En la zona rural de Saltillo, hasta 90% de los alumnos inician clases sin útiles escolares
En Saltillo, los docentes de educación básica de zonas rurales, señalan que hay una gran brecha en el acceso a los útiles escolares y uniformes entre los alumnos que estudian en estas comunidades y quienes habitan en la zona urbana.
Tal es la disparidad que calculan que alrededor del 90% de los niños, estudiantes de educación básica en la zona rural de la ciudad, enfrentan dificultades para completar sus listas de útiles escolares al inicio de cada ciclo escolar, un problema que se acentúa en las comunidades más apartadas.
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Una docente, quien ha trabajado en ambas zonas de la ciudad, señaló que en su paso por el ejido Derramadero visualizó como muchos niños comienzan el año escolar sin los materiales básicos, mochilas y uniformes y en algunos casos, incluso sin alimentos para el lonche.
La distancia a las escuelas también es un obstáculo, pues señaló que algunos estudiantes tienen que caminar kilómetros para llegar a sus clases, mientras que otros, aunque vivan cerca, enfrentan dificultades similares en términos de recursos y materiales.
Los estudiantes de estas áreas han recurrido a donaciones de uniformes y zapatos proporcionados por el gobierno del estado, sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un problema importante.
Además de los desafíos materiales, la entrevistada señaló que los niños en los ejidos a menudo llegan a la escuela en condiciones precarias, como con ropa sucia debido a la falta de acceso a agua potable, problema que se agudiza ante la falta de infraestructura adecuada, como el suministro constante de agua en las escuelas.
En la ciudad hay mayor cumplimiento, aunque persisten los problemas económicos en familias
En contraste, en las zonas urbanas de Saltillo, el panorama es algo más optimista, aunque aún presenta desafíos. Según una docente del oriente de la ciudad, aproximadamente el 50% de los estudiantes cumplen con sus listas de útiles escolares al inicio del ciclo. A ello coincidieron otros docentes de la zona, sin embargo, observaron que muchos padres posponen la compra de útiles escolares hasta el último minuto con la esperanza de encontrar descuentos, una estrategia que resulta ineficaz debido a que las ofertas para la compra de estos materiales regularmente se presentan en el mes previo al término del ciclo escolar.
Por otro lado, en sectores como el centro y sur, las docentes entrevistadas señalaron que hay un mayor cumplimiento con los materiales necesarios, no obstante, aún hay casos de niños que enfrentan dificultades económicas, como quienes están al cuidado de sus abuelos, hijos de madres solteras o en familias numerosas.
En estas situaciones, una de las entrevistadas señaló que la escuela solicita solo los materiales más esenciales al inicio del ciclo escolar y permiten que los estudiantes lleven el resto según sus posibilidades.
Los docentes entrevistados señalaron que este año, el límite de precio para los útiles escolares se fijó en 600 pesos; sin embargo, notaron que en algunas instituciones de educación básica se han solicitado hasta 800 o mil pesos en material. Esta variabilidad puede afectar la capacidad de los padres para cumplir con los requisitos, exacerbando las desigualdades entre diferentes áreas de la ciudad.
