Negligencia en clínica de maternidad de Saltillo causó la muerte de una paciente: jueza
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Sentencia señala a dos médicos y a clínica por impericia, imprudencia y mala práctica durante cirugía de vesícula
Una jueza encontró responsables de la muerte de una paciente a dos médicos y a la Clínica de Maternidad “Santa Teresa”, de Saltillo, derivado de una impericia, una imprudencia y una mala práctica durante una cirugía de vesícula.
La sentencia definitiva 125/2023 de la jueza Claudia Herrera Villar, en poder de VANGUARDIA, refiere que la paciente acudió el 26 de enero del 2020 a la clínica privada por dolor abdominal que presentaba desde hacía una semana. En consulta con el médico Óscar Charles Rodríguez, el diagnóstico fue que tenía piedras en la vesícula que ponían en riesgo su salud.
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A la paciente y a su esposo les fueron sugeridas dos cirugías: una para retirar las piedras, que realizó el médico Charles Rodríguez, y otra para retirar la vesícula, que realizó el médico Gerardo Espinoza Lira. Entre ambas intervenciones hubo al menos 24 horas.
Tras la segunda cirugía, que fue anunciada como un éxito por los médicos, la paciente empezó a presentar síntomas como sudoración excesiva, escalofríos, dolor en el pecho y tos. El 28 de enero, la mujer fue dada de alta.
Los síntomas de malestar y dolor incrementaron. La paciente refirió al médico sangrados y regresó a la clínica privada para revisión, donde tras una tomografía axial computarizada (TAC), el médico mandó una nueva intervención quirúrgica por una infección que ocasionó el acumulamiento de líquido.
La cirugía se llevó a cabo el 5 de febrero de 2020. Al concluirla, el médico Charles Rodríguez le aseguró al esposo de la paciente una limpieza de todos los órganos internos, y la mujer fue dada de alta el 7 de febrero.
SU ESTADO DE SALUD EMPEORÓ
De ahí hasta el día 24 del mismo mes, que regresó a que le fueran retirados conductos post operatorios para drenar, su estado de salud no era el óptimo. La paciente no dejaba de drenar líquido, incluso con sangrado y otras características, describe la sentencia judicial.
El 27 de febrero, la paciente y su esposo regresaron a la Clínica de Maternidad Santa Teresa, el médico Óscar Charles les negó la atención, sin explicar la causa, y fue revisada por otro doctor, quien tras reconocer la gravedad de la paciente la envío en ambulancia a la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de donde era derechohabiente.
A su ingreso, la paciente llegó con un cuadro de infección abdominal agudo y una complicación; además, era necesario estabilizar sus signos. Fue internada en terapia intensiva y hasta el 4 de marzo ingresó de nuevo a cirugía, donde de acuerdo con la bitácora médica, hubo complicaciones y tuvo que recibir apoyo de un respirador artificial. Casi tres semanas después, la paciente falleció.
SE DEFIENDE MÉDICO
“No existió menoscabo en el derecho a la salud de la paciente, pues en todo momento se le brindó el mejor servicio médico, de calidad y oportuno, sin embargo, el tipo de patologías que presentó la señora tiene un alto índice de morbimortalidad, ya que es precipitada por las condiciones generales que presentaba, como lo es la diabetes con un mal control debido a sus malos hábitos alimenticios, aunado a la obesidad grado 2 con la que contaba, y el retardo en la búsqueda de atención médica, pues ingresó al hospital Santa Teresa”, alegó en su defensa el médico Óscar Charles.
La clínica se deslindó de su equipo médico. “No se traduce en que el hospital haya actuado de manera negligente, toda vez que cada prestador de servicios médicos es autónomo en cuanto a las decisiones que toma en su labor de brindar atención médica, es decir, el diagnóstico y la valoración médica, son a la libre prescripción del médico tratante, sin que el hospital que se representa tenga injerencia en las decisiones o tratamientos que se le realicen a los pacientes”.
Las pruebas periciales revelaron que, durante la última cirugía, el médico Gerardo Espinoza Lira le provocó una fístula, o conexión anormal entre dos órganos del cuerpo, que permitió el escape de líquido biliar. Éste a su vez desencadenó en reacciones, padecimientos y complicaciones que llevaron a la mujer a la muerte.
Martín Mata Herrera, asesor jurídico del esposo de la paciente víctima, detalló que el fallo judicial civil logró para la familia el pago de los servicios hospitalarios, los servicios funerarios y los daños morales ocasionados al cónyuge y cuatro hijos, uno de ellos menor de edad.
“La negligencia médica, indiscutiblemente provocó un daño emocional a la familia. A raíz del fallecimiento de la paciente, hubo un desajuste en la familia y en los roles que desempeñaba, principalmente al hijo menor. Ella era totalmente la cabeza de la familia”, explicó el asesor jurídico.