Coahuila: Diabetes, ‘herencia’ familiar a la que puedes renunciar
En miles de hogares mexicanos, la escena se repite en silencio: un miembro de la familia recibe el diagnóstico de prediabetes o diabetes tipo 2. Aunque parezca un problema individual, el impacto es colectivo: en México, 21.7 millones de personas adultas viven con prediabetes y al menos 4.5 millones más padecen diabetes sin saberlo. En este contexto, el hogar se transforma en el primer frente de prevención y el lugar donde se construyen o se repiten los factores de riesgo.
La predisposición genética es un factor clave en este fenómeno. El riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 es del 40 por ciento si uno de los padres tiene la enfermedad, y puede elevarse hasta el 70 por ciento si ambos progenitores están diagnosticados, advierte el endocrinólogo José Gotés Palazuelos.
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En Coahuila, la diabetes es una de las principales causas de muerte.
“La diabetes se vive en familia. Los familiares de primer grado tienen hasta tres veces más probabilidades de presentar alteraciones en la glucosa”, explicó el especialista.
Durante los primeros 11 meses de 2024, en Coahuila se emitieron 21 mil 658 nuevos diagnósticos de diabetes mellitus, cifra que representa un aumento significativo respecto al mismo periodo de 2023, cuando se contabilizaron 15 mil 726 casos.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2024 se confirmaron 21 mil 574 nuevos casos de diabetes tipo 2, de los cuales 12 mil 081 corresponden a mujeres y 9 mil 493 a hombres. Asimismo, se registraron 84 diagnósticos de diabetes tipo 1, con 46 casos en mujeres y 38 en hombres.
En contraste, durante el mismo lapso pero de 2023 se reportaron 15 mil 571 casos de diabetes tipo 2 —8 mil 878 en mujeres y 6 mil 693 en hombres—, así como 155 diagnósticos de diabetes tipo 1, de los cuales 100 fueron mujeres y 55 hombres.
Estos datos reflejan no solo un aumento en la prevalencia de la enfermedad, sino también una mayor carga entre la población femenina, lo que refuerza la necesidad de fortalecer estrategias de prevención y detección oportuna en todos los grupos de edad.
Según el informe Sinave, durante 2024 se reportó un aumento de enfermedades crónicas en Coahuila relacionadas con los malos hábitos alimenticios, destacando la diabetes tipo II y la hipertensión, mientras que los casos de obesidad han disminuido ligeramente en comparación con el año anterior.
El estado cuenta con una población aproximada de 3.147 millones de habitantes (según datos del Inegi 2020), por lo que al menos el 2.18 por ciento de los coahuilenses podría padecer alguna de estas enfermedades.
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Desde edades tempranas, la alimentación rica en azúcares, grasas saturadas y productos ultraprocesados incrementa el riesgo de desarrollar alteraciones metabólicas. En México, el 37 por ciento de escolares y el 40 por ciento de adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, condiciones que se relacionan directamente con resistencia a la insulina y riesgo temprano de diabetes.
En los adultos jóvenes, factores como el estrés, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el poco descanso suelen ser detonantes silenciosos. “Hay casos en que alguien acude al médico por cansancio o por no poder bajar de peso, y descubre que tiene la glucosa alterada desde hace años”, apuntó Gotés.
Para los adultos mayores, el panorama puede complicarse aún más al combinarse con hipertensión, colesterol elevado y pérdida de masa muscular, lo que dificulta el control de la glucosa y aumenta los riesgos de complicaciones.
LA PREVENCIÓN COMIENZA EN CASA
A pesar de estas cifras, el diagnóstico no debe vivirse como una sentencia. La prediabetes puede revertirse y la diabetes tipo 2 puede controlarse eficazmente, mejorando la calidad de vida del paciente y de quienes lo rodean.
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“La salud metabólica comienza en casa. Un diagnóstico en la familia es una oportunidad única para actuar en conjunto”, afirmó Gotés Palazuelos.
Desde la alimentación y el descanso, hasta la actividad física y los chequeos médicos regulares, cada decisión en el entorno familiar puede convertirse en una acción de prevención colectiva. Estudios preventivos, como la medición de glucosa en ayunas, son clave en hogares con antecedentes familiares.
CAMBIAR LA HISTORIA SÍ ES POSIBLE
Tener un familiar diagnosticado no es una condena, sino una alerta temprana que puede salvar vidas. Actuar a tiempo, informarse y transformar los hábitos familiares puede significar la diferencia entre una generación con riesgo y otra que elige una vida con energía, salud y bienestar duradero.