Coahuila: Detonan falta de oportunidades y situación económica tendencias suicidas
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La combinación de esos factores con trastornos mentales potencian la ideación suicida; personas de 25 a 30 años, las que más intentan quitarse la vida
Médicos residentes del Centro de Salud Mental (CESAME) siguen desde hace años distintas líneas de investigación respecto al fenómeno del suicidio en la entidad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), desde 2017 las muertes autoprovocadas van en ascenso, pero es después de la emergencia sanitaria por COVID-19, que las muertes de personas por esta vía se dispararon.
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Antonio Gómez Quiroga, médico residente de la especialidad de Psiquiatría, refiere que, con base en información de género, ingresos económicos, religión, aspectos laborales, de educación y cultura, recolectaron información con la que obtuvieron escalas de depresión, desesperanza e impulsividad.
“Lo que es importante saber del suicidio, es que el suicidio es el desestresante final. La persona tuvo que haber tenido múltiples factores de riesgo antes, se acumularon desventajas que hacen una especie de efecto dominó que hace que las piezas colapsen”, resaltó el médico.
Los factores de riesgo son el estrés, la ansiedad y las enfermedades mentales. Las desventajas son las condiciones de vida de las personas por su situación económica, laboral, de salud, atravesar por una ruptura amorosa, el sitio donde viven, el ambiente en el que se desarrollan, entre otros.
De acuerdo con el profesional de la salud, hay dos fenotipos de personas suicidas: los que planifican su muerte y los que lo hacen por impulso. Estos son diferentes en sus factores de riesgos y estrés.
“Nuestros estudios revelan que hasta el 70 por ciento de las personas suicidas no planifican su muerte. La minoría es la que planifica”, reveló. “Nuestro estudio revela que las mujeres son quienes con mayor frecuencia intentan suicidarse en nuestro estado, pero son los hombres los que más lo cometen y llegan a morir por suicidio”.
El estudio realizado es de 2021 y mostró que son las personas de entre 20 y 25 años de edad quienes más se provocan la muerte; suelen tener estudios por debajo de la preparatoria, en la mayoría de los casos tienen un ingreso mensual menor a los 10 mil pesos, no practican ningún tipo de religión, aunque la mayoría se asume católico, y tienen antecedentes de abuso en la infancia.
Por densidad poblacional, Saltillo y Torreón son los municipios donde mayor número de muertes autoprovocadas se registran en el estado. En la capital coahuilense la zona periférica sur, de oriente a poniente, es la de mayor incidencia.
Entre el 40 y 50 por ciento de los casos de personas que han perdido la vida por suicidio, tiene antecedentes de haberlo intentado y cuenta con un grado de impulsividad mayor al de las personas promedio.
“Es decir, para suicidarse, hay que tener un grado de impulsividad independientemente si planificas o no. Otra cosa que encontramos es que los pacientes que sí planifican suelen tener mayor grado de depresión o enfermedad mental, una carga crónica de trastornos afectivos y diagnósticos más contundentes”.
Antonio Gómez Quiroga dijo que la mayoría de los programas de prevención de suicidio, están diseñados para abordar el suceso planificado, desde las personas que van dejando señales, pero consideró importante no dejar de ver a quienes lo hacen por impulso.
El residente de la especialidad de psiquiatría trabaja un proyecto de tesis que estudia este fenómeno desde la epigenética, es decir, la posibilidad de que el suicidio se encuentre alojado en algún gen y éste pueda trasmitirse por herencia entre familiares.
“No hay un gen específico, sino varios genes que parecen estar asociados y que tienen que ver con transportadores de serotonina, de dopamina. Hay varios genes que parecen tener cierta asociación, o que se han encontrado, pero ninguno predice con seguridad”.
TRABAJAN EN INVESTIGACIÓN
Actualmente el médico y dos colegas, Ileana González Sánchez y Melissa Parra Martínez, trabajan un proyecto protocolo con la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) Unidad Saltillo, para extraer del ADN genes candidatos que muestren alguna alteración o cambios sutiles, que muestren información sobre el suicidio.
Los avances de este proyecto serán presentados en el Congreso Nacional de Psiquiatría, cuyos miembros eligieron el trabajo para ser analizado y discutido por especialistas de todo el país.