Más que salarios: Este es el decálogo del nuevo sindicalismo que nace en Coahuila

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El secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Coahuila, Tereso Medina Ramírez, señaló que las demandas de la clase obrera ante los retos del mundo laboral actual radican en aspectos como como el trabajo digno y libre como inversión social.
Durante su intervención en la firma del Pacto Coahuila 2025, Medina compartió un decálogo construido a partir de una consulta con mil 500 trabajadores de diversas ramas industriales, como la automotriz, la del acero, los electrodomésticos y la metalmecánica.
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Las propuestas, dijo, “no son una imposición, sino un abono a la cuenta pendiente que todos, cada quien en su conciencia, debemos saldar con los trabajadores”.
A continuación, los 10 puntos que conforman el decálogo:
1. TRABAJO DIGNO Y LIBRE COMO INVERSIÓN SOCIAL
Los trabajadores plantearon que el bienestar de la clase obrera no solo es un derecho, sino “la mejor inversión social que un Estado puede tener”. Desde esta perspectiva, propusieron avanzar hacia un modelo de trabajo digno y libre, que implique mejores salarios, acceso efectivo a la salud y condiciones sociales más justas.
“Todos en equipo podemos decir que el mejor capital humano que tenemos en Coahuila son sus trabajadores”, expresó Medina.
2. ADIÓS AL SINDICALISMO DE PROTECCIÓN Y VÍNCULO CON LA PRODUCTIVIDAD
El segundo punto propone dejar atrás el modelo de sindicatos de protección, junto con los contratos colectivos simulados. En su lugar, los trabajadores piden que los salarios estén ligados directamente a la productividad, como mecanismo para alcanzar condiciones más justas.
“Ya no volverán los sindicatos ni los contratos colectivos de protección. La ruta debe ser vincular ingresos con productividad, para acercarnos cada día más a un trabajo decente”.
3. CERTIFICACIONES PARA ENFRENTAR LA AUTOMATIZACIÓN
Frente al avance de la inteligencia artificial, la automatización y la robótica, el decálogo propone impulsar una estrategia escalonada de certificaciones laborales. A corto plazo, se enfocan en áreas como seguridad, higiene, capacitación y productividad. A mediano plazo, en inspecciones organizacionales. Y a largo plazo, en mandos medios como supervisión y recursos humanos.
Estas certificaciones, dijo, permitirán a los trabajadores enfrentar los nuevos escenarios tecnológicos y sostener la estabilidad laboral.
4. FORMACIÓN DE LÍDERES LABORALES CON BASE EN LA EDUCACIÓN
Para acompañar este proceso, se plantea la creación de una Escuela Nacional de Formación de Líderes Laborales, con sede en Coahuila y respaldo de la Universidad Laboral de México 4.0. Esta institución será coordinada por la doctora Soledad Aragón, experta nacional e internacional en temas laborales.
“La educación, como el empleo y la salud, no tiene partido. Es un derecho social humano”, subrayó Medina al explicar que esta formación no será exclusiva de sindicatos, sino abierta a todas las figuras del mundo del trabajo.
5. IGUALDAD DE GÉNERO Y CIERRE DE LA BRECHA SALARIAL
Al citar datos de la industria automotriz, donde el 60 por ciento de la plantilla corresponde a mujeres, el documento enfatiza la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades y cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres.
“La inclusión, el respeto a la persona y la equidad son nuevas demandas del movimiento sindical. No se trata solo de cifras: se trata de justicia”, dijo, tras señalar que esta transformación debe reflejarse en políticas públicas y negociaciones contractuales.
6. MODERNIZACIÓN SINDICAL SIN BUROCRACIA NI SIMULACIÓN
Los trabajadores manifestaron que el sindicalismo debe responder a sus verdaderas necesidades, dejando atrás la burocracia y las estructuras que no ofrecen resultados.
“El sindicalismo tiene que cambiar. No podemos tapar el sol con un dedo. La lucha por mejores salarios y derechos humanos sigue vigente, pero lo que esperan los trabajadores son resultados, no discursos”, expresó.
7. TRATO DIGNO Y COMUNICACIÓN EN LOS CENTROS DE TRABAJO
Uno de los principios más reiterados en el decálogo fue la necesidad de mejorar el trato y la comunicación entre sindicatos, empresas y trabajadores. Según Medina, si en la misión institucional de las empresas se afirma que el trabajador es la razón de ser, entonces ese respeto debe traducirse en acciones concretas.
Esta visión forma parte de una necesidad más amplia: humanizar la relación laboral, entendida como un vínculo que también debe cuidarse y evolucionar.
8. ATENCIÓN PSICOLÓGICA Y COMBATE AL ESTRÉS LABORAL
Ante el aumento de enfermedades psicosociales y estrés laboral, el documento plantea que los contratos colectivos incluyan cláusulas explícitas para garantizar atención psicológica, tanto para hombres como para mujeres.
“Las enfermedades psicosociales son la nueva pandemia laboral del siglo XXI. Trabajador sano significa empresa sana, y eso se traduce en bienestar emocional, productividad y estabilidad”, señaló.
9. LA EMPRESA COMO ESPACIO DE DESARROLLO PERSONAL Y COLECTIVO
Además de generar bienes y servicios, las empresas deben ser entornos dignos donde los trabajadores puedan desarrollarse como personas, fortalecer su vida familiar y participar en la comunidad.
“La empresa debe ser un espacio digno y humano para el desenvolvimiento pleno del trabajador. Así formamos mejores ciudadanos, mejores padres, mejores coahuilenses”, aseguró.
10. EL TRABAJO COMO CONTRATO SOCIAL QUE TRASCIENDE LA FÁBRICA
El punto final del decálogo propone ampliar la mirada sobre el trabajo. Según Medina, este no se limita a las fábricas ni a los centros de producción: se extiende a las colonias, las escuelas y los barrios, convirtiéndose en un contrato social que involucra a toda la sociedad.
“El trabajo se trasciende hasta la comunidad. Es un compromiso que nos alcanza a todos”, dijo.
“Las propuestas no son una imposición, sino un abono a la cuenta pendiente que todos, cada quien en su conciencia, debemos saldar con los trabajadores”, reiteró Medina durante su intervención. Añadió: “Las confrontaciones y polarizaciones dañan la estabilidad laboral. No son buena noticia para el crecimiento de Coahuila ni de México. Le apuesto más a las negociaciones”.
Más allá del evento y los discursos, el decálogo expuesto resume algo más profundo: la necesidad de imaginar un sindicalismo que no se quede en las nóminas ni en las negociaciones, sino que acompañe al trabajador en lo que dura realmente el trabajo: la vida entera.