Empresas de autopartes de Coahuila analizan medidas: La nueva tasa arancelaria de 25% ‘es mucho más que eso’

El arancel de 25% impuesto a partir de hoy por la administración Trump es en realidad “mucho más que eso”, reveló Francisco González Díaz, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes, A. C. (INA), quien habló para W Radio sobre las severas repercusiones de la estrategia comercial estadounidense.

Al menos en este sector, que involucra a Coahuila, será mayor el impacto de la medida, pues un alto porcentaje de componentes cruzan varias veces las fronteras de México, Estados Unidos y Canadá, pagándose igual número de veces el respectivo arancel, antes de terminar de integrar las piezas a los vehículos, indicó.

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La entidad se encuentra en el top 5 de los estados con mayor exportación de autopartes, destacando por ocupar el primer lugar nacional en la producción de vehículos eléctricos, con 71 por ciento del total en el país.

De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Comercio y Servicios (CEECS), el valor de las exportaciones del clúster automotriz de Coahuila supera los 50 mil millones de dólares, que, según datos del Gobierno del Estado, representa casi el 20% de la cifra nacional.

Al Clúster Automotriz de Coahuila (CIAC) lo integran empresas, como: Metalsa, Nemak, Magna Cims, Pemsa, John Deere, Macimex, Lear, Tupy, Draxton y Daimler.

Según el documento Mapeo de Electromovilidad en México OMRON 2024, siete de cada 10 vehículos eléctricos hechos en México se producen en Coahuila. Esta proporción equivale a 46 mil 166 unidades, de 65 mil 045 unidades eléctricas totales que se fabrican en México.

En vista de que la nueva tarifa también lesiona la economía de la Unión Americana, incluso más que la de México, según reconocen los propios productores estadounidenses, las armadoras de ambos países se han unido para defenderse contra la disposición, con miras a la eliminación de aranceles, advirtió el dirigente.

Se trata de una guerra comercial en la que inicialmente participan Estados Unidos, México y China, cuyo precedente data de 1930, cuando también el vecino país elevó sus tasas arancelarias, causando la Gran Depresión, explicó el también vicepresidente de Promoción e Inversión de Sudamérica del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE).

El daño que sufre la industria automotriz, dijo, se explica en el hecho de que se trata del sector más grande de México, compuesto por más de 2 mil empresas productoras, con más de 900 mil empleos directos. Es, además, el principal proveedor de Estados Unidos de autopartes.

Por si fuera poco, genera divisas por 108 mil millones de dólares, remesas por $64 mil millones, ingresos vía turismo por 31 mil millones; exportaciones de alimentos por 30 mil millones y exportaciones de petróleo por $28 mil millones, informó, añadiendo que, en el mundo, ocupa el cuarto lugar en exportación de autopartes.

Coincidió con la perspectiva de la presidenta Claudia Sheinbaum en cuanto a que “una serie de cuestiones laterales a los aranceles es lo que estaba buscando, al parecer, la administración nueva en Estados Unidos, pero pegando, por el lado de los aranceles, en la parte económica”.

Todo indica que “no les satisfizo lo efectuado en los últimos meses”, observó, “entonces, este impacto va a darle directo al consumidor americano, en el bolsillo, inicialmente, (ya que) 43% de lo que lleva un coche en Estados Unidos, importado del mundo, viene de México, más un 10 por ciento de Canadá; entonces, por lo menos el 50% de lo importado va a traer un arancel de 25 por ciento”.

Para responder a los efectos, la INA, en conjunto con la AMDA, la AMIA y la ANPAC, organizaciones dedicadas a la producción de vehículos, autopartes y venta de automóviles, analizan la forma de “llegar a un acuerdo”.

Algo importante es que la columna se extiende hacia, a través de organizaciones como MEMA, así como con ACMA, en Canadá; en la parte de Concamin, con NAM, contraparte en Estados Unidos, y CIEMIC, su símil en Canadá.

“Estamos efectuando comunicados en conjunto a congresistas, y estamos llevando a cabo una tarea de información de lo que pasa”.

Detalló que, “en el caso de la industria automotriz, su producto no es como un perecedero, que se exporta con un 25% de arancel, y ahí queda; este 43% que vendemos viene y va varias veces por las fronteras, para integrar partes al producto final”, así que “el incremento no es un 25% directo, sino que puede ser mucho más que eso”, precisó.

