Coahuila: El impacto en la educación ante la falta de una obligatoriedad clara

La educación preescolar en México aún enfrenta un reto de fondo: la baja inscripción de niñas y niños en los primeros dos años del kínder. Y aunque la asistencia a tercero de preescolar ha ganado terreno por ser el requisito previo a la primaria, muchas familias optan por no cursar primero ni segundo, en parte por desconocimiento, en parte por economía.

Esta decisión, que parecería menor, ha impactado en la demanda de plazas para docentes de ese nivel, como lo ha observado la Benemérita Escuela Normal de Coahuila.

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Según explicó el Dr. Rubén Barragán Páramo, coordinador general de Educación Normal y Actualización Docente en el estado, este fenómeno es multifactorial: por un lado, no existe una obligatoriedad clara en la educación inicial que abarque de manera efectiva los tres años de preescolar, y por otro, hay una falta de cultura sobre la importancia de esa etapa en el desarrollo socioemocional, cognitivo y psicomotor de la infancia.

“El preescolar tiene las bases de toda la formación de un ser humano. A través del juego se desarrollan habilidades de pensamiento científico, control mente-cuerpo, y se fomenta la interconexión neuronal”, explicó.

Frente a este panorama, la Normal no se ha detenido. Al contrario: ha reforzado sus acciones en cuanto a la formación de docentes que respondan a las nuevas necesidades del sistema educativo. Actualmente, la institución forma parte de proyectos como SEE Learning, desarrollado por el equipo del Dr. Daniel Goleman de la Universidad de Emory, con el fin de fortalecer habilidades socioemocionales tanto en estudiantes como en docentes.

En la práctica, explicó el coordinador, significa que los futuros maestros aprenden a manejar sus emociones, conectar mejor con sus alumnos y tomar decisiones desde la empatía. La idea es que no solo enseñen materias, sino que también sepan crear espacios seguros y más humanos dentro del aula.

Otro de los pilares clave en su modelo actual es el dominio del inglés. A través del programa Inspira Coahuila, estudiantes con nivel B2 han comenzado a impartir clases del idioma en primarias públicas, y se proyecta un aumento en la cobertura para el siguiente ciclo escolar. De hecho, cada generación tiene la oportunidad de certificarse con Cambridge, lo que amplía sus opciones laborales más allá del aula tradicional.

“Hoy, egresar de la Normal no solo significa ser maestro de primaria o preescolar. Con una certificación en Cambridge, también puedes trabajar como teacher en instituciones bilingües”, detalló Barragán. “El número de estudiantes con certificación ha crecido: en un inicio solo 25 lograban el nivel requerido, y hoy ya son alrededor de 70 por generación quienes egresan con ese aval internacional”, dijo.

Además del inglés y las habilidades socioemocionales, la Normal ha comenzado a incorporar elementos de inteligencia artificial en la formación docente. Este enfoque, señala Barragán, no es una moda, sino una necesidad para preparar a maestras y maestros capaces de adaptarse a las herramientas que ya forman parte del entorno educativo.

La empleabilidad inmediata también forma parte de su diagnóstico. A través de un programa de seguimiento a egresados, avalado por certificaciones oficiales dijo Barragán, se monitorea cuántos obtienen plaza, cuántos trabajan en instituciones privadas o se trasladan a otros estados. “Aproximadamente el 90% logra posicionarse casi de inmediato, sobre todo en primaria y secundaria. En preescolar es más complejo, por la baja demanda”, reconoció.

Actualmente, la matrícula en las escuelas normales del estado ronda los 3 mil estudiantes. Tan solo este fin de semana, 2 mil 600 aspirantes presentaron examen de admisión para obtener uno de los 800 lugares disponibles. La alta demanda refleja no solo el prestigio sostenido de la institución, sino también la vigencia del compromiso docente en un país que aún construye su base educativa desde los primeros años.