Vulcanol, el combustible que sale de los volcanes
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La multinacional china Geely, empresa matriz de Volvo, está haciendo pruebas con un combustible extraído de la actividad volcánica
Volvo, o mejor dicho la multinacional china Geely, su marca matriz, lleva un tiempo experimentando en Islandia con un nuevo combustible extraído directamente de la actividad volcánica. La empresa Carbon Recycling International (CRI), de la que Geely es accionista está utilizando desde 2015 seis sedanes de la submarca Emgrand para investigar este nuevo tipo de combustible. Se trata del Vulcanol, que no es otra cosa que metanol obtenido industrialmente a partir de la intensa actividad geotérmica que tradicionalmente ha provisto de energía a los hogares islandeses.
Los Emgrand 7 experimentales son del típo híbrido bifuel: pueden funcionar tanto con gasolina convencional como con otro tipo combustible, que en este caso es el Vulcanol. La razón de seguir usando gasolina es que en algunas circunstancias, sobre todo en los arranques en frío (bajo las condiciones extremas de Islandia), se requiere un combustible de mayor poder calorífico que el metanol, también conocido vulgarmente como “alcohol de quemar”.
El motor de los Emgrand 7 es un cuatro cilindros 1.8 convencional que, una vez alcanzada su temperatura de funcionamiento, puede alimentarse con Vulcanol, consiguiendo muy bajas emisiones, sobre todo de partículas finas, ya que este combustible carece de azufre.
COMBUSTIBLES ALTERNATIVOS
La empresa CRI produce el Vulcanol capturando el dióxido de carbono (CO2) fósil liberado a través de la corteza terrestre por los volcanes. Aprovechando también la energía eléctrica obtenida de esa misma actividad geotérmica, CRI consigue generar hidrógeno por un proceso de hidrólisis. El metanol así obtenido es un combustible alternativo mucho menos contaminante tanto en su proceso de obtención como en su propio uso.
No es algo nuevo utilizar alcoholes como combustible de automóviles, ya sean puros o bien mezclados con la gasolina. Países como Brasil o China llevan utilizando hace muchos años el etanol obtenido de la destilación de materia orgánica de la biomasa y el metanol ha pasado a formar parte de los nuevos combustibles derivados del gas natural.
La propia Volvo y otras grandes marcas, como Ford o Volkswagen, han venido desarrollando desde hace décadas tecnologías específicas para adaptar sus motores a funcionar con alcoholes como el Bioetanol E85 (85% de etanol y 15% de gasolina) que podemos encontrar en las gasolineras europeas. Ahora, el Vulcanol obtenido del CO2 liberado por los terrenos volcánicos de Islandia, podría sumarse a la lista de los combustibles a base de metanol y servir de alternativa a la gasolina y el diésel mientras se complete el proceso de electrificación total en los automóviles.
FUTURO
El estudio experimental va a completar ya dos años, y los seis Geely Emgrand 7 han demostrado la viabilidad del proyecto y consolidado esta nueva línea de investigación. La obtención de energía geotérmica en forma de Vulcanol permitiría una reducción del 70% de emisiones de CO2 respecto a un automóvil de gasolina. Por ahora, la experimentación de este nuevo combustible (alternado con la gasolina para los arranque a muy bajas temperaturas, en las que el Vulcanol no consigue vaporizarse) registra ya emisiones de CO2 de un tercio de las registradas con un vehículo convencional de gasolina.
Pero las ventajas del Vulcanol, del que ya se pueden producir 4.000 toneladas anuales en la planta islandesa de Svartsengi, no se limitan a su combustión, mucho más limpia. También se trata de un combustible completamente sintético que no contiene ninguna de las partículas residuales de los derivados del petróleo, como el nocivo azufre.
El futuro del proyecto es prometedor, por los resultados obtenidos en este tiempo, por el compromiso del gobierno islandés (el primero de Europa que estableció un acuerdo de libre comercio con China) y por el de Geely, que ratificó ante las autoridades de Reikiavik su compromiso de alcanzar a largo plazo en sus vehículos cero emisiones de CO2.