Casa de Manuel Acuña en Saltillo busca ser centro cultural; restauración total cuesta 2 mdp
“Si Manuel Acuña murió pobre, el objetivo es que sea el último en morir así por dedicarse al arte”, expresó Osiel Avilés, quien abrió las puertas del inmueble a VANGUARDIA y a la sociedad saltillense
El pasado 27 de agosto fue un aniversario más del nacimiento del poeta saltillense Manuel Acuña, marcado no solo por su obra que ha trascendido siglos, sino por la condición de su muerte.
A casi 200 años de aquel nacimiento en la casa hoy marcada con el 394 —originalmente otro—, el inmueble ha abierto sus puertas a creadores y artistas que quieran, como Acuña, una oportunidad de explotar su talento sin tantas carencias.
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Osiel Avilés, propietario de la casa ubicada sobre la calle Ignacio Allende, mencionó que pretende crear un centro cultural en el que las personas creadoras puedan tener su residencia.
La casa está integrada en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde se recoge que data del siglo XIX.
En la fachada se lee en una placa: “En esta casa nació Manuel Acuña el 27 de agosto de 1849. La sociedad mutualista que reconoce al ilustre saltillense”.
Escribe Juan de Dios Peza, amigo personal del autor y con quien quedó de encontrarse antes de suicidarse, que el cuarto de Acuña era escueto y sombrío.
Recordó que daba la imagen de una pobreza extrema, que había un catre con colchón raído cubierto por un sarape saltillense, un buró en la cabecera, una mesa desvencijada color azul pálido, tres sillones en el abandono y un librero hecho de cajones con tres tablas largas, recoge el escritor Marco Antonio Campos.
“Si Manuel Acuña murió pobre, el objetivo es que sea el último en morir así por dedicarse al arte”, expresó Avilés, quien abrió las puertas del inmueble a VANGUARDIA y a la sociedad saltillense.
INICIA TIENDA DE DISEÑO Y TALLER DE TATUAJES
Sobre la cochera, Avilés ha instalado una tienda de diseño que combina antigüedades con artículos modernos, como ilustraciones de artistas de distintos orígenes contemporáneos.
El saltillense mencionó que si bien es un orgullo poseer la casa donde nació y vivió sus primeros años el poeta, también señaló que ha sido muy retador mantenerla en buenas condiciones.
“Queremos que la gente que produzca tenga ahí un espacio y, como la casa sí tiene un tamaño considerable, estamos tratando de hacer que también artistas tengan ahí su residencia. Ya hay gente que está ocupando espacio, que tiene su estudio y que también se ocupan de diferentes áreas de diseño y arte”, explicó.
Nallely Hernández es una de las primeras personas en utilizar el espacio de la casa para sus creaciones, pues ya ha instalado su estudio de tatuajes.
Avilés además indicó que la intención no es albergar necesariamente artistas locales, sino que quienes sean artistas o diseñadores tengan un espacio de expresión y venta.
RESTAURACIÓN Y MANTENIMIENTO, RETOS
El saltillense señaló que hasta el momento no ha habido acercamientos con autoridades para el mantenimiento del inmueble, al que se le han tenido que hacer costosas intervenciones.
“Es súper complicado (mantener la casa). La red eléctrica se tuvo que sustituir en su totalidad. Creo que el siguiente paso sería la tubería, porque son tuberías de barro súper viejísimas que también será necesario sustituirlas para tener los servicios básicos”, mencionó Avilés.
Además, indicó que constantemente se tienen que reparar detalles como goteras, pues aseguró que el mantenimiento del adobe es mucho más complicado y no es caro.
Señaló que, aunque ha invertido una buena cantidad de dinero, ha calculado que aún se necesitan alrededor de dos millones de pesos para una restauración completa del inmueble, que sirvió como residencia para la familia de Avilés hasta hace cerca de cinco años.
Osiel además comentó que hay casas de aproximadamente la misma época a las cuales no se les ha invertido y han terminado por desgastarse tanto hasta derrumbarse.
‘ES UNA RESPONSABILIDAD’
Osiel Avilés comentó que ser propietario de la casa donde nació Manuel Acuña le genera un sentido de responsabilidad al tener una parte del patrimonio de la ciudad.
“Lo que nos representa y nos entusiasma mucho es la parte de impulsar una especie de galería o centro cultural, porque también es importante saber que así como hubo personas importantes en la escritura, en el arte y en la carrera dentro de Saltillo, hay personas que actualmente siguen incursionando en este tipo de cosas y necesitan un lugar que precisamente apoye y no los haga pasar en el anonimato”, expresó.
Mencionó que la casa ya puede ser visitada por el público en general los fines de semana de 16:00 a 21:00 horas además de que se tienen planeadas exposiciones para lo que resta del año. Para enero se planea un encuentro de ilustradores del noreste.
“Existe cierta carencia en cuanto a estos espacios en Saltillo y al mismo tiempo es muy curioso que una persona ilustre como Manuel Acuña tuvo que salir de su lugar de nacimiento para llegar a Ciudad de México y tener una vida estable, por llamarlo de alguna forma.
“Y justo ahora sigue habiendo esa misma carencia después de tantos años también en Saltillo, que existen artistas o personas creativas que no tienen sus espacios que fomenten su producción”, explicó.
