El Alzheimer es la demencia más común; piden a coahuilenses no ignorar síntomas
Las personas con inicio de Alzheimer, la demencia más común, pueden mostrar síntomas reveladores como bajo rendimiento laboral, dificultad para recordar hechos y datos recientes, olvidar lo que acaban de leer, dificultad para seguir la conversación y encontrar palabras adecuadas, cuadros de depresión y ansiedad, y cada vez se presenta a edad menor por debajo de los 60 años.
“Hay pacientes que se dan cuenta de que están en la primera etapa de deterioro cognitivo, pero no lo reconocen, niegan la enfermedad, la minimizan o tratan de racionalizar y justificarlo porque mantienen funcionalidad, autonomía, aunque la realidad es que empiezan a anotar los encargos de las compras, a moverse con cierta lentitud y a mostrar cambios de personalidad”, señaló Daniel Montoya, especialista en Geriatría.
En una segunda etapa, causan baja laboral, inician los movimientos repetidos de la cabeza, tienen dificultad para usar el transporte público, hay desorientación en espacios que frecuentaba como tiendas, supermercados, cafeterías, olvidan dónde dejaron estacionado el coche, tienen dificultad para hacer cálculos matemáticos, conducir y para utilizar el celular o la computadora, y aun así negar el Alzheimer.
En la tercera etapa descuidan el aseo personal, necesitan ayuda para bañarse, afeitarse, peinarse, sufren desorientación en tiempo-espacio, tienen problemas para recordar los nombres de la pareja, los hijos y otros familiares, caminan con más lentitud, la rigidez del cuerpo es más notoria, movimientos involuntarios del cuerpo y pueden presentar cuadros de paranoia, delirio y alucinaciones, vagabundear y conducta sexual anómala.
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“También pueden no reconocerse frente al espejo, hay incapacidad para vestirse, para reconocer objetos con solo palparlos, inician con parafasia verbal, es decir, expresan una palabra con similar sonido a lo que quieren decir, pero no es la correcta; otro síntoma es la parafasia semántica donde de plano dicen una palabra ajena al objeto a señalar, y la ecolalia, donde repiten la misma palabra o frase que acaban de decir o escuchar”.
“En la cuarta etapa, que es tardía y grave, pueden presentar incontinencia esfinteriana, dependencia total, inconsciencia conductual, agresividad, hay impulsividad, hipersexualidad, tendencia a imitar conductas o gestos en otros no lo perciben”.
El especialista indicó que en una quinta etapa pueden perder la incapacidad para caminar, pueden llorar o gruñir, presentar mutismo o lenguaje incomprensible.
“Se trata de un padecimiento muy delicado y los cuidadores, generalmente familiares, también llegan a requerir tratamiento farmacológico para lidiar con el estrés, la ansiedad, la angustia y el desgaste físico y emocional que genera la atención al paciente”.
“Las demencias son progresivas, irreversibles y, hasta el momento, incurables, solamente se puede dar tratamiento paliativo y para ralentizar el deterioro cognitivo. Por ejemplo, si una persona se realiza un examen clínico a tiempo, se le puede suministrar medicamento para que la enfermedad avance con más lentitud, de manera que pueden llegar a fallecer siendo independientes y autónomos en sus actividades diarias”, concluyó.