Perico o autocontrol: el dilema del trailero; circular al borde del peligro

Coahuila
/ 12 diciembre 2021
Extenuantes jornadas en las carreteras del país obligan a camioneros a usar sustancias que los estimule para seguir

Los traileros los encuentran en mercados negros o estanquillos a mitad de carretera llamados “cachimbas”.

Se llaman “loros y pericos” porque son de color verde como el tono de las aves.

Un par de estantes con fritos, artículos de higiene, cigarrillos, condones y gomas de mascar en medio de la carretera, esconden el Rivotril, Clobenzorex y Ritalin, fármacos controlados que eliminan el apetito, el sueño y aumentan la concentración.

Estas tiendas también ofrecen “coca”, pero no de la que se bebe, sino “del oro blanco” que se inhala. Se venden entre 70 y 120 pesos cada una, son cápsulas para mantenerse despierto las 24 horas y “ganar kilómetros”, pues permite permanecer en estado de alerta y reducir la fatiga.

Aunque el consumo de “pericos” puede tener consecuencias como alucinaciones, psicosis, ansiedad e insomnio, es la única forma de seguir trabajando, aseguran los traileros.

“Es que a veces no hay de otra, tienen que completar los viajes, ir y venir, si te quedas a mitad de camino a descansar pierdes tiempo y hasta te sancionan por eso, a veces ni siquiera te dan viáticos para llegar a un sitio”, comentó Agustín N, trailero de Saltillo.

Ingerir estos fármacos es frecuente, casi como una tradición, que incluso promueven entre la comunidad de conductores de carga pesada, y hacen referencia al consumo en redes sociales donde algunos usuarios señalaron los beneficios y las consecuencias más graves.

“El problema más común es el choque en carreteras cuando la droga desaparece, dejando a la persona en un estado depresivo y más cansado de lo que estaría de no haberla tomado.

JUSTIFICAR EL CONSUMO

Las reservas de serotonina se pueden agotar cuando el cuerpo asume que el medicamento reemplazará la necesidad de la misma”, explica en una publicación, la página de Facebook “La Cuna del Trailero”.

En ese espacio, cientos admiten su consumo, pues aseguran que es la forma en la que sobreviven en las carreteras para trasladarse hasta por 14 horas manejando.

Frases como: “Yo la tomo porque alguien me espera en mi casa, ellos son los importantes y saber que volveré a verlos”, “Bien que el perico te pone a las 2000 revoluciones el corazón y la quijada con el chicle a huevo” y “más vale 9 pericos que nueve rosarios”, son la cascada de comentarios que se desprenden de dicha publicación.

Pero muchos de estos comentarios justifican el consumo como una manera de protegerse de una “dormitada”, un accidente y la muerte, además de proteger su salario, y aumentar la posibilidad de regresar con sus familias.

De acuerdo a un grupo de traileros, hacen al menos una parada en las “cachimbas”, donde compran “pericos”, café, refrescos, alimentos y hasta diésel.

Algunas de estas “cachimbas’’ son pequeñas chozas construidas en medio de la carretera con trozos de madera y pedazos de cartón, otras con un par de blocks más establecidas como tiendas de abarrotes.

“Basta preguntar por un “perico”, para que los comerciantes ofrezcan un “combo”., según la distancia que tome llegar a su destino: pastillas combinadas con bebidas energizantes, café o refrescos”, asegura Agustín N.

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Escritora y bailarina. Periodista desde los 19 años.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Coahuila desde julio del 2015. Comenzó su carrera en el periodismo como colaboradora en INFONOR y posteriormente en El Universal de la Ciudad de México, mientras cursaba una estadía en la Academia Mexicana de Ciencias.

En su retorno a Saltillo, se desempeñó como reportera de diferentes diarios regionales, televisión y radio. Cuenta con la publicación de cuentos breves en “Mínima” una antología de microficción. Cursó la Especialidad en Derecho a la Información, Fiscalización y Combate a la Corrupción por la Academia Interamericana de Derechos Humanos. Actualmente se desempeña orgullosamente como periodista en Vanguardia, donde fue acreedora a su segunda estatuilla Armando Fuentes Aguirre en la categoría de Entrevista. Adicional a su labor en el periodismo es Directora de “Pasos Firmes” una casa de baile con un enfoque social para niños, niñas y adolescentes

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