Ella es Sandra Valenciana, madre de los niños genios de Coahuila
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Asegura que, desde muy corta edad, los niños demostraron habilidades sorprendentes
Abogada, egresada de la Facultad de Jurisprudencia, funcionaria pública, pero sobre todo, Sandra Valenciana es la madre de Juan Manuel y Alfredo, dos niños coahuilenses superdotados intelectualmente, quienes se encuentran listos para ingresar a una carrera universitaria.
Juan Manuel y Alfredo recientemente fueron destacados por su coeficiente intelectual alto de 138 y 140 respectivamente, por ello, el próximo año podrán estudiar su licenciatura.
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Ningún hijo viene con manual de instrucciones y Alfredo y Juan Manuel no fueron la excepción, puesto que, si criar un hijo puede representar un reto, que éste sea superdotado podría ser el doble de complejo.
Sandra cuenta cómo las capacidades intelectuales de sus hijos comenzaron a manifestarse desde muy chicos, con actitudes que eran pequeñas, pero resaltaban su alta capacidad intelectual.
“Una anécdota que siempre viene a mi mente cuando hablo de ese tema, es en una ocasión en que mi niño estaba jugando con el karaoke de la casa. En ese ratito nos dijo: ‘Es que lo estoy leyendo, mami’. Nosotros lo tomamos a juego, porque solo tenía 5 años y le dimos el avión. Con el tiempo nos dimos cuenta de que, en efecto, sí lo estaba leyendo”.
Cuenta que los niños tenían la habilidad de leer y escribir desde el segundo año del kínder, así como el manejo de las tablas de multiplicar, y otras señales que sacaban a relucir su alto intelecto.
“Recuerdo que cuando nos percatamos de todo lo que podían hacer nuestros niños, más que entusiasmo o asombro, nos llenamos de miedo, porque definitivamente era algo que nos aterraba enfrentar”, dijo Sandra.
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Sin embargo, con todos esos miedos e inseguridades, especialmente sobre cómo el mundo pudiera tratar a sus hijos, comenzó con los procesos de regularización para que iniciaran a desarrollarse.
Esta lucha le hizo tener diversas juntas con el personal docente de la escuela de sus hijos. Ahí, se decidió que lo óptimo era salirse del sistema tradicional.
Sandra Valenciana relata que, enseguida, puso en marcha la educación en casa, logrando el mejor desarrollo para sus hijos, así como el de sus capacidades.
“Optamos por clases particulares en casa, salimos de ese sistema tradicional al que la sociedad está tan acostumbrada. El problema es que no se les dio la validez que merecían hasta la emergencia sanitaria, cuando todos adoptaron una forma de vida similar”, expresó.
Sin embargo, Sandra señalan que fuera de lo sucedido en la emergencia sanitaria, siempre buscó el máximo desarrollo de sus hijos en los ámbitos más óptimos posibles, tanto sociales como artísticos y deportivos.
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Desde practicar deportes como el básquetbol, el fútbol y la natación, hasta el dominio en actividades como los videojuegos, pasando por las artes, específicamente en la música; Sandra siempre buscó que sus hijos exploraran todos los ámbitos posibles.
Relata que fuera de los ámbitos académicos, siembre optó por que sus hijos aplicaran para las actividades que “los llenaran”, rompiendo el paradigma del niño genio; “siempre fueron bien inquietos”.
Cuenta como el pilar fundamental de su crianza y de todo lo que le llevó ser mamá de dos niños de mentes brillantes, su filosofía de “apoyar sus sueños, mientras los estimulas a desarrollarse hasta donde puedas hacerlo”.
Invita a las madres a la escucha activa de sus hijos y que abran su mente, señalando que muchas veces la inteligencia de los menores va más allá de los temas escolares, pues también se encuentran en temas artísticos e incluso deportivos.
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Finalmente, a sus hijos, Sandra, quienes le han dado esfuerzos, satisfacciones, alegrías y muchas experiencias que le gustaría revivir, los exhortó a que “no se detengan”.
“Cada reto representa algo de miedo, representa obstáculos e implica que definitivamente hay algo al final del camino y que cuando lo alcancen se darán cuenta de que vale completamente la pena”.