Cuaresma 2023: acuden decenas de feligreses a la Catedral de Saltillo para la imposición de ceniza
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Durante la mañana de este 22 de febrero, el obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario González García, encabezó la ceremonia de Imposición de Ceniza desde la Catedral de Santiago que, de acuerdo al calendario litúrgico, da inicio a la Cuaresma de este 2023 y tras 40 días concluye con la Resurrección de Jesús.
Fueron cientos de feligreses los que arribaron hasta el altar de diferentes capillas, parroquias y templos para arrodillarse y recibir en la frente una marca de ceniza con la señal de la cruz, bajo la frase “arrepiéntete y cree en el evangelio”.
“El principal objetivo de la Cuaresma es prepararse para la Pascua, donde el centro es Jesús, quien nos pone ejemplo y modelo de dar la vida por los demás.
“Nosotros como cristianos tenemos estos cuarenta días de preparación para que, caminando con Jesús, lleguemos también a la Pascua renunciando al mal para tener la gracia, la vida y la fraternidad con todos nuestros demás prójimos”, manifestó Monseñor al inicio de la imposición de ceniza.
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Recordó que el signo de la ceniza significa el luto y la tristeza que el pecado trae a nuestra vida, también recuerda la condición frágil porque el hombre no siempre se comporta como Dios quiere y esta se coloca sobre la cabeza como signo de arrepentimiento.
“También es un signo de penitencia, porque queremos cambiar, queremos convertirnos al señor e iniciamos también con otro signo penitencial, que es el ayuno, cuando nos privamos libremente de algún alimento, aunque lo que en realidad estamos haciendo es renunciar para tener orden en nuestra vida y para compartir con los demás, para poner también orden a nuestras pasiones”, agregó.
Además, este 2023, la imposición de ceniza se enfocó en los valores de la escucha, el diálogo, la fraternidad, la participación y la misión, explicó, así como los atletas hacen ejercicio físico para tonificar su cuerpo o para prepararse para la competencia, nosotros espiritualmente hacemos un ejercicio de la voluntad del alma, para disponernos al encuentro con Dios.
“Entonces el ayuno, la oración, la limosna o compartir con los que no tienen nos ayudan también a que haya ese orden y esa fraternidad con todos los demás, invitar a toda la comunidad especialmente los católicos para que estos 40 días de Cuaresma nos dispongamos a realizar penitencia y dichas prácticas religiosas”, comentó el Obispo.
Si yo me privo voluntariamente de un alimento, agregó, es porque quiero compartir ese alimento con los demás, y eso, reiteró, es lo más importante de la Cuaresma.