Los árboles tallados de Arteaga: un acto de arte perdido

Coahuila
/ 27 abril 2023

Desde alumnos de la Escuela de Artes Plásticas hasta niños de secundaria por la zona, ayudaron en el proceso de esculpir

ARTEAGA, COAH.- El árbol del “Aquelarre” y “La llorona” son dos esculturas de las más significativas en la Región Sureste del Estado, las cuales cargan detrás de sí el esfuerzo y las historias de estudiantes, vecinos y maestros.

Para contarnos la travesía que implicó la formación de estas esculturas hablamos con Jorge Malacara, quién en su momento fue el encargado de llevar en sus manos la dirección del proyecto desde su nacimiento.

“Este proyecto nació en el cambio de la administración de la Escuela de Artes Plásticas de la UAdeC, en ese momento yo era maestro, cuando la nueva dirección nos da la dirección a los maestros, un nuevo proyecto y de ahí nacieron muchas ideas”, dijo Jorge.

De esa junta de maestros, nació la idea que no solo le daría a Arteaga una identidad propia, sino que en ese mismo proceso, le daría a los alumnos actividades extracurriculares y ayudaría a la ciudadanía joven a involucrarse.

Tras mudarse la Escuela de Artes Plásticas de la zona centro de Saltillo a la ciudad universitaria de Arteaga, se buscaba que esta comenzara a empatizar con la ciudadanía, posicionándola entre la población.

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Tras deliberar, Jorge empleó su talento y dominio de la escultura en madera, con el objetivo de transformar árboles que estaban viendo el fin de su vida, en piezas de arte que pudieran transmitir un mensaje.

Sin embargo, y pese a que toda la planeación iba como la seda, la pregunta que rondaba la mente de los arteaguenses y los artistas era, ¿de dónde van a salir los árboles que se van a tallar?

“Para localizar los árboles que íbamos a usar, nos acercamos a las autoridades municipales, quienes comentaron que Protección Civil, ya había fijado ciertos árboles que estaban en su último periodo de vida o llenos de plagas y que estos podrían ser usados”, dijo.

No obstante, algo que nadie esperaba era que, por el tiempo, el uso de la maquinaria era necesaria, lo que alertó a los vecinos, mismos que al pensar que se estaban dañando los árboles.

Cosa que tras intentar averiguar lo que sucedía, se acercaban a hablar con Jorge Malacara, quien, mostraba inmediatamente el oficio municipal, mismo que no solo tranquilizaba a la ciudadanía, sino que los animaba a participar.

$!Desde alumnos de la Escuela de Artes Plásticas hasta niños de secundaria por la zona, ayudaron en el proceso de esculpir.

En un principio, se buscaba utilizar la técnica de percusión, la cual consiste en el golpeo del material para ir formando la figura, sin embargo, el tiempo tan reducido obligó a los artistas a cambiar de técnica.

“Se venían las vacaciones y el tiempo se nos iba acabando, lo que nos obligó a cambiar de técnica, pasamos de la percusión a la rotación, esta técnica lleva consigo el uso de más herramienta y obviamente agiliza el proceso”, expresó.

Fue como después de mucho esfuerzo, con una técnica de medio relieve, misma que deja cierto porcentaje de materia fuera del tronco, mientras que el resto de le figura está dentro del cuerpo del material, según explicó el artista.

Una vez listas las esculturas, la superstición conservadora movilizó a la recopilación de firmas por parte de los locales con el objetivo de retirar las esculturas del municipio, esto porque “daban malas vibras”.

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No fue que tiempo después, hubo un choque a los alrededores del lugar donde se establecían las esculturas, lo que comenzó con las leyendas alrededor de estas, cosa que de forma artística vino a beneficiar a las mismas.

“Sabes que el arte está surtiendo su efecto cuando las personas comienzan a crear historias a través de él, porque significa que la cultura de las personas lo está tomando como parte de sí” declaró.

Sin embargo, por más que se intente, nada es eterno y las condiciones intactas de las obras no fueron la excepción, ya que el ejemplar del Aquelarre, murió por la condición del tronco en el que encontraba, mientras que el otro se mantiene, en condiciones de deterioro.

Ante esto, el coordinador de la obra, dijo que el arte es una de las formas más importantes para crear una identidad propia, por lo que invitó a la creación de nuevas obras y a la preservación de las ya nacidas.

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