González Díaz expuso que “se siguen reuniendo datos para que se tomen medidas adecuadas, obviamente de eliminación de aranceles a todo el sector”.

La preocupación que priva entre los productores estadounidenses “es incluso mayor” que la que existe en México, destacó. El tema en México es el impacto en las ventas, pues al tener el producto mayor precio el volumen de ventas desciende, impactando la producción.

De prolongarse el alza arancelaria, sus resultados en México serían básicamente un menor volumen de producción, mientras que la Unión Americana enfrentaría una mayor inflación, que “no nada más afectaría en lo que la gente quiere comprar, sino en los bienes que no se estaba tan seguro de comprar”.

En general, “lo que están buscando las asociaciones hermanas en Estados Unidos y Canadá es tratar de convencer, tanto como nosotros, a Estados Unidos, a través de nuestros contactos, dándoles la información de que no es la forma de salir adelante, y de que, si los problemas están en otros ámbitos que no sean económicos, que se arreglen en otra área”.

Si bien por el momento es “nulo”, el impacto que habrá de los aranceles depende de su duración, tanto como de qué tan dispuestos estén los clientes para pagar vehículos y refacciones más caros.

Walmart, mientras tanto, ya sufre las consecuencias de los nuevos aranceles de China, pues vende muchos de sus productos.

“Indirectamente, la inflación afectará muchas otras industrias que a lo mejor no dependen tanto de la proveeduría mexicana, pero que están causando un cambio brutal que se refleja en la caída de las bolsas de valores del mundo, pues es un cambio mundial del balance comercial, como se conoce”, concluyó el representante.

LA MAYOR GUERRA COMERCIAL DESDE 1930

Al señalar que será cuestión de horas la aplicación efectiva del nuevo arancel fijado por el presidente Donald Trump, Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, dijo que algunos conceptos están exentos de la medida.

Entre las excepciones, están los donativos que hacen mexicanos en Estados Unidos, así como las películas y material creativo.

Pero se aplicará un impuesto de 25 por ciento “a casi todo lo que entra a Estados Unidos a través de México y Canadá, y de 20% adicional a China”.

En general, “estamos parados en el arranque de la guerra comercial más significativa desde 1930”, externó el experto, también en entrevista para W Radio.

Mientras tanto, “Canadá también empezó por su parte a aplicar aranceles a los productos que importa de la Unión Americana”, destacó.

Allá, la medida “va a empezar con un paquete de 30 mil millones de dólares en exportaciones de Estados Unidos a Canadá y, en unas semanas más, vendrán otros aranceles a productos por un valor $125 mil millones”, confirmó.

Y, México, “de acuerdo a lo anticipado por la presidente Sheinbaum Pardo, va a hacer lo propio, es decir, no sabemos todavía a cuántos productos o a qué valor de exportación se vaya a aplicar el arancel, pero es muy probable que sea también a un volumen muy grande de importaciones provenientes de Estados Unidos”, refirió.

Por ejemplo, si se va a comprar una computadora que se armó en Estados Unidos, y México decide que es uno de los productos que se van a castigar, por ese producto se pagará 25% de impuesto.

Queda por saber a qué se refiere la presidenta Claudia Sheinbaum con las “medidas no arancelarias” que anunciará el próximo domingo, pero se sobreentiende que podría haber restricciones a la importación de cierto tipo de productos adicionales.

El petróleo, servicios informáticos y de transporte son solo algunos de los productos mexicanos que más importa Estados Unidos al año.

Al respecto, Quintana explicó que, normalmente, las medidas no arancelarias se aplican cuando se establecen cuotas, es decir, permitir solamente un cierto volumen de México a Estados Unidos sin arancel, y la diferencia sería cobrarle el arancel “o, de plano, prohibir la entrada del producto”.

Insistió: “Esto significa una guerra comercial porque los tres países que hasta ahora están en pugna están limitando el comercio”.

“Todo indica que Europa va a hacer lo mismo en cuanto le toquen los aranceles, porque hasta son solamente México, Estados Unidos y China, en tanto, Trump anunció que en abril vienen todos los otros aranceles: acero, aluminio, autos, semiconductores, fármacos, cobre”, por lo que también es probable que respondan otros países con aranceles producidos por Estados Unidos.