Cuidado, Saltillo: antojitos de Rosca de Reyes y chocolatito pueden ser cóctel explosivo para diabéticos e hipertensos

¡Cuidado con el antojo de la Rosca de Reyes y su respectiva taza de chocolate! Las personas diabéticas e hipertensas deben evitar en lo posible o reducir al mínimo su consumo porque un gustito para iniciar el año puede elevar en forma significativa sus niveles de azúcar y, en algunos casos, obliga a visitar al médico o los servicios hospitalarios de urgencia.

Una porción de 100 gramos de la tradicional rosca contiene 400 calorías en promedio y una pequeña taza con chocolate contiene 300 calorías, pero pueden tener más de 600, dependiendo de su preparación, y la taza de champurrado puede tener de 350 a 400 o más calorías, advirtió la nutrióloga Andrea Martínez.

Una alta cantidad de calorías pueden elevar de manera significativa los niveles de azúcar, con el riesgo de que una persona diabética sufra una descompensación y posiblemente la necesidad de acudir a atención médica y requerir hospitalización.

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La especialista recomendó a las personas moderar el consumo de estos productos, sobre todo en quienes presentan diabetes, incluso, lo más saludable es evitar su ingesta, pues por las posadas y las fiestas decembrinas hay personas que descuidan la dieta, “olvidan” tomar el medicamento y medirse la glucosa en la sangre y ya traen una “carga” excesiva de azúcar.

“La sugerencia es para personas diabéticas, hipertensas y con altos niveles de colesterol y triglicéridos, pues es frecuente que aumenten de peso y presenten descontrol en sus padecimientos. La masa y la cantidad de azúcar del pan llevan un alto contenido calórico; acompañar la rosca con chocolate o champurrado son una mezcla o un cóctel explosivo que puede provocar una recaída en la salud de las personas”.

“Por desgracia, también es una tradición mexicana el que las personas diabéticas sufran una descompensación por el descontrol del índice glucémico. Pacientes con diabetes deben valorar el cuidado de su salud, ya sabemos las consecuencias del deterioro físico que implica su descontrol: las personas, para estas fechas, ya traen una carga elevada de azúcar en su organismo por las comilonas de las posadas, las cenas y recalentados de la Nochebuena, la Navidad, el fin de año y el Año nuevo”.

Si la persona está controlada en su condición diabética o de hipertensa, puede darse un antojo pequeño para no afectar su nivel de glucosa, de triglicéridos, colesterol y de presión arterial, que en altos niveles pueden provocar recaídas físicas y hasta infartos.