimiento de jóvenes egresados de la carrera de Ciencia de Datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para no dejar un peso sin revisar del gasto federal, ejercido por aproximadamente 7 mil instituciones públicas.
El auditor del gasto federalizado, Emilio Barriga, explicó que con el avance de la tecnología la dependencia no puede permanecer sin actualizarse.
Además, en caso de que la Unión Americana apruebe el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), el capítulo anticorrupción obligará a las autoridades del país a poner en marcha una auditoría más especializada que la que actualmente se realiza. “Son 2 billones [de pesos] los que tenemos que revisar anualmente y es una multiplicidad de fondo. Tenemos que asegurarnos que se haya hecho un buen uso de esos recursos”, mencionó.
El experto habló con este diario sobre los convenios que llevarán a la ASF a su renovación, como el que la máxima casa de estudios avaló crear en marzo pasado, para que los egresados de la carrera de Ciencias de Datos colaboren con la dependencia. “Queremos que nos ayuden a construir y a programar algoritmos que nos permitan identificar alguna irregularidad.
“Es un mundo de información que si uno la quiere analizar de manera tradicional, con un Excel, pues es imposible, por eso se da el acercamiento con la Facultad de Ciencias, porque ellos saben procesar estos grandes volúmenes de datos”, explicó Barriga Delgado.
Detalló que a los 7 mil entes que ejercen el gasto público en todo el país se les realizan cerca de 36 millones de facturas electrónicas por año, y para poder detectar redes de corrupción entre los ejecutores de los recursos y los proveedores, el ejercicio tarda meses.
Así que algunos de los algoritmos, agregó, que los egresados podrían ayudar a identificar son los que tienen que ver con las contrataciones de empresas fantasma y de dos o más firmas que tengan al mismo dueño, así como la compra de facturas falsas.
“De esas 36 millones de facturas podríamos saber cuántas son de empresas fantasma”, indicó.
Además, dijo, esperan firmar un convenio con el Banco Mundial en noviembre, para que sus auditores capaciten al personal especializado de la ASF y se puedan revisar los universos enteros del gasto federal con nuevos programas electrónicos.
Barriga Delgadillo señaló que los resultados serían palpables, como no dejar un peso sin auditar, pues ya no se tomarían muestras para auditar, sino sólo una parte del gasto; se podrían reconocer redes de corrupción en cuestión de horas, incluso se evitarían intentos de sobornos y amenazas a los auditores.
“Lo que se hace tradicionalmente es trabajar con muestras, porque es imposible ver todo el universo de lo auditado, mientras que ese subconjunto de casos es estadísticamente representativo del todo. Ahí se da oportunidad a los entes auditados que, sabiendo que no se revisa todo, cometan cierta irregularidad.
36 millones de facturas requieren revisión para saber si son o no falsas.