Esta es la verdadera razón por la que Tesla se instalará en México
COMPARTIR
Un equipo de mexicanos trabajó un año, en la capital de los Estados Unidos, para impedir que se creara un subsidio que habría impedido la llegada de proyectos para fabricar autos eléctricos en México
Ni el agua, ni los terrenos baratos, ni la infraestructura, ni la conectividad con Estados Unidos, ni la disponibilidad de ingenieros... la verdadera razón por la que Tesla instalará su giga planta en México es la exitosa labor de cabildeo realizada por un grupo de exservidores públicos mexicanos, en la Ciudad de Washington, entre agosto de 2021 y agosto del año pasado.
El equipo en cuestión trabajaba en la Oficina para la Implementación del T-MEC, dependiente de la Secretaría de Economía, y su trabajo consistía en identificar y atender los elementos de conflicto en la interpretación de las reglas del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
El saltillense Pedro de la Rosa Herrera, economista por la UNAM, formó parte de ese equipo durante tres años y medio y en entrevista para VANGUARDIA relata el episodio que hoy posibilita la llegada de inversiones como la de Tesla para fabricar autos eléctricos en México que puedan ser vendidos en los Estados Unidos.
El origen
Todo comenzó con la remisión al Congreso de los Estados Unidos, por parte del presidente Joe Biden, de un proyecto de ley denominado “Inflation Reduction Act”, o Ley para la Reducción de la Inflación, el cual, explica de la Rosa, es “el conjunto de muchas propuestas que se integran... en un ‘paraguas’ que tiene mecanismos para la reducción de la inflación, pero también tiene incentivos para ciertas industrias” entre ellas la de los vehículos eléctricos.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Nuevo León gana la pelea por Tesla!... AMLO confirma instalación de planta en Monterrey
En el caso de los auto eléctricos, la redacción inicial de la iniciativa implicaba otorgar un incentivo fiscal -de entre 4 y 7 mil dólares- a los contribuyentes estadounidenses que adquirieran una de estas unidades, pero con la condición de que el auto hubiera sido fabricado en Estados Unidos.
El equipo de la Oficina para la Implementación del T-MEC detectó este elemento en la propuesta y desarrolló una estrategia para impedir que se aprobara como se proponía. La razón de la oposición, explica de la Rosa, es que se trataba de una regla contraria al Tratado.
“El hecho de tú discriminar el consumo de cierto producto en detrimento de tus socios comerciales, particularmente en la industria automotriz, pues es contrario al Tratado, es contrario a lo que establece el T-MEC. Tú no puedes dar un trato preferencial a los productores domésticos con respecto a tus socios comerciales que en este caso, en el marco del T-MEC, para Estados Unidos son México y Canadá”, puntualiza.
La estrategia diseñada implicó ponerse en contacto también con las autoridades de Canadá y conjuntar esfuerzos en el cabildeo con el Congreso de los Estados Unidos, “porque allá, a diferencia de aquí en México, el Congreso es un poder muy autónomo, muy independiente y yo te diría que está prácticamente el mismo nivel que el Ejecutivo” señala el entrevistado.
Tras casi doce meses de cabildeo, numerosas reuniones y muchas horas de discusión, cuando finalmente la “Inflación Reduction Act” fue publicada, la redacción había sido modificada para que el beneficio fiscal se aplicara a los vehículos eléctricos producidos en Norteamérica y no solo en Estados Unidos.
TE PUEDE INTERESAR: La giga planta de Tesla se construirá en Nuevo León... o se irá a otro país
“Fue una gran victoria, la verdad, importantísima para México porque esto va a seguir promoviendo el desarrollo futuro de la industria automotriz en México”, señala de la Rosa.
El secreto
¿Y por qué la modificación en la Inflación Reduction Act posibilita la llegada de Tesla y otros proyectos para la manufactura de autos eléctricos a México? La respuesta es simple, explica el entrevistado: si la regla se hubiera quedado como estaba originalmente redactada nadie consideraría la posibilidad de instalar aquí una fábrica de autos eléctricos aquí, porque no serían competitivos en los Estados Unidos.
“Hubiera sido terrible para México... todos esos anuncios que hemos escuchado de GM invirtiendo en Coahuila, de Tesla y su mega inversión... en San Luis Potosí también ha habido anuncios e inversiones... difícilmente hubieran sucedido (con la regla original)”, explica.
La anterior es una de las muchas victorias que, asegura de la Rosa, obtuvo el equipo de la Secretaría Economía en la capital estadounidense, un equipo que no existe más pues a la llegada de Raquel Buenrostro a la titularidad de dicha dependencia la oficina fue cerrada como parte de la política de austeridad del Gobierno de la República.