Dan saltillenses último adiós a Erick Muñiz, víctima de explosión en colonia La Peñita

Familiares y amigos de Erick Muñiz lo recuerdan como una persona alegre, sociable y bromista, cuya personalidad destacaba siempre. Solo tenía 33 años y, desde que cumplió la mayoría de edad, se dedicó a ser operario de transporte, comenta su hermano Sergio.

Erick era el mayor de cuatro hermanos, y su hermano Sergio heredó su pasión por manejar camiones. “Desde que era pequeño, lo veía en su camión. Para mí, él fue como un padre”, recuerda el menor de sus hermanos.

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Conocido como “Chore”, Erick operaba la unidad 150 de la empresa KNQ, que permanece en el lugar del accidente donde él perdió la vida. La tragedia ocurrió en la calle Francisco Coss, en la colonia La Peñita, al poniente de Saltillo, la mañana del martes 17 de septiembre, cuando una explosión dejó como saldo siete personas lesionadas y cobró la vida del joven operador.

A pesar del rápido auxilio de vecinos y de los cuerpos de rescate, Erick falleció en el lugar, ya que la explosión provocó el colapso del techo en el domicilio donde se encontraba, sin darle oportunidad de escapar.

Sergio expresó que nunca imaginaron que su hermano sería la única víctima fatal. “¿Quién lo iba a imaginar?”, comentó. “Me estaba mentalizando en que, al no encontrarlo, ya había fallecido”.

“Mi hermano era una excelente persona, querido por todos. Aquí se vio”, afirmó Sergio, señalando al grupo de personas reunidas en las capillas funerarias donde era velado el cuerpo de “Chore”. “Fue un buen amigo y un gran hermano. Siempre buscaba hacernos reír”, añadió.

“Siempre nos peleábamos por cualquier cosa, pero estábamos juntos, unidos. Nos discutíamos, pero luego nos reconciliábamos. Eso es lo que más voy a extrañar: ¿ahora con quién voy a pelear?”, reflexionó su hermano.

Erick Muñiz dejó a seis hijos en la orfandad paterna, de entre 2 y 13 años. Su madre está destrozada y su familia impactada. Su pareja, quien también resultó herida en el incidente, se encuentra estable. Asistió al velorio de su amado, pero tuvo que retirarse debido a sus lesiones.

Sus compañeros de trabajo lo recuerdan como una persona llena de humor. “Era muy bromista, un excelente compañero, una gran persona”, afirmaron. “Lo vamos a echar mucho de menos, tanto compañeros como excompañeros de diferentes empresas”.

A Erick le encantaba tocar las bocinas del camión y hacer ruido. Así será recordado y despedido por quienes lo apreciaban.